Capítulo 4
Un terrible susto
Alice.
Escuché un sonido muy fuerte mientras el chofer conducía, quise que nos detuviéramos, porque el clima no ayudaba, y no ignoraría a alguien quien necesita de ayuda.
—Por favor retroceda, debemos llamar a una ambulancia, hacer algo, porque evidentemente ocurrió un accidente, lo escuché bien.
—De acuerdo señorita, solo no se acerque demasiado, por favor, su padre me encomendó buscarla y llevarla al aeropuerto, es mi trabajo.
—No se preocupe, solo iremos, y llamaremos a una ambulancia, y a los bomberos, luego seguiremos nuestro camino.
En unos pocos minutos llegamos al lugar, la lluvia continuaba, aunque ya no de manera tan intensa y abrumadora como hace unos minutos, le pedí al chofer que estacione a un costado, entonces procedí a realizar las llamadas pertinentes, me fijé un poco más y noté que aquel auto poseía un aspecto familiar…
«No, es imposible, de seguro él ya habrá dado el “sí”.».
—Señorita, por favor no se acerque, ya hizo demasiado por estas personas regresando hasta aquí, podría perder el vuelo, su padre estuvo insistente a fin de encontrar un asiento libre, cuando el clima mejore, su vuelo despegará.
«Ni siquiera sé a dónde iré, le dije a mi padre que no mencionara el país al cual iría, de esa manera, yo misma evitará tentaciones de decirle a Mauri.» Sería más doloroso saber que ni siquiera pensaría en ir a buscarme.
—Debo ir, si es posible ayudar, entonces lo haré, ya regreso en un momento. Fui caminando con sigilo hasta el automóvil, pues vi que el camión grande no sufrió muchos daños, el conductor se bajó y fue hasta el auto.
«No…»
«Se trata del automóvil de…»
—¡Mauri!... ¿Eres tu Ari?.
Llegué hasta el asiento del conductor, definitivamente era él, pero seguía inconsciente,
—¡Despierta!... ¿Qué hacías en la carretera en el día de tu boda?. —La ambulancia llegó rápidamente, ignoré las palabras del otro conductor, no me interesaba saber quién era el culpable, solo me importa que Ari despierte y esté a salvo.
—Señorita… —El chofer se acerca a mí.
—Dile a mi papá que tomaré el vuelo después, no puedo irme ahora.
Mis ojos se empaparon enseguida, él seguía dormido, los paramédicos permitieron que los acompañara, llamé a mi tía Aurora, la madre de Ari, desde pequeña le llamo “tía” de cariño, pero en realidad no somos familiares sanguíneos.
—¿Alice?. —Él despertó mientras seguíamos camino al hospital.
—Sí, soy yo, es mejor que no hables.
—¿No viajaste?. ¿O estoy soñando?.
—No estás soñando, ojalá fuese un sueño, pero no lo es. —Él se queja de dolor al llevar una de sus manos hasta su muslo derecho.
—Por favor no hable. —Uno de los paramédicos me observa algo enfadado. — Señorita, es un requerimiento.
—Lo lamento. —Me disculpo, pero Ari no suelta mi mano.
—¡Demonios!, me duele demasiado.
—Ya… ya estamos cerca del hospital.
Intento mantener la calma, pero no me agrada verlo sufrir, yo quiero que esté bien, cuando bajamos de la ambulancia, ya en la sala de urgencias, una doctora pide que le administren algún calmante.
—Alice, ¿y mi hijo?. ¿Tú estás bien? —Aurora llegó temblorosa, junto a su esposo.
—Lo están atendiendo, la doctora saldrá enseguida, estoy bien… —Aurora va casi corriendo, en lo que el padre de Ari se acerca a mí.
—Alice… ¿Cómo lo viste?. ¿Qué sucedió?.
—Escuché un fuerte choque de automóviles, entonces retrocedí y lo encontré allí, me asusté mucho, pero pudo hablar conmigo… Sé que estará bien.
—Bien, gracias por haberlo ayudado, aunque no comprendo a dónde se dirigía, mientras se llevaba a cabo su propia boda.
—No lo sé, tal vez quiso darle una sorpresa a su novia. —Respondo con desgano.
—Bien, eso no es lo importante ahora, iré con mi esposa. —Asiento ante su respuesta, yo seguía empapada, me veo terrible, cuando acomodo un poco mi cabello, alguien viene justo detrás de mí y me jala con fuerza.
—¡Te detesto!, tú arruinaste mi boda, desde que te vi supe que serias muy molesta y un estorbo. — No dejo que me siga jalando del cabello, volteo y la tomó del brazo con fuerza.
«¿Charlotte?»
—No sé de que hablas, pero no vuelvas a ponerme un dedo encima. —La presiono con fuerza en ambos brazos, y luego la empujo, ella siguió con sus indultos, pero ya no me agredió físicamente.
—¡Él fue a buscarte!, por eso se accidentó, y mi boda se arruinó por completo, , estoy segura de que lo planeaste todo, y luego dices que eres ¿su amiga?, es muy obvio que sientes envidia.
«¿Fue a buscarme?, pero… ¿Para qué?, no tiene sentido.»
—¡Charlotte, cálmate!. — Casimir es quien la lleva hasta uno de los asientos.
—¿Por qué me culpa?, yo no lo llamé.
—¡Vete de aquí Alice!, es culpa tuya.
—Será mejor que te vayas a casa, puedo acompañarte.
—Ya tengo con quién regresar, pero deseo quedarme hasta saber cómo sigue.
—Es mala idea Alice, ya viste cómo está su novia, si te quedas, la situación empeorará, ella está segura de tu culpabilidad.
—¿De verdad fue tras de mí? No lo entiendo…
—Para nuestra mala suerte fue así, Briz lo mencionó cerca de Charlotte, entonces por eso ella piensa que tú… Bueno, tal vez lo llamaste o algo parecido, Briz se quedó a llenar unos documentos, debe estar por subir.
«Entonces tengo cierta culpabilidad…»
—No lo hice, jamás le pediría algo así en su propia boda…
«¿Se casó o no lo hizo?.»
—Menos mal, pero ya sabes como es de impulsivo, de seguro quiso que te quedaras hasta el final en la fiesta. —Si es como lo menciona Casimir, sería una petición muy cruel de parte de Mauri.
—Esperaré a Briz, luego me iré, por favor dile que estaré un piso más abajo, para evitar inconvenientes aquí.
—Se lo diré…
Me alejo y voy en dirección al elevador.
«Sé que no es grave Ari, por favor... Que no sea grave...»