Es el día siguiente y estoy emocionada por nuestro entrenamiento de hoy, como lo he estado desde ayer. No puedo dejar de pensar en su boca en mi cuerpo, siento un río de emociones, y solo quiero contarle todo al respecto. Quiero que sepa cuánto disfruto estar en su presencia, quiero que sepa cuánto me hace feliz, quiero que sepa que nunca he sentido así por nadie más. También quiero que sepa que a pesar de que muchos pueden juzgar sus intenciones hacia mí, confío en él; no creo que nunca me lastime; creo que en cambio me ayudará a ser la mujer que necesito ser. Sé que es estúpido de mi parte y no muy sabio sentir estas emociones tan rápidamente. Se suponía que debía tomar las cosas con calma; se suponía que no confiaría en él por completo hasta que supiera más sobre él. Me lo debía a mí m