El Hombre Equivocado

AMANDA La casa del hermano de mi mejor amiga realmente era un ensueño. De esas típicas casas enormes, con gigantescos ventanales, con mucho espacio y todo inmaculadamente limpio y de colores claros. Con una decoración perfecta, muebles exquisitamente seleccionados donde se puede ver que todo es de calidad, de bastante dinero pero sin ser tan llamativo o que dé a entender de manera exagerada que es un Millonario que le sobra el dinero. Es una típica casa norteamericana a la orilla de la playa, porque si, la casa está ubicada a metros de la playa lo que hace todo, todavía más hermoso y de ensueño. Me podría quedar horas admirando su arquitectura por lo perfectamente bien diseñada que fue y el cariño que se puso en cada rincón de este lugar. Y eso que todavía no ingresamos, estamos recién traspasando la reja de ingreso pero recuerdos de años pasados llegan a mi mente. El hermano mayor de mi mejor amiga es arquitecto, uno de los más reconocidos de la ciudad o del país. La familia de Kate o Katherine, mi mejor amiga, es una de las más adineradas de la ciudad, no hay negocio que no posean o propiedad lujosa que no tengan y no sólo en california, en todo el país también. Samuel, el hermano de Kate tomó posesión del mando como CEO hace ya muchos años atrás, y desde que lo hizo, ha hecho que el negocio crezca enormemente. Haciendo que la familia Stoll sea mucho más rica de lo que ya era. Diablos, quisiera yo tener el mínimo de lo que ellos tienen y que no haría con tanto dinero. La última vez que estuve aquí, fue para el cumpleaños número 16 de Kate, ya que, quiso hacer dicha celebración en un lugar cálido como lo es Los Ángeles. Los Stoll son oriundos de Nueva York, pero Samuel cuando tomó el mando de la compañía familiar, estuvo trabajando unos años en Nueva York y luego se radicó en California que es donde vive actualmente. Durante muchos años vine junto a la familia de Kate a pasar los veranos en este lugar, donde tengo recuerdos maravillosos y donde el lugar y la casa, las siento como un segundo hogar. ¿Y qué hacemos ahora mismo aquí? Pues bueno, Kate me pidió pasar las vacaciones con ella y como no estaba pasando por un buen momento y necesitaba nuevos aires, acepte su invitación sin rechistar. Por lo cual, ahora estamos haciendo oficialmente el ingreso en la enorme mansión quedando frente a la fachada una vez el taxi se detiene, dejándome todavía más maravillada, en realidad es hermosa y sinceramente, me vería viviendo aquí por siempre. - ¡Oh, por dios! Mira este lugar, mi hermano sí que hizo sus buenas renovaciones con el exterior - suelta emocionada admirando su entorno y yo la sigo. - Si, completamente increíble - suelto admirando el lugar. Agradezco que Kate en ningún momento haya tenido la intención de conocer el lugar donde crecí y viví antes de ir a la universidad. Quisiera pensar que ella no lo juzgaría, pero no es así, porque según su norma de decir todo lo que piensa, sé que lo haría sin problema alguno y me diría hasta por qué la cama del perro no es de su agrado. Ella creció rodeada de grandes lujos, nació con una cuchara de oro, así que no tiene idea lo que es vivir con el mínimo, pelear por tener un lugar donde vivir y ropa decente que utilizar. No la juzgo, porque ella no tiene la culpa de haber nacido con la vida resulta y yo no. Yo me siento orgullosa de venir de dónde vengo, de la familia que tengo y de las cosas que hemos conseguidos. No tenemos grandes mansiones, lujos por doquier, muchos ceros en la cuenta del banco o sirvientes que hagan hasta lo más mínimos por nosotros. No, no tenemos nada de eso pero somos felices y llevamos una buena vida a pesar de no tener nada de lo que tienen los Stoll. La familia de Kate tampoco me ha tratado de manera distinta, siempre han sido muy cordiales conmigo, tratándome como si fuera una más de la familia y quizás por eso siempre me he sentido cómoda alrededor de ellos y acepto sus invitaciones a los viajes que hacen en el año y por sobre todo, en el verano. No sé en qué momento nos llegamos a hacer amigas con Kate, tenemos nuestras diferencias en muchas cosas, pero me agrada estar con ella, hemos pasado por buenos momentos juntas y nos conocemos de pequeñas, lo que ha hecho que nuestra amistad se fortalezca con el pasar de los años y más ahora que estamos en la universidad donde todo es totalmente diferente a lo que era cuando