Episodio 6

1650 Palabras
Han pasado tres semanas desde que Harry se fue y no he sabido nada de él, tampoco de Imanol. Mi madre y Amanda están como locas con los preparativos de la boda y yo cada vez me siento más atrapada en una cueva sin salida. Hoy tengo que ir a probar los pasteles, es lo único que me han dejado elegir a mi y obvio que lo voy a disfrutar, amo los postres dulces y esponjosos, pero esto no lo podré hacer sola, Ana lo hará conmigo y estoy segura que me divertire el doble. Bajo de mi auto y camino hacia la casa de Ana, antes de que pueda tocar el timbre ella sale dando brinquitos. - ¿Que eres ahora? ¿Una rana? - digo ahogando una risa burlona. - Estoy emocionada Alison, así demuestro mi emoción por los cientos de pasteles que vamos a probar. - Ana cierra los ojos y relame sus labios. - Ok, no serán cientos amiga, solo unos cuantos. - Los que sean son buenos, así podré romper la dieta sin culparme por hacerlo. - dice con una gran sonrisa. - ¿Y a quién vas a culpar? - cuestiono divertida. - Pues a ti. - responde y sale corriendo hacia mi auto. En definitiva Ana está loca, pero la amo, ha sido mi mejor amiga desde que tengo memoria y no solo eso, ha sido como una hermana para mi, ha estado conmigo en buenas y malas, siempre apoyándome, sin duda alguna se merece cientos de pasteles y muchísimo más. Entro al auto y le doy la dirección de la pastelería a Luck. En el camino Ana y yo vamos cantando y riendo, hacia mucho que no nos divertiamos tanto, de hecho desde que me enteré que tenía que casarme me he vuelto más apagada y solitaria. Llegamos al lugar y Ana es la primera en bajar, la sigo y al entrar Anabelle abre por completo sus ojos y la boca prácticamente le llega al suelo. - Buenas tardes señoritas, ¿Podemos ayudarlas en algo? - pregunta una mujer con unos pantalones grises y una blusa rosa de manga larga. - Si, queremos muchos pasteles. - responde Ana con emoción. - ¡Ana! - digo levantando un poco la voz y ella me mira confundida. - Señorita, queremos probar algunos pasteles de boda. - Oh, por su puesto, ¿Tienen una reservación? - cuestiona con una sonrisa. - Claro, está a nombre de Allison Brown. - Claro, de hecho ya llegó el joven McBride. - la miro confundida y después miro a Ana quien tiene el mismo gesto que yo. - Siganme, por aquí por favor. La seguimos y al llegar a donde están unas pequeñas mesas veo a un hombre de cabello café y camisa blanca sentado de espaldas en una de las mesas. - Joven McBride, su prometida ha llegado. - en cuanto termina de decir eso siento que mi corazón se acelera, aquel hombre se levanta y se da la vuelta. - ¿Imanol? - pregunto asombrada. - Cuanto tiempo sin verte, Allison. - dice mirándome a los ojos y con una sonrisa coqueta en el rostro. - Los dejo, si necesitan algo solo toquen la campanilla. - interrumpe la mujer que nos atendió en la puerta. - ¿Qué haces aquí? - miro a Imanol y doy un paso hacia él. - Mi madre me envió, quería que supervisará que eligieras bien. - ¿Tu madre siempre es así de controladora? - No te imaginas cuanto. - responde Imanol dejando ver una amplia sonrisa que muestra sus blancos y perfectos dientes. - Además creo que ni si quiera sabes que Harry es alérgico a la nuez, así que vengo a impedir que mantes a tu esposo el día de la boda. - Harry es... Ahhgg, odio que nadie me diga nada sobre él. - digo frunciendo el ceño y haciendo que Imanol ría de nuevo. De repente escucho un carraspeo al lado de mi y recuerdo que venía con Ana. - ¿No vas a presentarme? - me pregunta entre dientes. - Ah, sí, claro. Imanol, ella es Anabelle mi mejor amiga, Anabelle, él es Imanol, el hermano de Harry. Imanol extiende la mano para saludarla y Ana hace lo mismo. - Soy su cuñado, solo que le cuesta decirlo. - dice imanol divertido mientras me guiña el ojo. - Tomen asiento. - abre una silla y Ana se sienta de inmediato. Está apunto de abrir la otra pero yo me adelanto y lo hago por él. Llevamos más de treinta minutos probando pasteles y cada vez me siento con más confianza al lado de Imanol, es muy divertido estar con él pero aún me sigue poniendo nerviosa su mirada. - Bueno, creo que el pastel de zarzamora está perfecto. - digo mirando a ambos. - Yo preferiría el de licor de café. - responde