Agatha, se queda pensativa, luego de haber escuchado con atención, las palabras de aquella dulce voz, en susurros, y, sin saber por qué, terminó por decir en conjunto con ella, la última frase: “Las cinco luces magenta” ... De alguna manera, sabía que ese momento llegaría, lo presentía, desde hace mucho tiempo, así como también, que ella era parte de las luces, quizás, por poseer estos poderes, que, desde muy niña, se habían reflejado como un don y que ha mantenido vivo y latente, pues, aun habiendo estudiado leyes y graduándose con honores, como la mejor de su clase y su facultad, prefirió llevar a cabo el hecho de ser una vidente, en vez de defender a las personas, en un juzgado. A raíz, de ésta visita, comprendió que el momento esperado había llegado y que todas las visiones, los sueños y los momentos de trance, tenían un por qué y, un para qué; sólo era cuestión de tiempo.
- Ahora entiendo todo lo que ha pasado en las últimas horas. Ha llegado el momento preciso, la abuela de Constanza, tiene mucho que ver con esto, es más estoy segura, que el hada que me habló, era ella. Decía en forma de monólogo.
De repente, en la estancia de su tienda, sutilmente decorada con velas de distintos colores, atrapa sueños de diferentes tamaños, plantas mágicas, aceites aromáticos, incienso, alfombras persas cuidadosamente distribuidas en todo el espacio, lunas y estrellas colgantes, vasijas de barro, cristales de cuarzo, cartas del tarot y españolas, cintas de raso, esencias de flores, extractos para la buena suerte en el amor y la prosperidad, libros de metafísica y ciencias ocultas, entre otras cosas, comenzó a inundarse el lugar con una luz multicolor y destellos que se abrían ante sus ojos, como abanicos en una tienda de souvenirs. Sintió de nuevo una presencia mágica, que irradiaba una energía blanca, traslúcida, y a su vez, trascendental, curativa, diferente a todas las energías que podía sentir y presentir. Una energía espiritual que la colmó y desbordó por completo.
- Estás aquí, de nuevo, ¿verdad?, te presentí y a su vez, te he sentido llegar. ¿Necesitas algo más?, he entendido, que mis amigas y yo, estamos aquí por una razón específica, y, es para cumplir una misión, que quedó flotando en la línea entre el bien y el mal, entre éste mundo y la dimensión de dónde vienes y de la que alguna vez, hace muchos siglos atrás, también fuimos parte, cada una de nosotras. ¿Estoy en lo cierto?
De pronto, la energía presentida, se hace ver, materializándose ante sus ojos, como una figura hermosa, alada, brillante y sonriente, cubierta en polvo mágico de hadas.
. Sabía que era usted, Señora Aine.
- Sí, Agatha, soy yo. Aquí, en ésta dimensión, soy Danu, Reina de las Hadas. Estaba ansiosa por venir a tu encuentro.
- Lo sé, mi Señora, presentí en muchas ocasiones que el tiempo perfecto, estaba por llegar, solo que no tenía ni idea, cuando sería, hasta hoy, que la sentí venir a mí.
- Hace mucho tiempo lo sabías, ¿no es así?
- Sí, mi Señora, desde que le hice una consulta a mi querida Constanza, quizás, en ese entonces, no le presté mucha atención al descubrimiento, porque estaba comenzando en éstas ciencias, pero luego, una luz celeste, me iluminó los sueños, una noche de luna; fue, en ese entonces, cuando entendí, quien era usted y que tenía, una misión importante, que descubriría, al pasar del tiempo.
- Debes prepararte con tus amigas y los Guerreros de Luz, para la gran guerra, se nos vienen, ciertos acontecimientos que pueden generar una carga negativa o positiva, según sea el caso.
- Lo sé, mi Señora, estoy al tanto de toda la carga espiritual proveniente de su dimensión y de la dimensión oscura. Hoy, de camino para acá, un mensajero del mal, llegó a nuestro encuentro, venía con Regina en un taxi y...
- Conozco bien la situación por la que han pasado, Regina y tú, ésta mañana, pero, estuvo muy bien la manera en que lo enfrentaste, con valor y seguridad, en cada palabra emitida. Eso, me asegura que los Dioses de la Dimensión Perdida y yo, escogimos bien, al momento de entregarte el don, al nacer. Porque fuimos nosotros, quienes decidimos que así debía ser, aunque Regina parece ser más fuerte que las demás, eres tú, quien tiene el potencial para llevar a cabo, el plan para salvar a nuestros antepasados de la desaparición eterna, para liberar las almas cautivas en la Fuente Mágica Sagrada y de la recuperación del talismán, que me fue arrancado en la última batalla.
- ¿Un talismán?