estábamos en la secundaria. Nos tocó madurar y aprender sobre la vida real de golpe o más a mí que a ella. - Tengo muchísima hambre, espero mi hermano tenga algo preparado, ya que no fue por nosotras al aeropuerto mínimo, nos tenga algo de comer - suelta Kate con una mueca en el rostro. - Si, yo también tengo hambre, el viaje fue cansador - le digo y ella sonríe tomando su maleta. - ¿Estás lista para comenzar con nuestro verano? ¿Con estas inolvidables vacaciones? - dice de lo más emocionada sacando su equipaje del coche, yo solo asiento en respuesta. Aunque no soy de salir mucho, hago el intento por acompañarla a sus aventuras para que nada malo le suceda. - Seguro que si - le digo sacando también mi equipaje. Con emoción nos movemos a la puerta principal de esta enorme casa. ¿Cómo puede vivir aquí solo una persona? ¿No se sentirá sólo todo el tiempo en un lugar así? Por más hermoso que sea, si debe de sentirse bastante solitario la mayor parte del tiempo. Hacemos ingreso y veo los cambios que ha tenido el lugar, la última vez que estuve aquí fue hace tantos años que hasta había olvidado como era todo, pero puedo ver que la mansión tiene un aura distinto, una decoración algo diferente pero muy refrescante. Se nota que los cambios que se hicieron favorecieron enormemente al lugar. Si antes lo amaba, ahora mucho más. El ruido seco de las cosas de Kate cayendo al piso me traen al presente y que le preste atención a mi amiga. - ¡Samuel! ¡Hermano mayor! - comienza a gritar por el lugar - ¡Ya estoy aquí! - grita todavía más para que la escuchen. Mientras veo como ella intenta llamar la atención de quien sea este en esta casa, yo dejo mis cosas tranquilamente en el suelo y me acomodó en el enorme sillón en el cual podría dormir cómodamente y no necesitar de una habitación para mí. - Quizás no está - le digo cuando la veo gritar como loca. - ¿Ah? Claro que está aquí, vi su coche en la entrada - suelta y yo ruedo los ojos, se comporta como una niña muchas veces, actitud que cansa en algunas ocasiones. - Entonces, debe estar ocupado - digo encogiéndome de hombros. - ¿Muy ocupado para ir en búsqueda de su hermana pequeña? Me dijo que tenía trabajo que hacer, pero por algo veo su coche en la entrada - suelta molesta cruzándose de brazos. Insisto, a veces se comporta como una niña chiquita. Yo simplemente me acomodó en los sillones mientras la veo a ella gruñir molesta por que no se hizo lo que solicitó, ya sea porque Samuel no la ve tan seguido. Hasta yo tengo un límite en sus berrinches que puedo soportar. - Quizás se fue en otro coche o no ha llegado, que se yo. Pero tampoco hay que hacer un drama por esto - suelto y Kate me fulmina con la mirada y yo levanto mi manos en son de paz. - ¿Drama? ¡Yo no estoy haciendo ningún drama! - oh, si lo hace pero mejor no diré nada y por esta vez me quedaré en silencio. No deseo que mis vacaciones comiencen con el pie izquierdo. - Se supone que si no iba por mí, al menos estaría aquí para recibirme - se sigue quejando, yo solo la veo. La veo ir a la cocina gritando el nombre de su hermano, mientras yo me quedo sola en la sala de estar. Me pierdo viendo más obras de artes por el lugar, por la exquisita decoración y todos los hermosos acabados del lugar. Mi mente comienza a viajar en supuestos escenarios, los cuales son todos más que inalcanzables hasta que poso mis ojos en el enorme ventanal que da su vista hacia la parte trasera de la propiedad, donde una inmensa piscina se encuentra en el lugar. Y se me atora la respiración en la garganta, quedo con el corazón vuelto loco y la boca salivando por la erótica imagen que tengo frente a mí. Conozco a ese hombre, mejor que a mí misma y no temo en asumirlo, Samuel Stoll, el hermano mayor de mi mejor amiga. Desde que tengo 14 años que vengo fantaseando con él, y donde dichas fantasías fueron mutando hasta el día de hoy. Fantasías donde imagino lo que sería sentirlo sobre mi cuerpo, sus labios sobre mi cuello, sus manos en mis lugares prohibidos y por sobre todo su m*****o en mi interior. Fantasías que nadie conoce y que guardo de manera recelosa en mi mente, obviamente ni su hermana conoce de aquellas fantasías, porque es extremadamente celosa con él. Si hay algo que le molesta a Kate, es que nos fijemos en su hermano, todas sus amigas lo tenemos eternamente prohibido. Y aunque me encantaría admitir que puedo tener una opción con él, eso es