Lelliana había muerto, sola y a los pies de aquella extraña mujer que había olvidado el desgastado libro sobre el mostrador de la cafetería donde trabajaba.
Resignada al triste final de su vida, despertar en el cuerpo de una niña de diez años ciertamente no había sido lo que esperaba, menos aún cuando el mundo que la rodeaba se trataba del mismo que se encontraba entre las paginas de aquel libro, donde la magia es real, hay gente tras la corona y un joven emperador con corazón de hielo condenaría a sus propios sobrinos por una hija que no es suya.
Lelliana, quien ha asumido el papel de sirvienta para la joven y futura difunta princesa Erinn, no tiene idea de como ha llegado hasta ese lugar sin embargo, mientras intenta descubrir los secretos de su llegada tiene dos objetivos muy en claro: primero, salvar a los dos pequeños herederos de un destino injusto y, mucho más importante, mantenerse alejada de Kirian Maximus Delhell.