Amor Intermedio

9. Sentimientos Al Descubierto

**Llegó aquel día en el que nos volvimos a ver y fue en ese preciso momento donde comprendí todo lo que hasta ahora había evitado reconocer. **

22 de agosto

Estoy demasiado nerviosa. No sé si es porque volveré a verlo, o porque debo demostrar mi mejor faceta profesional frente a él. Lo único que tengo claro en este instante es que faltan apenas minutos para que el reloj marque la hora acordada. Me miro en el espejo ubicado frente al lavamanos del baño de mi oficina y apruebo el maquillaje que llevo puesto. Labial color caramelo, sombra natural, y mi cabello en ondas. Observo el pantalón n***o ajustado, la camiseta del mismo color, mis brazaletes. Todo se ve bien.

Me dispongo a salir del baño cuando escucho que golpean la puerta de mi oficina y de inmediato salgo. —¡Adelante!— Digo alto y allí está Ana.

—Serena, Gael ha llegado. — Me informa y asiento.

—Vale, dile que pase.— Le dejo saber algo nerviosa y me siento en la silla detrás de mi escritorio para luego buscar la lista de las fotografías que debo tomar.

—Permiso. — Escucho decir y al levantar mi mirada allí está él con ese vaquero lo suficientemente ajustado y camiseta blanca.

Se ve igual de sexy que aquel día que lo observé detenidamente por primera vez.

«¡Concéntrate Serena! Me grita mi subconsciente».

—Hola, Gael, bienvenido a "PubliMac."— Le digo intentando sonar lo más segura del mundo y me pongo de pie para ir hacia él y saludarlo con dos besos.

«Joder que es difícil... ¿Por qué?»

Serena, madura... ha sido solo un rato de diversión, pero sabías que no duraría para siempre.

—Gracias, estoy impresionado. — Comenta mirando a su alrededor y lo miro confundida.

—¿Y eso?— Cuestiono.

—Cuando decías que eras publicista imaginaba una pequeña oficina con un escritorio y tú detrás, pero no todo este lugar donde incluso tienes estudio de fotografía y video... Además, trabajan varias personas aquí. Felicidades.— Me dice de manera amable y sonrió.

—Ha costado mucho llegar hasta aquí, pero lo he conseguido y bueno, ahora tengo el placer de trabajar en una campaña donde está nada más ni nada menos que Gael Martin— Digo con una enorme sonrisa y por un momento nos quedamos mirando el uno al otro.

—No es para tanto. — Responde después de una larga pausa y esquivamos nuestras miradas.

—Lo es y permíteme comentarte que se te ve feliz. Supongo que las cosas con Delfina han mejorado. — Hablo y no sé ni porqué he dicho eso.

—Sí, hemos hablado y arreglado las cosas. Ha incluso aceptado formar parte de mi vida laboral un poco. — Explica sin mirarme a la cara. —¿Y tú? ¿Cómo te ha ido estas semanas? — Pregunta y encojo mis hombros.

No puedo creer lo frío que estamos actuando. Hace prácticamente nada estábamos enredándonos en una cama sin siquiera darnos tiempo para respirar.

—Bien, muy ocupada con varios proyectos.— Me limito a responder.

«¿Qué le voy a decir?, ¿qué lo he estado espiando en i********:? Sería ridículo».

—Ya...— Murmura y allí está el silencio nuevamente.

—Bueno, vayamos al estudio. Tienes que probarte la ropa que hemos elegido para la sesión de fotos de hoy. — Propongo y solamente asiente.

Al salir de la oficina, caminamos por el pasillo bajo la atenta mirada de los diseñadores gráficos que trabajan conmigo e incluso de Ana y las demás chicas que trabajan en el departamento de relaciones públicas y finanzas. Todos lo observan y sé que se están conteniendo para pedirle una foto.

—Discúlpalos, Gael.— Digo mientras abro la puerta del estudio. –No todos los días viene alguien como tú. — Digo entre risas.

—No hay problema, pero ¿con quién trabajas normalmente?— Indaga.

—Modelos, ya sabes, personas menos famosas que tú.— Explico.

—Pero si más guapas que yo seguramente.— Dice serio y solo río.

—Eso lo podemos discutir luego. — Me limito a responder y es él quién ríe esta vez.

—¡Por Dios!— Grita Sara al ver a Gael y viene corriendo hacia él para abrazarlo.

—¡Sara, por favor contrólate!— Le pido entre risas y Gael amablemente la abraza—Lo siento, es que es tu fan y mi mejor amiga.— Explico.

Él no me dice nada y únicamente habla con Sara mientras ella le explica que tanto lo admira. Si tan solamente ella supiera lo que ha pasado.

—Vale, amiga debo trabajar.— Le pido entre risas —Luego lo maquillas y siguen hablando.— Le pido mientras intento que se vaya.

—¡Luego hablamos!— Exclama ella y él solamente asiente.

—Lo siento mucho Gael.— Digo avergonzada y él me mira entrecerrando sus ojos.

—¿Ella supo que...?— Intenta preguntar, pero niego de inmediato.

—Nadie lo sabe. Ahora ven que te muestro la ropa.— Le indico y camino hacia los vestidores.

Comienzo a mostrarle las camisetas, pero Gael parece no prestar atención. Solo me mira fijamente como pensando en algo.

—¿Tú has estado bien después de aquello?— Pregunta de la nada.

No quiero responder a su pregunta, solamente le doy una camiseta azul —Pruébate esta.— Le pido y él sin rodeos comienza a quitarse la camiseta que lleva puesta. —Gael, en el vestidor. — Le regaño y él sonríe de lado.

—Creo que esto no es nada a comparación de todo lo que tú has visto.— Comenta bajito y yo siento que la temperatura del lugar aumenta drásticamente.

Quisiera responderle muchas cosas, pero el hecho de que Ana haya entrado al estudio acompañada de una mujer rubia, más o menos alta, de ojos azules y cuerpo de modelo de Victoria Secret no me ayuda, sobre todo cuando sospecho quien es. Ellas caminan hacia aquí y repentinamente la mujer abraza a Gael desde atrás.

—Disculpa por la demora mi amor, estaba en el centro comercial, pero ya estoy aquí. — Le dice y de la nada toma su rostro haciéndolo voltear y le planta un beso. —¡Oh perdona! Tú debes ser la publicista. Yo soy Delfina.— Me dice de una manera bastante prepotente y yo siento algo que hacía tiempo no sentía.

Es una sensación de dolor en mi pecho, es como si mi corazón se estuviera rompiendo —Un gusto. — Logró decir mientras que Gael me mira fijamente cuando nosotras dos nos saludamos.

***

Ese día comprendí lo que hasta aquel día intentaba negar. Mi corazón comenzaba a albergar sentimientos más profundos por Gael.