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Atenea despertó abruptamente, sus ojos se abrieron de golpe en una habitación desconocida. Se incorporó agitada, sintiendo un aleteo extraño en su corazón. Al parpadear, se percató de que no estaba en su habitación habitual. Recuerdos olvidados de dos años atrás resurgieron, claros y vívidos en su mente. La confusión se apoderó de ella al cuestionar por qué había perdido la memoria. ¿Fue el día de su accidente?.
Respirando pesadamente, Atenea se dio cuenta de que su vida estaba llena de piezas fuera de lugar, revelando que no todo era lo que parecía. Sacudió la cabeza, recordando que minutos antes estaba inmersa en un sueño donde lamentaba haber dejado a un hombre que le hizo sentir emociones extraordinarias en un solo día.
Al girar la cabeza, descubrió al hombre dormido a su
