Quisiera estar ya en Huntington Beach y poner distancia a la tentación que significa estar tan cerca de ella, pero el coctel de esta noche me ha impedido ir a casa de mi familia y huir de lo que significa estar en Los Ángeles. He hecho mi mejor esfuerzo por no pensarla más, pero esos ojos esmeraldas regresaron a mi mente una y otra vez. Mi piel se ha prendido fuego al imaginarse que me volvía a acariciar, mis labios mueren por volver a besarla, pero mi mente, ha luchado contra ellos e ha intentado convencerlos de que ella era peligrosa; de que era mala para mí. Pantalón n***o de vestir, camisa blanca con sus dos primeros botones desabrochados, y americana haciendo juego con el pantalón y los zapatos que llevo puestos. Salgo de mi casa voy al estacionamiento, abro el auto, me subo, y empr