Contrato

1160 Palabras
CAPITULO IV CONTRATO El enojo de Alex era tan grande, que pude sentir como tenía ganas de matarme en ese mismo instante; al intentar asimilar todo de lo que me habló Silvio era verdad, pensé... ¿Estoy Loca? Era imposible que algo así pudiese ser verdad, pero lo era; acababa de ver a Alex… -¡a Alex!- Mi ídolo, mi amor platónico. El se ha convertido en todo lo que ni siquiera llegué a imaginar. _Más vale que ahora mismo regreses a la casa, si te quedas un minuto más viéndome con esa expresión de mujer estúpida e incrédula, voy a olvidar todo, y morirás de una manera lenta. -La voz de Alex sonaba cada vez con más enojo- Di vuelta y volví a casa, tal vez mis instintos de supervivencia me hicieron reaccionar de esa manera. -No quería morir, por qué iba a morir así y de esa manera, en un lugar absurdo. ALEX ¿Cómo demonios esta mujer pudo siquiera cortarme con esa puta navaja, como putas baje la guardia tan fácilmente? -Esto no puede pasarte Alex- Me reproché a mí mismo. ¿Le había dado una oportunidad a una loca que no es capaz de escuchar y que reacciona tan impulsivamente?. Cuando llegue a la casa, Silvio me informo que Betsaida había salido sin rumbo, y que no dijo nada, solamente quiso huir, Bueno, en su situación cualquiera lo hubiera hecho.- Suspiré y mostré un poco de comprensión- Me hervía la sangre cada vez que la observaba, ¿Cómo podría una mujer como ella ser la elegida para una misión tan importante? Su sola presencia hacía que me inquietara, me estorbaba tener cerca a alguien tan débil y con un temperamento volátil. -¡Mierda! -gruñí y volví a la casa- Estuve allí en menos de 1 minuto, pero ella jamás llegó. No veía la hora de decirle sus obligaciones de ahora en más y no tener que verla si no fuese estrictamente necesario. BETSAIDA. Es un vampiro… Es un vampiro… Es un vam...pi.. un vampiro. -Me lo repetía una y otra vez- El mundo que creí conocer no era más que una farsa, el hombre que admiraba tanto, era nada más y nada menos que un ¡VAMPIRO!. Mientras caminaba, ya mi estado de shock pareciera ir desapareciendo, y sentí que volví a aterrizar, el mayordomo me dijo que mi familia había sido pagada. Pero... ni siquiera les importé. Mis pies estaban hinchados, y heridos por el dolor de caminar descalza todo ese trayecto de ida y vuelta hasta la casa. -Debo estar tranquila- Me dije a mi misma. Si hubiese querido asesinarme, ya lo hubiera hecho. Definitivamente no quiero morir, ni siquiera he terminado mi carrera, ni siquiera encontré un trabajo agradable. ¡Rayos!, aún no he hecho nada con mi vida. Sea lo que sea, debía cumplir lo que Alex me pediría, lo veía como si fuese el jefe de una mafia, a quien si lo traicionas, ya debes olvidarte de seguir respirando. _Bien, ya estás aquí. -Alex Rompió el silencio - Nos quedamos en un cuarto que era como una sala, se notaba el lujo en los muebles y el piso de mármol, la iluminación era tenue y le daba un toque de miedo al lugar, todo en esa casa parecía demasiado grande, la habitación en donde estuve anteriormente, y ahora la sala. Era como una construcción antigua, el techo era muy alto en comparación a las casas “normales”. _Voy a escuchar todo lo que quiera decirme -Permanecí cabizbaja , me senté y apoyé mis manos en mis rodillas- Mi respiración seguía agitada. _Como te explicó Silvio, fuiste mordida, más bien masticada por un rezagado y no falleciste, a decir verdad te recuperaste más rápido de lo que imagine; eso indica que tu sangre es fuerte, y que puedes resistir ciertas cosas que cualquiera no podría. También indica que si pierdes mucha sangre, la recuperas pronto con la medicina OMEG, esta medicina fue diseñada para que cuando un humano fuese mordido, se la apliquemos y la muerte queda como un accidente, o causas naturales, se borra el rastro de la mordida, o de cualquier otro rastro más macabro, la piel se regenera, y en casos menos graves la sangre también, y el ser humano no muere, se recupera y no recuerda nada. Tu eres… Diferente -Explicó Alex, nuevamente con un tono de resignación-; con 3 dosis de la medicina OMEG, hizo que mejoraras en 10 días, en el mejor de los casos una persona se recupera en 1 año, cae en coma y puede que despierte, o puede que no. Un ataque leve, hace que te recuperes en 5 días y que olvides todo lo ocurrido en las últimas 12 horas. tus recuerdos quedan borrados. e _¿Tu recuerdas algo?- Se acercó a mí, levantó mi rostro, yo de igual manera no me atreví a verlo a los ojos- _Solo recuerdo cuando estaba en el suelo, más que eso nada. -Contesté apenas, el apretó mas fuerte mi mentón para luego soltarse bruscamente- _Bueno, no podía haber sido perfecto, pero creo que es mejor así. -Acercó una silla y se sentó a centímetros de mí . Podía sentir su respiración y su presencia imponente- _Alex: Esa noche te salve la vida, te traje a mi casa, te brinde refugio, pagué una buena suma de dinero a tu familia explicándoles que tuviste un accidente, y que te quedarías a mi cargo, a cambio ellos no debían hacer una denuncia al respecto de tu desaparición; para mi tranquilidad y por el bien de ellos, tu padre no dudó un instante en aceptar el dinero. Inclusive se mudaron del lugar donde vivías con ellos, tenían demasiadas deudas según tengo entendido gracias a la información que manejo. Y tú; bueno, olvídate del trabajo mal pagado que tenias y de todo lo que estabas haciendo, ahora me perteneces, pagué mucho por ti, firmaste con tu propia sangre, esos contratos no pueden ser rescindidos, más aún porque no tienes otra alternativa. -Afirmé- ¡Mírame cuando te hablo!, - Tomé su rostro con mis manos, y sus lágrimas cayeron en ellas- Si prefieres no responder, de acuerdo, creo que todo este drama fue suficiente por hoy; descansarás dos días y luego iniciarás con las tareas que tienes. -Seguí sosteniendo su rostro, mientras más lagrimas caían de sus ojos- _Recuerda mirarme cuando te dirijo la palabra. - le dije al oído- -La solté bruscamente- La marca del apretón quedaron rojizas en su mejilla. _Betsaida: - ¿Yo firmé un contrato? -mi voz se tornó débil- _Alex: Lo hiciste. -llegué hasta la puerta y voltee a observar- No lo recuerdas, pero tu firmaste y diste tu consentimiento, con puño y letra además de tu sangre. _Betsaida: ¿Cuánto tiempo dura el contrato? -mi voz sonaba débil y temblorosa- _Alex: Me perteneces hasta que yo lo decida o hasta que tu ya no resistas. Abandoné la habitación rápidamente.
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