Mi Profesor

Aria Mi vida no es para nada perfecta, bueno, vivo con mi padre y mi hermano. Mi madre murió cuando era niña, siempre he estado sola prácticamente. Aunque Carla, mi nana se ha echo cargo de mí todo este tiempo, pero..., no es lo mismo como tener la atención de tu propia familia. La quiero como una abuela, ya que siempre me ha cuidado. Mi padre trabaja de doctor en el hospital del pueblo, siempre pasa ocupado y por ende nunca tiene tiempo para mí, tampoco para Daniel, mi hermano, él es el capitán del equipo de fútbol. Siempre anda en fiestas con sus amigos. Esto es tan frustrante, por lo general me la paso en casa de mi amiga Melanie, somos amigas desde que ella se mudó a este pueblo, hace algunos años. Recojo mi cabello mirándome al espejo. Y veo una chica de diecisiete años, cabello castaño claro no muy largo, ojos miel, de tez blanca. Tengo puesto unos jeans ajustados, una blusa roja y una chaqueta negra. Suspiro y cojo mi mochila para después salir de la habitación, hasta llegar a la cocina. —Nana, buenos días. —Le doy un beso en la mejilla, y me siento a desayunar. —Hola, mi niña. —Dice dejando el plato en la mesa. —¿Mi padre ya se fue? ¿Y Daniel? —Elliot se fue muy temprano al hospital. Y Daniel acabó de irse. —Perfecto, otra vez me toca caminar. —Bufo molesta. *** —¡Aria! —Chilla mi amiga Melanie y se me lanza encima. —¡Hola, Mel! —Exclamo abrazándola. —Vamos a buscar a Luke. —Me hala por el brazo. —Espera, tengo que buscar los libros de mi primera hora de clases. —Ella asiente. —Te acompaño. —Nos dirigimos a mi casillero, según mi horario tengo "Biología" a primera hora. Al llegar, tomo los libros y nos vamos en busca de Luke, él es mi mejor amigo, a veces las personas se confunden y piensa que somos novios, por como nos tratamos. ¿Pero cómo no? No los culpo. Nuestra forma de tratarnos da mucho que pensar. Mel sonríe al ver a mi amigo, que está al lado de una pelirroja, él al verme alza una mano y me sonríe, mi amiga Mel está enamorada de él, sólo que no se atreve a decírselo por miedo de que él la rechace... Y arruine su amistad, dado que los tres pasamos de fiesta en fiesta. Llego hasta donde está mi amigo y lo saludo. —Hola, guapo. —Le doy un beso en la mejilla. —Hola, hermosa. —Me abraza y luego se dirige a Mel y también la saluda, noto como el rubor se expande en sus mejillas. Muerdo mi labio para no soltar una carcajada. Ella al percatarse, me fulmina con la mirada, entonces le guiño un ojo. —Les presento a Victoria. —Hace una pausa y le toma la mano a la pelirroja. —Desde ayer somos novios. Miro a mi amiga, la cual ha dejado de sonreír, bajo la mirada. Sé que ella nunca le ha dicho que está enamorada de él, pero tampoco se lo merece. Miro a Luke, éste nos mira con el ceño fruncido por nuestra actitud, en especial.., la de Mel, de repente ella sonríe, la conozco y sé que es una sonrisa forzada, ella está disimulando el dolor que siente al saber que Luke tiene novia. —Mucho gusto, Aria Williams. —Extiendo mi mano dedicándole una sonrisa. —El gusto es mío, Victoria Jones, pero dime Viki. —Dice correspondiendo al saludo. —Melanie Taylor. —Dice mi amiga forzando una sonrisa. —Lindo nombre. —Sonríe. —Llámame Viki. —Sí, ya te escuché. —Replica mi amiga. Abro los ojos como platos al escucharla, quizás Mel no es tan fuerte como pensé. Luke la mira confuso. De repente, Mel gira sobre sus talones y se marcha, les dedico una sonrisa para después irme