POV Perla —¿A dónde crees que vas? —Voy detrás de Lauro después de entrar a casa—. ¡No me dejes hablando sola! Pero él no me escucha y sigue caminando hasta llegar a las escaleras y subirlas. —Lauro, te estoy hablando. No vas a permitir que esto se quede así, no puedes dejar que ella se salga con la suya. Sus piernas van cada vez más rápido y cuando llega a nuestra habitación, ingresa y me cierra la puerta en la cara. —Lauro, maldita sea, ¿cómo se te ocurre cerrarme la puerta? ¿Quién te crees tú? Estúpido, tonto —Pateo y golpeo la puerta con fuerza, llamándolo una y otra vez, pero él no se atreve a responderme. Para empeorar la situación, mi madre no se encontraba, por lo que mis reclamos no servirían de nada. Entonces recordé la llave que estaba en su habitación. Ella tenía las llav