Prisioneros de una atracción inevitable

1439 Palabras
Clara y Alejandro habían regresado y se habían quedado hablando en la pequeña cocina, un poco apartados de la sala donde Sofía y Marcos seguían viendo la película. —¿Marcos es tu amigo fuera de la uni? —preguntó Clara, mientras lanzaba una mirada hacia la sala, observando a Sofía y Marcos cada vez más cómodos entre sí. —Sí, nos conocemos desde adolescentes —respondió Alejandro, y antes de que Clara pudiera continuar, él agregó—. Y sí, sé lo que me vas a preguntar, creo que tu amiga le gusta mucho. Clara frunció el ceño, su preocupación era evidente. —¿Y es buen chico? —dijo, intentando que no sonara como un interrogatorio, —Sofía es muy inocente, y no quisiera que la lastime. Alejandro asintió lentamente, tomando un sorbo de agua antes de responder. —Bueno, no podrás protegerla siempre, y sí es la vida. —Hizo una pausa, notando la preocupación en los ojos de Clara—. Pero si te puedo decir algo: a pesar de lo que la gente piensa de Marcos, cuando está con una mujer, es muy fiel. El problema... continuó con un tono más bajo, como si estuviera revelando un secreto—, es que es muy popular y al final hasta yo me siento asfixiando por sus novias, lo conocen siendo popular y al final quieren que no lo sea, eso no es posible, no puedes estar con alguien pensando en cambiarlo, se supone que debes estar con alguien , porque te gusta esa persona por lo que es y como es. Clara suspiró, su mirada volvió a Sofía, quien seguía absorta en la película junto a Marcos. —Aunque así como van esos dos, llegaran al capitulo treinta sin darse mas que un beso. —¿Capitulo que?,¿Perdón de que hablas?, dijo Alejandro frunciendo el seño en señal de confusión. —A perdón, es que amo los K-dramas y por lo general en el capitulo dieciséis se dan el primer beso, si no es que hasta el final de la seria—a claro con una sonrisa mientras se llevaba a la boca un bocadillo que Alejandro le había preparado. —ohh, entiendo, y esta escena te suena a algo que harían en tus k-dramas?, alguna idea de como hacer que se salten algunos capítulos?. —Pues podríamos dejarlos solos el resto de la noche, no se, dicen en mi país; tu solo, yo sola, la casa sola con la soledad, muchas cosas pueden surgir. —tienes mente diabólica, suerte que intentas cuidar a tu amiga. —ooyeee!!!, si la cuido—, dijo tan alto que Sofia y Marcos voltearon a verlos, estallo en risa para después decir en voz baja— pero también se que ella vive en una jaula y esta es la mayor aventura que a tenido en toda su vida, quiero que sea memorable. Alejandro asintió con una sonrisa traviesa mientras tomaba sus llaves, las coloco en su bolsillo e hizo una parada en el control del aire, solo para provocar que subiese un poco la temperatura, luego salieron lo más discreto que pudieran, parecían ninjas mientras caminaban a la puerta de salida. Al final de la película, Sofia suspiro y Marcos pudo notar un poco de tristeza en su mirada. —pensé que te había gustado la película, pero luces decepcionadas. —Sí, estoy bien —respondió con una sonrisa nerviosa, —. Solo que... no sé, me encanta perderme en el mundo de las películas y los libros, bueno mas en los libros, al terminar siempre siento una especie de vacío existencial, creo que entro mucho en la trama. —¿Ya veo, es normal, me pasa también al terminar de leer un buen libro, pero creo que es porque tal vez desearíamos que algo de la realidad fuese como lo que acabamos de leer, no crees? —Sueña lógico— dijo Sofia con una expresión mas pensativa y concentrada totalmente en su conversación— aunque creo que es más fácil en los libros, en cuanto a temas de amor. —A ya veo, bueno, creo que dependerá de que tipo de trama, Romeo y Julieta no la tuvieron fácil. —sí, pero ellos eran prácticamente niños, su final fue trágico, pero en cuanto al