Relatos De Una Hotwife

Fue exactamente hace 10 años, era una chica joven de piel muy blanca y cabello largo de color n***o, fui una estudiante muy aplicada, aunque mis mayores dos atributos los tenía en mi pecho, lo tenía todo, siempre fui una hija muy consentida, pero siempre existió en mí, ese deseo s****l casi imposible de calmar. Tenía a mi pareja, estábamos muy bien y era un hombre increíble en la cama, nunca me quejé de su capacidad por complacerme, pero mis ganas revivían rápidamente. En mi cumpleaños paseamos en moto en la playa, nos quedamos en un motel frente al mar, siempre habría querido sentir esa experiencia de película, abrir las ventanas dejar entrar la brisa y hacer el amor frente esa hermosa vista. Y así fue, solo que en lugar de hacer el amor mis deseos subieron increíblemente y solo e quería ser cogida bien duro, un momento de placer que duró mucho ya pesar de tener muchos orgasmos, las ganas estaban aún latentes en mí. Ya no podía exigirle más a mi pareja, estaba completamente exhausto, el se acostó y yo use su pecho como almohada, mientras le acariciaba el pene y si, de vez en cuando le pasaba la lengua, eso me divertía. Desde hace tiempo veía películas porno y era lo que estaba viendo en ese momento. Aprovechaba para insinuarle hacer un trío, en ese momento era mi mayor fantasía, Tener dos hombres para mí sola que recorrieran mi cuerpo con sus dedos lengua y…, lo veía tan excitante pero tan difícil de alcanzar; Necesito su aprobación su consentimiento y que entendiera que era mi mayor fantasía. Aproveche ese día de playa, para comentarle mis fantasías y que eran las razones, por las que de noche solía despertarlo haciéndole sexo oral, ya que mis sueños eran más húmedos que lo normal. Ya tenía más de un año tocando el tema, pero nunca obtuve una respuesta afirmativa, pero ese día en especial, me dijo que si. Las reglas eran claras, tenía hasta la noche siguiente, para conseguir al candidato, no pude dormir más feliz, esa noche. Al día siguiente fuimos a la playa, tenía recién cumplido 18 años y llamaba mucho la atención, por la manera provocativa de mi traje de baño, vi un chico vendedor de cervezas, le hago señas para que me dé dos, note claramente que le gustaba , pero tenía que disimularlo ya que al lado estaba mi pareja, lo que no sabia ese vendedor es que ya había puesto mi interés en el. Ya cada 15 minutos, lo llamaba para que me despachara dos cervezas, cuando llegó el momento de hacer el pago, simulé que no tenía el dinero y que lo había dejado en el motel al frente, le pedí que me acompañara a la habitación a buscarlo , el estaba renuente pero insistí. Llegamos a la habitación sin decir ni una sola palabra, lo mire y note que tenía una erección enorme, eso hizo erizar mi piel, me vi tentada a brincarle encima pero contuve mis ganas, pues de esa manera el me rechazaría, debía ser paciente. Le dije que me cambiaría de traje de baño, se dio la vuelta y me desnude tras de él, le pedí me pasara la toalla y cuando volteo, me vio completamente desnuda y solo sonrió. Ya en la playa nuevamente, sus ojos estaban más concentrados en mi, hasta un punto que se sentó junto a nosotros, hablábamos, bebíamos y mientras el alcohol hacía más efecto, me tomaba mas el atrevimiento, de poner mi pies sobre sus piernas, de sentarme sobre él, ya la confianza estaba dada, me tomaba y lanzaba en la playa, yo notaba que cada vez que podía tocarme la pierna pero de una manera disimulada parecía un accidente, pero sabíamos que no era así. Fue un día muy divertido, me agradó mucho ese muchacho realmente la pasamos muy bien, pero aún quedaba la noche, nuestra última noche en ese lugar. Le comenté que estaba cumpliendo años, que teníamos pensado ver películas en la habitación, comer una pizza y seguir bebiendo; lo invité a pasar la noche con nosotros y acepto. Ya en este punto estaba muy excitada y no podía creer que ya estaba a punto de pasar: no quería que nada saliera mal. Llegue a la habitación primero con mi pareja, el pregunto si estaba aún segura de lo que estaba por pasar, tome su mano y la metí entre mis piernas y por la humedad que tenia pudo notar que estaba muy decidida ..., a las 10 pm llegó nuestro amigo, con cervezas y un chocolate de regalo, el ambiente estaba un poco tenso, allí estaban frente a mi, por fin dos hombres deseándome, pero faltaba romper el hielo. Le pedí a mi pareja, que bajara y comprara un juego de cartas, pensé que sería ideal comenzar un juego, donde el perdedor tenía que quitarse una prenda de ropa y por supuesto que jugaría muy mal ... Mi pareja salió y me quede sola con nuestro amigo, le dije: -¿ y mis felicitaciones?, - él se acercó muy nervioso, me abrazó y sentí su pene contra mi, le pregunté que qué era eso, de una forma graciosa; él nervioso, no pudo responder, no se de donde, pero saqué el valor para desabrochar su pantalón y meter mi mano y sacar su pene, el intentaba detenerme, pero sus ganas eran muy grandes también, me sujeto y me comenzó a besar, y yo pensando que solo tenía chance, antes que llegara mi pareja con las cartas, le dije: - ¡cálmate, tenemos toda la noche para nosotros tres!; - al principio no me entendió bien, él estaba confundido y asustado, Lo acosté en la cama boca arriba, ya estaba completamente desnudo, frente a el, me desnude y me dispuse a hacer un buen sexo oral; Sentimos como se estaba acercando mi pareja, el tomo una almohada y se cubrió la cara, estaba muy temeroso al igual que yo. Entro mi pareja, recuerdo claramente que me puse fría, pero aún tenía en la boca, aquel pene de nuestro amigo, que se hacía pequeño por los nervios. Pero él entró y se sentó a mirarme como se lo hacía a aquel hombre; mientras nuestro amigo, no quería quitarse la almohada de su cara, realmente cada vez lo recuerdo me da mucha risa. Sentimos como mi pareja destapó un par de cervezas más, y me dijo: ¡feliz cumpleaños!, - se subió a la cama con nosotros y allí estaba yo, a punto de iniciar mi primer trio, emocionada, excitada y con ganas de que la noche fuera larga.