POV Lucía Solo serían unos minutos, después de que Knox se desmayó, no podía dejarlo solo. Así que estuve a su lado hasta altas horas de la noche. Busqué en su habitación una manta para cubrirlo, las noches eran bastante frías, así como el día soleado. Pero el cansancio hizo lo suyo en mi cuerpo y poco a poco me fuí quedando dormida. —Tal vez no esté cómodo —pensé, quizás una almohada le vendría bien. Me levanté del sillón para subir a su habitación, pero bostecé, el sueño me estaba venciendo y solo me senté un momento en su cama. Un momento que duró horas, pues al despertar la luz era más clara y el aroma que ingresaba por mis fosas nasales era uno másculino. Mi vista se iba aclarando y lentamente visualicé un cuerpo alto y masculino. —¡Knox! —exclamé, dándome cuenta de que estaba e