—No me estoy perdiendo de nada realmente en mi mundo, nací sin padres, ni una familia, no tengo amigos, ni nadie que se preocupe por mí, las hermanas que me cuidaron en el orfanato en el que crecí, ya están muy ancianas y seguramente no recuerdan ya mucho sobre mí, si desapareciera por completo nadie lo notaria. Estaba completamente sola en mi mundo. — La mirada de Lisa se pierde en la nada, no teme quedarse, claro que el cambio le asusta, pero ¿no era así con todos? Muchos aceptaban la vida como venía, viviendo del día a día sin un sentido aparente, pero, sabe que muchos deben acostumbrarse a los cambios que ocurren a su alrededor, y en su cuerpo, tal cual lo hacia la pubertad. — Claro que, hubiera preferido que me preguntaras sobre si quería venir o no, pero, por meses anhelaba conocerte
