(POV Georgiana)
No sabía qué más decir para que me creyera. En verdad lo amo. Con su dulce manera de ser, con sus suaves palabras, con esa calidez que abriga a mi pecho, me enamoró, pero en su mirada enrojecida solo veía el odio.
Fue entonces, que las mujeres en esta casa entraron, siendo Beth quien exclamó mi probable embarazo.
Loid miró con sorpresa a su familia y luego a mí.
—¿Qué?
—Eliana me lo contó, Georgiana está embarazada.
—Así es señor, la señora está…
—¿¡Y ustedes que creyeron!? ¿¡Van a salir en defensa de esta adúltera!?
—Hijo, estás hablando de tu esposa. Ten cuidado como hablas, porque es fácil decir las cosas cuando se está enojado, pero después llega el arrepentimiento —agregó la madre de Loid—. Ahora está llevando en su vientre a tu…
—¡Pues no creo nada! ¡Yo no si