amor, quedaron flechados a la primera y ninguno se tuvo que hacer el difícil con el otro, fue amor a primera vista, por decirlo de alguna forma. —Entiendo, y ¿tú te has enamorado a primera vista? Sofia Cayó en sí y se dio cuenta que hablando tan relajadamente con Marcos, dijo cosas que no debió decirle específicamente a él. Sus mejillas nuevamente se tornaron rojas cual tomate, rápidamente llevo sus palmas a su cara, sintiendo que se quemaba, —¿Sabes que me gusta a mí?, añadió Marcos, viendo como Sofia decía que no con la cabeza. —me gusta que llegado el momento uno de los dos le dice al otro sin miedo que siente y después de ahí todo comienza a fluir. —si te gustan tantos las escenas de amor que se dan en los libros, debes ser sincera como en la mayoría de ellos pasa, dime Sofia, ¿Tu Sueles decir lo que sientes? —le preguntó con un tono ligeramente provocador, acercándose un poco más, tanto que su brazo rozaba el de ella. Sofía sintió cómo su corazón comenzaba a acelerarse y su respiración se volvía más superficial. Se mordió el labio, sin saber qué responder. Miro a la cocina y no vio a su amiga. —¿Clara? — llamó, pero nadie respondió, Marcos se levantó, buscando en las dos habitaciones, fue a la puerta y se dio cuenta que estaba cerrada con llave, busco su tarjeta del hotel para abrirla, pero no la tenía. —no te asustes bonita, pero creo que nuestros amigos nos han dejado encerrados Sofia se levanto deprisa, busco su celular y llamo a Clara. —No responden, ya los llame a los dos y no responden, los voy a matar—dijo con un rostro rojo pero esta vez por el enojo. —Valla tienes tu carácter, me gusta eso, realmente... me gustas. —Estas diciendo que te gusta verme enojada? ¿A qué tipo de persona le... que?, te gusto?, dijo después de procesar lo que le había dicho. —Sofía... —comenzó Marcos con un tono más suave, mientras le tomaba de la mano—. No quiero que pienses que me estoy aprovechando de ti, lo que siento... no lo esperaba, no quiero fingir que no está pasando, yo no puedo dejar de pensarte y tu indiferencia desde el trimestre pasado me estaba matando, hasta que por fin encontré un absurdo pretexto para acercarme a ti. Ella lo miró a los ojos abiertos a mas no poder. —Marcos— dijo tratando de sonar convincente— si eso es solo lo dices porque me quieres para una noche te equivocas conmigo, no soy esa clase de chica. Marcos sonrió notando que su boca decía aléjate, pero su cuerpo y sus ojos le decía todo lo contrario. —Te prometo que hoy no pasara nada, que tu no me pidas que pase. Sofia apretó los labios y miro hacia abajo, mientras acomodaba el flequillo de su cabello detrás de la oreja. Sofía tragó saliva y, sin estar del todo segura de qué hacer, asintió levemente. —Gracias, no quiero que pase nada esta noche. —muy bien— dijo Marcos mientras levantaba sus manos en señal de rendición, —tengo hambre, que tal si preparamos algo en la cocina. —Claro, me encanta la idea—, dijo Sofia mientras miraba el trasero de Marcos. Mierda, realmente eres perfecto. —Marcos la descubrió al mirar su reflejo por el espejo que decoraba la sala, sonrió y siguió hacia la cocina. —uuff, hace calor ¿no?, dijo mientras se quitaba la camisa. —Te iba a decir que ese es un cliché viejo, pero realmente si hace calor, ¿se habrá dañado el aire?, has visto el control? Buscaron el control, pero no lo encontraron, así que decidieron abrir el balcón en un intento de bajar la temperatura de la habitación. —Pues quitarte esa chaqueta Sofia, te vas a cocinar. —Si, es cierto, cuando refresque me la vuelvo a poner—dijo dejándola en el sofá y entrando en la cocina un tanto confiada, ya que creyó en la palabra de Marcos 'no sucederá nada si ella no lo pediría', se conocía, podía desearlo, pero que saliera de su boca, eso era imposible.
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