Imanol. - No, el mejor es el de pistache, es tan, celestial. - comenta Ana cerrando los ojos y suspirando. - Bueno, al menos de veinte pasteles ya bajamos a tres ¿No? - habla ahora Imanol mirándome fijamente. - A mis padres no les gusta el pistache y van a desaprobar un pastel con licor, así que la única opción es el de zarzamora. - le respondo a Imanol mientras levanto una ceja y me siento victoriosa. - No sé si sea casualidad o el destino pero el pastel favorito de Harry es el de zarzamora. - lo miro impresionada y él solo se levanta. - Espera, ¿Ya te vas? - me levanto y don un paso hacia él. - Si, mi misión aquí ha terminado. - responde y se da la vuelta. - ¡Imanol! - lo llamo levantando un poco la voz, él se gira para verme. - ¿Podrías contarme más sobre Harry? - Claro, cuando gustes. - dice con una media sonrisa. - ¿Podría ser ahora? - cuestiono mirándolo a los ojos. - Solo si eres capaz de subirte a mi motocicleta. - sonrío al recordar las veces que me caí de la motocicleta del hermano de Ana al intentar aprender a manejarla. - Con gusto lo haré. - sonrío y Ana carraspea. - Ana, disculpa. Mira, si quieres te puedes quedar a Luck todo el día. - digo y levanto los hombros. - ¿Me vas a abandonar aquí con todos estos pasteles y además me vas a prestar a Luck? - asiento con la cabeza y ella da un pequeño brinco. - Deberías llevartela más seguido. - dice ahora mirando a Imanol. Imanol sonríe y yo hago lo mismo, camino hacia él y salimos. Caminamos hasta una hermosa motocicleta e Imanol me da un casco, me lo pongo y él se pone otro. - ¿A dónde vamos? - pregunto mientras me subo detrás de él. - No preguntes. - responde jalando mis brazos para que lo abrace. - Abrázame con fuerza. - ordena y yo lo hago. Arranca a toda velocidad y yo solo cierro los ojos. Después de algunos minutos de viaje llegamos a un muelle enorme, me bajo de la motocicleta e Imanol hace lo mismo. - Es hermoso. - digo mirando el enorme mar. - Es mi lugar favorito, Harry solía traerme aquí todos los domingos, en esta misma motocicleta. Hasta que entró a trabajar con papá, desde ese entonces ya casi no hablamos. - Lo quieres mucho, ¿Verdad? - Imanol me mira y comienza a quitarme el casco. - Es un gran hermano, una gran persona, solo necesitas conocerlo más. - Es lo que quiero hacer. - Pero no me refiero a esta forma, jamás podrás conocerlo desde el punto de vista de los demás. Todas esas preguntas que quieres hacerme, tienes que hacérselas a él, no a mi. - me mira a los ojos y se aleja. - ¿Crees que vaya a responderlas? - pregunto mientras me acerco a él. - Jamás lo sabrás si no se las preguntas. - me mira y sonríe. - ¿Puedo decirte algo sin que te enojes? - lo veo a los ojos y asiento. - Allison, eres hermosa. Lo veo a los ojos y me quedo inmóvil, no sé que hacer, mi corazón se acelera y mi mente divaga de un lado a otro. Veo sus labios y unas ganas infinitas de besarlo se apoderan de mi. Doy un paso quedando a centímetros de su boca y estoy a punto de ceder ante mis locos deseos carnales y de repente suena mi teléfono. Tomo mi celular y respondo sin ver quién es la persona que me está llamando. - ¿Bueno? - contesto mientras me doy la vuelta para dejar de ver a Imanol. - Allison, ¿Dónde estás? - escucho la voz de mi madre del otro lado del teléfono. - ¿Qué pasó mamá? - Te estamos esperando para la decisión del pastel, Amanda me dijo que Imanol te iba a ayudar con eso. - Ah, sí mamá, de hecho ya vamos para allá. - Está bien, no se tarden. - responde y acto seguido cuelga. - Nos están esperando. - le informo a Imanol sin verlo a los ojos. Él se acerca a mi y me pone el casco. - Allison. - dice mi nombre en un susurro. - No beses al príncipe equivocado. - dice mirándome a los ojos con una mirada melancólica. Yo solo asiento con la cabeza y siento que mi corazón se detiene por un segundo, recuerdo a Harry y me siento muy mal por lo que estuve a punto de hacer. ¿Qué diablos está pasando conmigo? "No beses al príncipe equivocado" repito en mi mente las palabras de Imanol y solo logro sentirme más culpable de lo que ya me sentía. Salgo de mis pensamientos y me subo a la moto e Imanol arranca haciéndonos desaparecer en la enorme carretera.
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