- Sí, una piedra hermosísima, de colores fucsia, violeta y magenta, que me fue otorgada, la tarde de las flores, cuando mis padres, se unieron en un sagrado para siempre, jamás. Y que, anhelaba regalarle a mi querida nieta, Constanza, cuando ella contrajera nupcias, pero, el tiempo, no nos dio tiempo de llevar a cabo, algunos planes. La hermosa roca, me fue robada, aquella fatídica noche, por las fuerzas oscuras. Es preciso, rescatarlo de las garras del maligno, pues, si no unimos nuestras fuerzas y lo hacemos, nos arriesgamos a perder la magia, las hadas y el sentimiento eterno, que nos unió en vidas pasadas y que nos une ahora.
- ¿Tiene alguna idea, de dónde pueda estar? O, ¿de dónde pudo haberse ocultado, por tantos siglos?
- No, Agatha, solo puedo decirte que está entre las montañas. No tenemos la ubicación exacta, por más que la magia, lo ha intentado encontrar tantas veces, con la brújula del tiempo, no la hemos hallado. Dicen los Dioses, que han tratado de rastrearla con los animales sagrados, pero, tampoco han podido dar con ella, creemos, que ya no tenga una partícula de mi aroma, ni de la magia sagrada, sino, que haya sido cubierto de sombra y maldad.
- Ahora que hablamos de ello, he soñado en varias ocasiones con un dragón celoso de un tesoro, en un lugar muy lejano de aquí, pero que, posiblemente se pueda encontrar por internet, al fin y al cabo, todo lo que uno busque, lo encuentra ahí. Sé que puede sonar descabellado, pero podemos intentar buscar el sitio, por los recuerdos, que guardo de ese sueño, pues, se ha repetido infinidad de veces, como si algo tuviera que decir o descubrir.
- Tiene lógica, entonces te encargo esa misión, Agatha. Por ahora, debo irme, el tiempo para las hadas en la tierra, es escaso, aun siendo la Reina de ellas, debo volver. Nos veremos pronto, volveré en menos de lo que te imaginas.
- De acuerdo, mi Señora. Aquí, estaré esperándola.
- Antes de marcharme, ¿te puedo pedir, dos favores?
- Por supuesto. Dígame.
- El primero es que le digas a mi princesa Constanza, que la amo, que nunca deje de creer en la magia y el segundo, pero, no menos importante; que intentes hasta lo imposible, por hacer que las otras luces, sean parte de nuestros Guerreros, sin ellas, incluyendo a mi amada nieta, y, sin ti, Alvaro y Bruno, no podemos hacer nada, al igual que a Sebastián; el Chef enamorado de Regina y a Ignacio, tu poeta admirador, ellos también hacen parte de este todo, así como otros dos que llegarán cuando los Dioses, lo dispongan.
- ¿Ellos también?, pero a Sebastián no lo conozco y a Ignacio, apenas lo conocí ayer, ni siquiera hemos coincidido de nuevo.
- No te preocupes por eso... El tiempo de Dios, siempre será perfecto, así como el de los Dioses de la Dimensión Perdida. Ya coincidirán, una vez más y otra, y otra vez, hasta que él mismo decida, ser un Guerrero de Luz.
Al terminar de decir, éstas palabras, Denu o Aine, que al fin y al cabo son las mismas, sólo que en dos formas diferentes; hada y humana, desaparece entre un haz de luz, dejando sólo micro-partículas de polvo de hadas, esparcidas por todo el lugar.
Entretanto, suena la campanilla plateada colgante, encima de la puerta de la tienda:
Ding, Dong, Ding, Dong
- Buenos días, señorita Agatha, ¿se encuentra por aquí?
Agatha, se asoma por la cortina de bambúes, del consultorio esotérico y se da cuenta que ha llegado su próxima clienta, puntual, como siempre, por lo que sale a saludarla y darle la bienvenida:
- Buenos días, Señora Migdalia, un placer tenerla nuevamente por aquí, pase, siéntese, ¿Cómo se encuentra hoy?, ¿Gusta tomar algo?
- Estoy muy bien mi querida Agatha, encantada de verte. Pues, sí, te acepto un té inglés.
- Perfecto, ya se lo traigo, póngase cómoda, mientras la atiendo.
- Y, ¿la muchacha que te ayudaba?, ¿No vino hoy?
- Tuvo que hacer unas diligencias a primera hora, debe estar por llegar.
- Ahh, con razón, no está aquí, ella es muy puntual, yo he llegado aquí a las seis de la mañana y ella, como un clavel, hasta con el cafecito listo para servir.
- Sí, también es muy eficiente. Bien, Señora Migdalia, ¿Qué me la trae hoy por aquí?
- Mi querida Agatha, he tenido unas conexiones muy extrañas últimamente, son como espirituales y a la vez humanas, no me sé explicar bien.
