Lloraba. Sentía su omega debilitarse. Se sentía a sí misma debilitarse. Y la verdad era que por mucho que quisiera no podía detener el flujo de lágrimas que bajaban por sus mejillas. Y mucho menos el sentirse culpable.
En su mente se reproducían constantemente las imágenes de la noche anterior, tanto como las de la conversación con su hermano al llegar a casa destrozada y hecha un mar de lágrimas, como las de la pelea con los alfas.
"—Stiles...
—Sabes, estuve investigando y...- ¿qué te pasó?—, se frenó a sí mismo en seco al ver las lágrimas que salían de sus ojos, al ver su ropa ensangrentada.
Y es que él la estaba esperando despierto pues sabía que seguramente llegaría en mal estado y su padre haría preguntas; pero tampoco imaginó que llegaría tan mal.
—Derek...
—¿Está herido? Debe estarlo, estás sufriendo mucho, debe ser por el lazo. Los conecta y...-
—Stiles, está muerto. Derek está muerto.
—Es Derek. ¿Sientes algo?—, la teñida alzó su vista de sus manos, mirando a Stiles que definitivamente parecía no creerle—, digo, por el lazo.
Y sus ojos estaban llenos de lágrimas que serían derramadas sin piedad, tanto que no podía siquiera ver el gran rayón en uno de los lentes de sus gafas.
—Nada. Eso me preocupa".
Se había quedado en el auto, después de despedirse de Stiles y Scott y del resto del equipo de Lacrosse. Había hablado con el entrenador, y -cumpliendo su palabra- dejó el equipo. El hombre entendió viendo las grandes ojeras en los ojos de la teñida y la dificultad que tenía para hablar. Pero no lo sintió como una gran perdida, ella era buena pero jamás había jugado en un partido real.
Y sabía que durante todo el tiempo que Stiles y Scott estuvieran lejos, por lo menos su hermano no tendría paz total. Pues Scott estaba bastante lastimado y no sanaba, y ella por otro lado estaba igual o peor.
El auto apestaba a tristeza a dolor. Dolor físico más que nada, sabía que este venía de la marca en su cuello y asumió que era a causa de la muerte de su alfa.
"—Valeska, debemos irnos. El autobús nos dejará...
—Los llevaré—, respondió levantándose del suelo, estirando sus brazos, piernas y espalda; pues había pasado la noche allí, o lo que quedaba de la madrugada. Aovillada, en el suelo sin poder dormir pues las imágenes de la noche anterior la atormentaban.
—Tu no...-
—No iré. Hablaré con el entrenador".
Gimió de dolor al sentir una punzada a través de su pecho.
Y la verdad era que sufría más que nada porque Derek la había hecho sentir -en cinco meses- lo que Calvin no logró en un año. Derek le mostró lo que nadie más podría, jamás.
—Es mi maldita culpa—, lloriqueó.
"—¿Qué haces aquí?
—Dijiste que necesitaban ayuda.
Juntaron sus espaldas ambos atentos a los ataques que los otros alfas les lanzaban.
El imponente cuerpo de Enis apareció en su campo de visión, este la tomó con fuerza con el claro propósito de lastimarla.
Forcejeaba con el alfa que le doblaba la estatura. Sus gafas habían volado lejos a causa de los mismos forcejeos, pero a pesar de no tenerlas puestas pudo distinguir el final del suelo, una gran caída que seguramente mataría al alfa y que no dudaría en usar a su favor.
En medio de ese halar y soltar, no lo notó, pero su cabello se había movido rebelde lejos de su cuello, dándole la vista plena a Enis de la marca que Derek le había hecho.
—Me pregunto qué pasaría si hago mi marca sobre la de tu alfa—, su voz sonó cínica. Caló en sus huesos.
Y en cuanto lo notó, Derek ya estaba sobre Enis, lleno de ira empujándolo hacia el vacío.
Vacío por el cual ambos cayeron, a causa de un mal paso y de que Enis tomó la camisa de Derek, no dejándolo ir. Lo arrastró con él".
En su cabeza solo rondaba un pensamiento. Eso no debió pasar así. Y lo mantenía.
"—El tío Peter que mató a la hermana Laura.
—No estoy en mi mejor momento, pero no creo ser el único familiar disfuncional. ¿Derek te mencionó que también me mató? Me degolló de oreja a oreja.
—¿Quiere decir que debo confiar en ti?
—Tiene un punto, Peter—, susurró ella mirando a detalle los escalones donde hacía unas horas Derek había estado tirado.
—De hecho yo estoy dudando en si puedo confiar en ti.
—Me conoces desde hace diecisiete años.
—Te conocí los primeros once. No estoy contando los últimos seis. Y no soy muy cariñoso de lo que no llevo la cuenta.
—¿Qué haces aquí?
—Lo mismo que tu. Vi que no están los cuerpos.
—¿Y tu?
—Creo que no necesito explicarlo, ¿o sí?
—Si fueron cargados o uno de ellos tuvo la fuerza suficiente para levantarse del piso y largarse—, continuó Peter ignorando la mirada fulminante de Valeska a Cora.
Y a pesar de que le agradaban ambos Hale, había perdido a su alfa y se sentía cada vez más miserable. No justificaba su actitud a la defensiva pero era su única opción, la única barrera que podía poner".
No había cuerpos pero tampoco sentía algún cambio en la marca de su cuello. No había cuerpos pero no dejaba de sentir algo ausente en ella. No estaba su cuerpo pero el dolor que llevaba horas sintiendo no cesaba ni cambiaba.
—Con un demonio, tienes que estar vivo—, sobó la marca en su cuello.
Tomó un par de inspiraciones para calmarse, limpió sus lágrimas con la tela de su camisa, encendió el auto. Se iría a su casa. Llevaba horas en el estacionamiento y ya empezaba a anochecer.
Escuchó un golpe en la ventana, al girar su vista vio la marca ensangrentada de una mano. Y el rostro de Derek. Salió del auto, viendo a su alfa desplomarse en el suelo.
—Con un demonio, estás vivo—, susurró.
Se lanzó al suelo, para levantar a Derek del suelo.
-V