Hasta luego amor
Porque a mis ojos fuiste de gran estima,
Fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues,
Hombres por ti, y naciones por tu vida.
Isaías 43:4
−Tengo muy mala suerte con las mujeres
Piensa Axel, mientras observa con el corazón roto a la muchacha con la cual eligió salir, después de mucho tiempo. Tímido, sin labia alguna, el muchacho saca su móvil del bolsillo, su mano tiembla, pero no del nerviosismo, sino por la rabia que siente por sí mismo, lee las conversaciones que sostuvo con la joven > piensa de nuevo, al parecer en estos tiempos modernos, un poco de dinero, una buena camioneta Tahoe, un poco de malicia, hace falta para ser un buen candidato, inclusive hasta para la presidencia de este decadente país, de hombres vacíos. Axel mira que sus mensajes no han sido respondidos, ni siquiera lo han dejado en visto > pero no puede quitar sus ojos de encima, de aquella mujer que lo ha ilusionado > aprendió a cocinar, compró ropa nueva, un perfume nuevo y bueno, recuerda que en la memoria de su móvil tiene poesías, que en su habitación le había escrito > se resigna, y decide renunciar a todo lo que tenga que ver con el amor EROS > no, no lo sabe, Axel mira detenidamente a la joven, cabello largo de color n***o, una blusa con mucho escote, y un jeans muy ajustado. Axel mira al tipo, nunca en su vida lo había visto, al parecer va mucho al gym, eso explicaría muchas cosas, es cuando las inseguridades en Axel vuelven a poseerlo, decide marcar a su mejor amiga, pero no la consigue en el directorio, o quizás lo ha pasado y no se ha dado cuenta. Hasta que por fin consigue el nombre.
−Esas que dicen que se van del país, porque tienen donde trabajar, es porque serán de prostitutas ¿Si? −contesta al fin.
− ¿Qué es lo que decís? Soy Axel.
− ¡Ah! Hola Axel, discúlpame, estaba hablando con mi madre ¿Qué pasa?
− ¡Te lo dije Lía! ¡Yo tenía razón!
−Espera. –Lía suspira y atiende de nuevo−. Habla despacio, y explícame mejor, que no estoy entendiendo nada.
−Ella se ve con otros hombres −al decir esto, la voz de Axel se apaga−. Te lo dije, y lo peor de todo es que le creí.
Hay un silencio que invade a ambos, Lía sabe que su mejor amigo es de una sola mujer, lo conoce desde que jugaban en el kínder. Esto le afectara de gran manera.
−No sé qué decirte –en realidad si lo sabe−. ¿Dónde estáis ahora?
−No lo sé, no tengo idea, te lo dije, necesito mucho dinero, una buena camioneta, más o menos como una Tahoe y sobre todo, una labia del diablo, tales cosas no tengo –Axel siente que está a punto de quebrarse.
-¡Calmate! –Lía va en busca de su abrigo−. Solo decime donde te encontráis.
−En el bar Café & Rock ¿Podéis creer que aquí no dan café? ¿Por qué el nombre entonces? He pedido café y me han dicho que no hay.
Esto es lo que a Lía le divierte de Axel, puede estar pasando por algo no muy agradable, y aun así es capaz de sacar unas cuantas sonrisas con sus ocurrencias, ya que no las piensa, y Lía sabe.
−Iré por vos, no te mováis de ahí, no hagáis una locura ¡Ve que te conozco! Calmate, llegaré lo más pronto posible.
Al pobre muchacho le tiemblan los labios, intenta levantarse para dirigirse hacia la salida, pero sus piernas no le dan, sus ojos no se quitan de encima de la pareja que la pasa bien. Revisa de nuevo su celular, abre Watssapp:
Axel: … Te seré honesto, te he elegido, eres con la que quiero Salir
Yoselin: ¿La primera?
Axel: Si, quiero decirte que lo de solo ligar no es para mí, me gustaría conocerte un poco más
Yoselin: Si, me gustaría
Axel: Sería capaz de ir a donde tus paso van
Yoselin: Si
Axel: Sé que habéis salido de una relación, pero se puede dar la oportunidad
Yoselin: Quiero…
Axel: ¿Te puedo hacer una pregunta personal?
Yoselin: Si, pregúntame
Axel: ¿Cómo te gusta a vos un hombre?
Yoselin: Bueno, primero que todo que sea caballero, que sea trabajador, un buen hombre… Y que sea de una sola mujer, que no sea un loco. Pero como ya lo sabéis, estoy saliendo de una relación, pero tampoco me abstengo de conocer a alguien así
Axel: Quiero conocerte más
Yoselin: A mí también me gustaría…
Claramente a Axel le importa poco y nada, mientras espera a su mejor amiga, se promete en no abrir su corazón a cualquiera. A pesar de su abstinencia hacia el alcohol pide una cerveza. Mira como el tipo la acaricia el hombro con alevosía, ella le corresponde con una sonrisa de la cual Axel se enamoró perdidamente. El muchacho que está a cargo de servir los tragos en la barra, le avisa que su bebida está lista, Axel lo ignora por completo, no piensa nada más que en la muchacha >. Piensa para sí mismo, recuerda cuando era niño, escribía poesías y poemas para sorprender a la niña que le gustaba, Axel sonríe levemente porque hubo una ocasión que una comisión de la policía fue a su colegio, con una carta que Axel había enviado a una niña de su misma edad, pero como decía su abuela, la mujer que tanto amo, escribía poemas y poesías que un niño de nueve años no debería de escribir. La niña dijo que esa carta, apareció de pronto en su mochila, si sabía de quien se trataba, pero en algo decía la verdad, la careta apareció de pronto en su mochila. Nunca se supo que el causante de esa alarma fue un Axel de nueve años, que había confundido un motel de conocido en todo el estado por un parque de atracciones, ya que parecía el castillo donde Aladdín trepaba para ver a una princesa .
