Ya no

2373 Palabras

Cuando ella vino a verme al hospital, recuerdo haberle hecho la pregunta. Necesitaba saber si ella alguna vez me amó, no lo quise reconocer, pero los latidos de mi corazón dependían de su respuesta. Aunque claramente a ella le pareció extraño, razón por la que no pude seguir mirándola a los ojos. En cambio, ahora hay dos sentimientos que están invadiéndome. No sabía cual era la sensación que ganaría, pero juntas eran agridulce. —Hebe…. —dije, buscando hablarle. —Vamos a casa Joseph. Un movimiento certero para ignorarme, así fue. Ella me dio la espalda. No quería hablar, no quería escuchar, no quería mirarme. Su empleado termina de dejar las cosas en su auto y toma su lugar en el asiento de conductor. Acomodando sus cabellos delante de su pecho, ella hace lo mismo. No importa cuantas v

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