Capítulo 26. No lo hagas papá, cuida de mis hijos.
Sir Artur no podía dejar de observar al hombre frente a él, Mauricio Thompson, nervioso y con la ansiedad reflejada en su rostro, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para evitar la quiebra de su empresa, lo que sea.
-- Señor Berinson, necesito su ayuda de verdad. Mi empresa está a punto de quebrar y la única esperanza que tengo es encontrar a mi amada sobrina, ella es la heredera legítima de los Thompson, y solo ella puede recuperar el control de los activos de mi familia – sir Artur ya sabía toda la historia y escucharlo hablar solo lo molestaba más, ese hombre pudo criar a esa niña como suya y velar por el patrimonio de la familia, sin embargo, prefirió arrojarla a la calle y ahora pretendía mentir y engañar al hombre frente a él.