- Creo tener una idea de lo que trata de explicarme, pase por aquí, Señora Migdalia, deje todo lo que trae en esa cesta, esto, es para desprenderse de las cosas materiales, ya que vamos a entrar en un tema espiritual y para que fluya, lo mejor es dejar esas cosas a un lado.
- Claro, Agatha, enseguida, tu eres la que sabe.
Mientras la Señora Migdalia, comienza a desprenderse de todas las cosas materiales que trae con ella; Agatha, comienza a acondicionar el espacio para atraer las energías blancas y espíritus, con los que trabajarán en ese par de horas.
Luego, de preparar el lugar, con velas blancas, inciensos, unas campanitas, agua bendita y toda la energía positiva, envuelta en una bola mágica, vestidas de blanco, se disponen a entrar en el círculo sagrado de los espíritus; a lo que Agatha, comienza a explicarle a la Señora Migdalia:
- Bien, Señora Migdalia, antes de comenzar con el ritual espiritual, le voy a explicar lo que quiere saber acerca de los “Seres de Luz”, pues, tiene dudas acerca de ellos y por eso ha venido, aparte de realizar la conexión con su difunto esposo, ¿es así o me equivoco?
- No se equivoca, Agatha, es esa mi misión el día de hoy, en ésta consulta.
- De acuerdo, pues antes de todo, debe saber que: “Los seres de luz, son seres que se encuentran en otra dimensión, en un nivel de energía superior, en otro plano que no es el plano terrenal, son seres espirituales, no materiales, pero de igualmente se pueden manifestar ante nosotros de diferentes maneras. Estos seres pueden ser familiares que fallecieron o ángeles, arcángeles, maestros, entidades cósmicas, entre otros, que se presentan ante nosotros para ofrecernos lo que llamamos la energía de los seres de luz humanos, que es un tipo de energía positiva, llena de buena vibra y guía espiritual.
- Puede ser mi Francisco, el que ha estado rondándome para brindarme esa energía, ¿No es así, Agatha?
- Es posible, mi querida Señora Migdalia. Debemos entender que más allá del mundo terrenal, el mundo en que nos encontramos, en el que nos relacionamos a diario a través de nuestros sentidos y conocimientos, se encuentra un mundo diferente, distinto y más especial, es una dimensión donde no encuentras límites de tiempo o espacio, discordias, enfermedades, problemas, este es un mundo espiritual. Es aquí donde se encuentran los seres de luz.
Nosotros que somos seres humanos, que tenemos cuerpo y alma podemos aprender a desarrollar la parte espiritual, esta parte que nos hará canalizar las energías y entender la guía que los seres de luz nos dan, algunas veces estos seres se presentan de manera visible, pero en ocasiones lo hacen en sueños, telepáticamente y hasta en nuestra mente como visiones que nos llegan como una experiencia extrasensorial. Aunque se nos haga difícil entender la información que nos dan los seres de luz, conforme pase el tiempo y vayamos desarrollando este sentido espiritual y transformemos nuestros sentidos, más sencilla se hará la comprensión.
identificar la energía transmitida por los seres de luz, esto lo hacemos a través del corazón. Hay momentos que nos encontramos conversando con una persona y sentimos un inmenso bienestar y sentido de paz y tranquilidad sin que haya pasado nada sorprendente, es ese momento donde esa persona de manera inconsciente nos brinda su energía positiva, sin embargo, en otro momento nos pueden arrebatar la energía de igual manera, aunque de forma inconsciente, pero esto ocurre cuando no dominamos este sentido espiritual.
Estos seres están siempre presentes en nuestra vida, de maneras distintas como una luz grande brillante, pura, limpia, con una claridad particular, otros con una forma física y es fácil darse cuenta de ellos, nos sentimos a gusto con ellos, pues, son seres de luz humanos.
Estos seres de luz humanos, pueden ser desde maestros y maestras espirituales encarnados, desde un bebe de mirada sabía que cuando se está en su presencia, se siente una gran paz, que han llegado a la tierra en grandes oleadas para equilibrar con su presencia; su luz, sobre la oscuridad energética, que amenaza muchas veces nuestro planeta.
Ellos viven entre nosotros, ayudándonos a ser mejores personas, brindándonos su energía positiva y su potencial espiritual, lo que nos ayuda a equilibrarnos en este mundo material.
Habiendo explicado a su clienta, quienes son los seres de luz humanos y cuál es su misión, ante otro ser humano, latente y vibrante en éste mundo terrenal. Se dispusieron a concentrarse en la conexión directa con ese ser de luz que está muy cerca de la Señora Migdalia y de ella, de Agatha, aun sin saberlo pero que está por descubrir.