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Danika respiro profundo, intentando guardar la calma y las apariencias, mientras permitía que las palabras de la mujer frente a ella se deslizaran por el aire hasta ingresar al interior de su mente; sin embargo, el dolor de su rodilla era cada vez más intenso. Aquello era lógico, puesto que después de caminar durante largas horas, lo más probable era que la bala hubiera avanzado más a través de la carne y cartílagos, llegando hasta el nervio sensible. Ella sabía perfectamente que debía sacar la bala cuanto antes, sin embargo, en aquel instante tenía un claro y simple problema. Hacia poco mas de cinco minutos que habían logrado llegar a aquel destartalado motel de carretera, ubicado estratégicamente junto a una estación de servicio, la cual a duras penas lograba solventar las necesidades