Freya ya está bien acostumbrada a sus espantosas ojeras que le cuelgan hasta el suelo, a los cambios de su cuerpo y a basar su felicidad en ser una fangirl a tiempo completo. A lo que definitivamente no está acostumbrada es a sentir un zoológico en su estómago cuando ve a su compañero de clases: Tom Harper.
El amor no siempre es correspondido. La ironía es una exquisita combinación agridulce. Y en una ciudad tan grande los corazones destrozados abundan.
❛¿Qué te rompieron el corazón? ¡Oh, bienvenido/a! Cuéntanos tus penas mientras maldecimos al responsable.❜