detrás de ella, la veo dirigirse a los baños, e inmediatamente me adentro y me percato de que está llorando. —Mel. —Murmuro abrazándola. —Shh, no llores. —Me duele verlo con ella. —Solloza escondiendo su cara. —Pero... Sé que es mi culpa ya que nunca me atreví a decirle nada; pero de todas formas me duele. —Dice con rabia. —Ay, amiga, no te eches la culpa, y ya no llores que vas a arruinar tu maquillaje. —Ella sonríe y se mira al espejo. —Me veo horrible. —Hace un puchero. —¿Sabías que el profesor de Biología lo van a despedir porque se acuesta con Susan? —Dice limpiándose las lágrimas. —La líder de las porristas. —Asiente. —Osea que muy pronto tenemos profesor nuevo. —Digo en forma coqueta, ella suelta una carcajada. Cuando terminamos de hablar nos fuimos a nuestras respectivas clases, yo a Biología, no se niega, el profesor es muy guapo, pero lo van a despedir por acostarse con una alumna y dudo mucho que Susan sea la primera. Al terminar la clase, recojo mis cosas y salgo del salón rápidamente. Me dirijo a la cafetería, siempre nos sentamos los tres, pero por lo visto hoy no será así, Mel se encuentra sola en una mesa leyendo un libro, y Luke en otra con Victoria, ¿Qué hago? Pues..., obviamente me voy a sentar con mi amiga. *** —¡Nana, ya llegué! —Exclamo tirando la mochila en un sofá, camino hacia la cocina. —Hola, mi niña, siéntate para que comas algo. —Dice mientras se seca las manos con una toalla. —¿Y Daniel? —Pregunto y vierto un poco de zumo en un vaso. —Está en su habitación, con su amigo Dylan. —Hace una mueca. —Espero que tengas hambre. —Coloca el plato en la mesa y de inmediato ese exquisito olor llega a mis fosas nasales. —Sí, y mucha. —Digo sobando mi estómago por encima de la tela. Ella sonríe. Me siento a la mesa y me devoro toda la comida. A veces me pongo a pensar en como sería mi vida si mi madre estuviera viva. Aunque he tenido el cariño y amor de mi nana, pero, no es igual. subo a mi habitación, me pongo a leer un libro, esta tarde me quedaré en casa, no saldré a ninguna parte. Tras varias horas leyendo, miro el reloj que yace en la pared y me percato de que son las 8 de la noche, decido darme una larga ducha. Al salir me coloco mi pijama, sí, porque ahora bajo a cenar y después a dormir. *** —Entonces te preguntó por reaccionar así, ayer. —Me encuentro en la cafetería hablando con mi amiga Mel. —Sí. —Suspira colocando las manos en su cabeza. —Le dije, que, no quería perder su amistad y como ahora tenía novia iba a cambiar con nosotras, es decir..., que ya no iba a pasar tanto tiempo con nosotras y por ende nos íbamos a distanciar. —¿Y qué te dijo? —Digo y muerdo un pedazo de pizza. —Se lo creyó, me abrazó y me dijo que nada iba a cambiar. —Murmura mirando a un punto fijo. —Amiga. —Llamo su atención. —Cuando Luke se deje con Victoria, le dices que siempre haz estado enamorada de él. —Niega frenéticamente con la cabeza. —Si no lo haces tú. —La señalo. —Lo hago yo. —Añado decidida. —Aria, mañana viene el nuevo profesor de Biología. —Veo que hace un baile sensual con las cejas. —¿De verdad? —Sí. Por lo que he escuchado, es muy guapo, se llama Christian Sullivan. —Suspira apoyando los codos en la mesa. Entrelaza los dedos y apoya la barbilla sobre ellos. —Te imaginas si ese profesor se fijara en alguna de las dos, si lo hace en mí, dejaría de sufrir por Luke. —Suelta una larga exhalación. Pongo mis ojos en blanco. —Deja de soñar, eso nunca va a pasar.