Capítulo 1
EL TIEMPO A TU LADO
Durante nuestra vida nos pasan innumerables experiencias, incluso creo que muchas cosas nos llegan desprevenidos dándonos, luego, mucho en que pensar y que aprender; así como el amor que, por lo general, no sabemos cuando llegara o la muerte, que aun sabiendo de su inevitable llegada nos causa incertidumbre.
¡Que bueno que esta vez fue amor!
A un mes de regresar a casa después de estar año y medio fuera, ya que me había dedicado a un trabajo que exigía que viajara por varias provincias de Kalos, el país donde nací; para que mas personas conocieran de ZH Company, la cual representaba como gerente, era responsable de asegurar que los encargados y el resto del personal de las tiendas mantengan en las mismas los más altos estándares, estar bien organizadas y bien comercializadas en todo momento; y que se sigan todas las políticas, procedimientos y controles. Esta se encargaba de distribuir mercancía textil a casi todo el país, ofreciendo prendas de excelente calidad y a la moda. Fue un tiempo muy bueno y divertido, esta oportunidad me permitió conocer muchas personas y lugares; y ahora que estaba a punto de llegar su fin, era momento de volver y comenzar con nuevos planes que ya me había trazado, como estudiar, aprender otro idioma, adoptar una mascota, etc. Todo ya estaba planificado, incluso ese último mes lo aprovecharía para divertirme antes de mi regreso a casa.
El lunes lo tenía libre, eran mis días para consentirme o hacer compras. Me arregle como de costumbre, me coloque unos pantalones negros y una blusa azul turquesa con una tela muy suave, unas zapatillas negras y unos pequeños pendientes dorados, el cabello lo utilice suelto como me encanta con los rizos muy definidos con una crema para peinar que tenía un olor cítrico, como el de las mandarinas, cuando lo peinaba se veía largo, pero al transcurrir el día se secaba y se recogían formando un tipo de afro muy lindo con dos tonos distintitos de castaño; llevaba un maquillaje sencillo para el día, y bueno, no podían faltar mis ojos, y con esto no me refiero a los que tengo, sino a mis lentes para poder ver ya que tengo astigmatismo e hipermetropía lo que causa que no vea de cerca, ni de lejos, ¡Toda una maravilla! Cuando estuve lista salí junto con otras cuatro chicas, ese día nos arreglaríamos las cejas y las uñas. Aunque fuera la única que volvería a su casa para ese entonces todas disfrutaríamos ese día paseando en la ciudad Sacarac, que representa la capital del país; que si bien no es la ciudad más hermosa, es una de las más atractivas por sus oportunidades, universidades, empleo, comercios, historia, la vida allí simplemente es muy agitada, todo se maneja con rapidez y audacia, incluso que no te roben es todo un privilegio aquí. Mientras caminábamos una de las chicas llamada Rut comenzó a hablarme.
—Y ahora Diana ¿Qué harás al volver? ¿haz pensado en casarte? — pregunto. No era la primera vez que lo hacía, hasta llegue a pensar que entre las chicas este era uno de los temas favoritos de conversación, aunque casi ninguna confesaba su temor a la segunda pregunta.
—Si, cuéntanos sobre tus planes Diana— intervino Marie.
—Ah, bueno— las mire pensativa— Realmente no me gusta hablar mucho al respecto— les dije mientras sentía como me ruborizaba.
Ambas me vieron e hicieron una mueca con la boca que no supe interpretar, hubo un silencio y luego las tres nos reímos durante un momento. Las otras dos chicas no se habían percatado de nuestra pequeña conversación.
Rut es una chica bastante alta mas que mi persona y con una figura esbelta espectacular, una piel morena clara y una cabellera lisa que llega hasta sus nalgas. Es bastante divertida, cualquiera la vería y pensaría en una persona bastante seria; pero en realidad es todo lo contrario. Marie por otro lado es una chica de baja estatura, blanca como una hoja de papel y cabello corto porque lo había vendido para obtener un dinero extra y realizarse una ortodoncia. Ella es una persona sumamente extrovertida y ocurrente, imposible no querer a una persona como ella. Ambas se convirtieron en grandes amigas mías pese a poco tiempo que pasamos juntas en un pequeño apartamento en una gran ciudad.
Caminamos durante un rato por un bulevar para llegar a nuestro destino; al llegar nos recibieron tres mujeres, dos jóvenes como de 18 años y una un poco mayor, talvez de unos 40 años. Nos condujeron dentro del establecimiento que en la entrada tenía el nombre de Purrum Spa con letras rosadas y la silueta de un gato muy elegante, en el interior era bastante acogedor con lindos muebles negros que combinaban con las paredes rosa, estaba muy bien iluminado y en el ambiente flotaban fragancias florales; un lugar bastante cómodo para relajarse un rato. A cada una nos llevaron a mesas distintas para ser atendidas, por suerte solo estábamos solo nosotras o habríamos que estar esperando por mucho tiempo a que atendiera a otras clientas del establecimiento.
Cuando estaba sentada en la mesa que me correspondía, la chica que me atendería me pregunto:
—¿Cómo desea arreglarse? ¿algún diseño que quiera hacerse?
