—Por favor, toma asiento —invitó Lenox a la rusa, ofreciéndole una bebida antes de sentarse frente a ella en el escritorio.
—¿Qué sucede? —preguntó ella, tomando la bebida y mirándolo con evidente preocupación —Estoy nerviosa, ¿ocurrió algo malo?.
—Un amigo mío está en este hospital —confesó, vacilante pero con semblante serio —. Habíamos hablado días atrás, justo después de su regreso de viaje.
—¿Y eso tiene algo que ver conmigo? —preguntó ella, mostrando creciente confusión.
—Tiene mucho que ver —continuó Lenox —. Resulta que él es primo de Lirio Moretti, la amante de tu esposo.
—¿Qué?.
—Fue llevado a urgencias por un presunto accidente automovilístico, pero las investigaciones confirmaron problemas en los frenos del automóvil.
—¿Murió?.
—No, está en cuidados intensivos —resopló