imposible, Samuel tiene el doble de mi edad, no es que a mí me moleste, al contrario, considero que es malditamente erótico tener una relación con un hombre mayor como él. Pero por respeto a mi amiga y por qué él hermano de Kate no me da ni la hora, mis fantasías quedarán en eso...en solo fantasías. Samuel Stoll jamás se atrevería a tener algo, aunque fuera un desliz con una chica tan joven como yo, aunque yo me lanzará hacia sus brazos él no lo haría. A todas las amigas de su hermana las considera hermanas, niñas ante sus ojos aunque mis pensamientos sean los más impuros del mundo. Pero, nadie dijo que no podía mirar... Veo por el rabillo de mi ojo como Kate viene de regreso desde la cocina y yo intento encontrar la voz antes de hablar y no note nada raro en mí. - En.…en la piscina, viene saliendo de la piscina - suelto con algo de trabajo, trago saliva y dejo mi vista donde esa obra de arte está haciendo uso de todos sus músculos al salir del lugar. No importa todas la veces que desee dirigir mi vista en otro lugar, no puedo, me es imposible ver en otra dirección que no sea en la que viene saliendo ese dios griego. Esta como me lo receto el doctor... Muerdo mi labio inferior cuando se encuentra completamente erguido, dejándome ver todos sus atributos con más detalles. ¡Santo cristo! Deberías ser un pecado ser tan perfecto como lo es Samuel. Y si a eso le sumamos, la manera tan arrebatadoramente sexy que tiene de ser, con un simple movimiento, ya estoy perdida. Veo y sigo el recorrido de las gotas que caen por su cuerpo, gotas que me encantaría secar con mi lengua recorriendo cada centímetro de su piel. Mierda, como es posible que se ponga mejor con los años? No quiero decir viejo, pero mientras más adulto Samuel está mucho mejor. ¡Diablos! Ahora menos podré sacar de mi mente las fantasías que tengo con él. Kate chilla a mi costado y comienza a decir un montón de cosas a las que no lespresto ni la más mínima atención por estar enfocada en otras cosas. Samuel saca una toalla de no ser donde y comienza a secar su cuerpo, pasea la tela por los lugares en los que yo quisiera tener mis manos. Cierro mis piernas, me trago el jadeo que quiere salir de que lo vi y evitó seguir mirando en su dirección, pero no puedo. Veo como hace ingreso por los enormes ventanales y antes de hacerlo completamente, Kate se para frente a él. - ¿En serio Samuel? ¿En la piscina? - Le dice su hermana completamente indignada. Yo solo lo veo a él y me imagino como se debe de sentir sus manos sujetando mi cuerpo, o yo sujetando su mi... - ¿Kate? ¿No se supone llegabas en una hora más? - dice Samuel confundido deteniendo el movimientos de sus manos al secar su cabello y yo, me carcajeo sin poder evitarlo llamando la atención de ambos que giran sus rostros en mi dirección. Me quedo en silencio y fijo mis ojos en Samuel, el que al verme no evita en mostrar sorpresa. Espero que le guste lo que ve, porque ya no soy la niña de dieciséis años que vio la última vez. - ¿Amanda? - pregunta con los ojos bien abiertos, para luego comenzar a detallarme con sus oscuros ojos. Dios, este hombre sí que es el mejor espécimen que he visto en mi vida. No puedo creer que tenga más de cuarenta, me parece increíble la genética que tiene este hombre. Paseo mis ojos por su cuerpo, de arriba abajo sin poder disimular, quisiera besar esos abdominales y montarlo como una yegua salvaje hasta dejarlo seco. - Ho...Hola - digo apenas cuando retomo mi decoro y me fijo en sus ojos, los que me ven con asombro. No lo veas más, ya te debe haber visto mirándolo a detalle... ¡Contrólate, Amanda! Pero por más que trato de mantener la compostura, no puedo, las gotas que siguen cayendo de su cuerpo, su mirada intensa en mí, esos condenados short que no dejan nada a la imaginación, donde se puede ver el tamaño de tremenda bestia, me tienen a punto de volverme loca y más si consideramos que llevo un mes sin sexø, si...estoy caliente. - Si que has crecido...Amanda - suelta con la voz más ronca que desde hace un momento, mientras me recorre con la mirada de arriba abajo, haciendo que caiga en cuenta de lo que hace al segundo. - S-si...Así es - digo con la garganta seca. Carraspeo y fijo mi vista en otro lugar, necesito concentrarme en algo más que no sea el hermano mayor de mi mejor amiga y el que se supone, está prohibido para mí. Pero...por ahí dicen que lo prohibido sale mejor, o no?