—Sí, si. Me gustaría un diseño floral blanco, rosado y algo brillante.
—Perfecto señorita, así lo hare —sonrió alegremente.
Deben de haber transcurrido una o dos horas, la joven que se encargó de mi estaba muy esmerada, me había arreglado con mucho cuidado los pies logrando una pedicura impecable, la manicure también estaba hermosa. Pinto mis uñas con base blanca y rosada, adornando algunas con pequeñas flores blancas y un cristalito que hacía que resaltara mucho mejor en mis manos y pies. Cuando estuvo culminado el trabajo saque de mi bolso unas sandalias y guarde las zapatillas, así no estropearía el trabajo. Luego de eso, pase con otra mujer que sería la que me arreglaría las cejas, se veía joven y feliz con su trabajo; en poco tiempo termino. Un trabajo impecable. Todas mis compañeras fueron saliendo una por una hermosamente arregladas; pagamos cada una y salimos del SPA, ya afuera nos dimos cuenta que ya eran la 1:30pm y decidimos ir a almorzar.
Fue un día largo y disfrute cada momento entre risas, compartir, recordar pasear y tomar algunas fotos con mis compañeras. Cuando llegamos al apartamento eran las 9:00pm, estábamos cansadas por todas las actividades del día. Al rato de haber llegado me prepare para darme un baño con agua fría, así mi cuerpo se relajaría y estaría lista para dormir y mañana tener otro día grandioso para continuar dando todo mi esmero; me bañe rápido, me peine el cabello y me coloqué la ropa de dormir. Una chica llamada Katty había preparado la cena, unos panes rellenos con jamón y queso, y un jugo para tomar; las cinco comimos, la comida estaba realmente buena o era el hambre que sentíamos; faltando 15 minutos para las 10:00pm. Lavamos los platos y vasos dejando todo en orden, luego fui a cepillarme los dientes mientras las demás estaban en sus habitaciones las cuales eran dos: en una dormían Rut y Marie, y en la otra dormíamos Katty, Alejandra y mi persona; no me llevaba muy bien con mis compañeras de cuarto así que antes de dormir me iba al de Rut y Marie para hablar o contar chistes. Esa noche fui y conversamos de lo rápido que pasa el tiempo y que ya en poco tiempo sin darnos cuentas, todas terminaríamos nuestros contratos y tendríamos que comenzar a hacer otras cosas, ya que es este trabajo solo duramos 2 años siendo una gran oportunidad de crecimiento,. Solo a algunos les extienden el tiempo o son recontratados.
—No nos haz contado de tus planes Diana —sonrió Rut. Conocía muy bien es mirada divertida en su rostro, quería que confesara todo, ¿Quién sabe? ¿Talvez un romance o algo por el estilo?
—No tengo mucho que contarles —dije mientras levantaba los hombros —, soy una joven normal de 21 años con sueños y expectativas que no siempre se muy bien cómo voy a cumplir y aun así sigo esforzándome para dar lo mejor de mi. Entre mis planes esta estudiar y ser una profesional, hacer algunos cursos, aprender muchas cosas que me ayuden en mi futuro, tener un buen empleo, y una familia. Esto último logro encender una chispa en los ojos de Rut y agudizar el oído de Marie, las cuales inmediatamente se acercaron más a mi.
—¿Ya tienes por allí a algún novio? — Pregunto Marie saltando sobre la cama —, ya sabes, en tu pueblo-ciudad o cerca de tu casa, o alguien a distancia, y quien quita la posibilidad de que hayas conocido a algún chico durante este tiempo.
—No nada, que ver. Me hubiera encantado contestar que estaba en lo cierto y ver su cara de emoción. Es no sucedió, pues en todo este tiempo y los años que han transcurrido, nunca he tenido novio; si me han gustado amigos y conocidos pero nunca llegado a nada, puede ser porque realmente esperaba demasiado de alguien mas y aun no lo encontraba. Pensar en aquello me daba terror, ¿terminaría sola?
—Mmm, ¡Que aburrido! — dijeron ambas al mismo tiempo, alargando las "os", del final. —Nos haz engañado.
—Les prometo que cuando tenga una historia de ese tipo les contare para que no se pierdan ningún detalle, incluso, si me caso están invitadas. Ambas chillaron de alegría y rieron.
—Si. — hagan silencio o despertaran a las demás. Ahogaron una risita y se taparon la boca.
Eso las callo. Nos sentamos juntas en una de las camas y nos abrazamos durante un rato; de verdad las extrañaría cuando ya no estuviéramos juntas. Luego Rut se levantó y busco su cámara fotográfica. Le encantaba tomar fotos de cada momento.
—No nos podemos quedar sin recuerdos Diana. Sonrían. Tomamos varias fotos y un video corto.
Ya eran las más de las 11:00pm cuando decidimos dormir, les di las buenas noches y fui a mi habitación, mis compañeras ya estaban dormidas por lo que entre con mucho cuidado. Me acomode en mi cama y vi hacia el techo. Mañana seria otro buen día.