"Mia, como la primera vez..."
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Cerró la puerta abruptamente con su pie, en el camino fue quitandose los zapatos dejandolos en la sala, hasta llegar a su habitación.
La sostuvo con un solo brazo mientras movía la perilla de la puerta.
Tan pronto la abrió la deposito de pie en el suelo. Ella lo abrazaba con sus brazos alrededor del cuello. "¡Dios! ¡Qué besos daba ese hombre!" La lengua hábil de Sam exploraba a libertad la cavidad bucal de Marina.
Sus hombros desnudos eran acariciados con una suavidad increible. Esas poderosas manos la trataban como la cosa más delicada que existiese en el mundo." Si esto era un sueño no quería despertar" Al sentir como él abandonaba su boca observó el hilo de humedad que conectaba sus labios, con la respiració