− ¿Qué mierda vais hacer? –Lía llega a tiempo para bajarle el vaso de cerveza a su amigo.
− ¡Gracia a Dios! Llegaste a tiempo –Axel realmente lo agradece−. Ya iba a ser un tío cualquiera de mi familia. ¿Podéis creer que no den café?
Lía se le escapa una sonrisa de media luna, el cantinero se da cuenta y no entiende nada. La mejor amiga de Axel busca con la mirada, a la muchacha causante de que su amigo esté haciendo el ridículo.
− ¿Dónde está? −pregunta Lía a Axel.
-Por allá –Axel señala con la boca (Costumbre del venezolano)
Lía tarda poco en encontrar a la muchacha. Al encontrarla siente como si un pequeño puñal hubiese atravesado su estómago, la chica se ha levantado, Lía observa su cuerpo, bien trabajado, una atleta del Gym, lindas piernas, bien tonificadas, cabello largo, le llega hasta sus nalgas. Lía siente como sus inseguridades la abrazan, ya que ella no tiene ese cuerpo.
−Mira al tipo con el que se encuentra, de inmediato se da cuenta del por qué ella se encuentra con ese sujeto allí.
−Es puta –no ha pensado dos veces en decirle eso a su amigo.
− ¿Por qué carajos me he enamorado de alguien así? –pregunta Axel totalmente derrotado.
−Hay algo que no entiendo –dice Lía−. Si sois capaz de escribir poemas y poesías maravillosas, que hasta hacéis que lloren cuando te escuchan recitar lo que escribís ¿Cómo carajos no tenéis el mismo don, en solo hablar con las mujeres? Debería estar rendida a tus pies.
−No lo sé, es lo que me he preguntado por siempre, soy muy torpe hablando con las mujeres que realmente me gustan.
−Conmigo no eres así –responde Lía
−Lía, eres mi amiga –responde Axel
A Lía no le asienta nada bien el comentario de Axel, mira de arriba hacia abajo a Axel, totalmente seria.
−Me voy ¿Te quedáis o te vais? –pregunta la muchacha al volver por el camino donde llegó, quitándole la mirada a Axel.
− ¿Qué creéis vos? –pregunta Axel sin animo.
− ¿Qué?
−Ella me debe diez dólares
− ¡¿Qué?! –pregunta desconcertada Lía.
−Baja la voz, se puede voltear y verme
−Vernos –le corrige la muchacha
−Como sea, me debe diez dólares responde Axel.
− ¿Cómo carajos esa zorra te debe diez dólares? ¿Acaso eres idiota?
−Pues… creo que sí, y además pendejo
− ¿ahora qué?
−Ella me dijo que necesitaba un poco de dinero para comprar comida, y yo le ofrecí diez dólares. Le dije que me pagara cuando pueda, creo que se arriesgó en desayunar conmigo, para ver si conseguía algo –Axel empieza a reírse.
−Sois un gran pendejo
−O tal vez un tipo confiado, de buen corazón
En ese preciso momento, cuando Axel termina de hablar, la muchacha que estaba de pie, al lado de aquel hombre, voltea, en dirección de los dos amigos. Mira a Axel, luego a Lía, y vuelve a mirar a Axel. Su sonrisa pícara se ha borrado de su rostro. Axel se da cuenta de cómo la chica que ahora desconoce, dice algo inentendible con sus labios, y traga grueso. Axel, posee un rostro derrotado ¿A caso el amor se ha enfriado tanto? Los verdaderos poetas sufren de amor. Axel no es la excepción, siente como la mano de Lía agarra la suya. La muchacha sabe muy bien que Lía es su mejor amiga, lo sabe muy bien, porque fue Lía quien le dijo a ella lo de Axel, ya que el muchacho no se atrevía.
− ¡Págale los diez dólares! –grita Lía a todo pulmón
− ¡No! ¿Pero qué decís?
− ¡¿Quiénes diablos son?! –grita el hombre que acompaña a la muchacha.
− ¡No te importa señor esteroides! –Lía le toma el brazo a su amigo para llevárselo lejos de ahí.
Las luces de la ciudad, la tierra del Sol amada lucen triste la noche de hoy, un cielo nocturno apronta con llorar sobre los techos, pero se abstiene por orgullo. Axel relaja su cuerpo sobre el asiento desgastado del viejo aveo de su amiga. La brisa choca en su rostro triste, receloso por si algunas lágrimas se asoman al borde de sus ojos, Lía habla, pero Axel sigue sin prestarle atención. Suspira porque es lo único que puede hacer, derrotado, sin ánimos de hablar, lleva su mirada directo a los ojos de su amiga, se siente extraño al verla, está preocupada por él.
−Te has cortado el pelo, y habéis comprado perfume nuevo –Lía lo ha notado.
−Me he quedado sin dinero –responde sin ganas Axel.
−Eso… para mí, significaría mucho –Lía le sonríe.
Axel no responde, vuelve a mirar a la nada, Lía no le da importancia. Su amigo ha pasado por mucho, la muchacha comienza a respirar con dificultad, pero lo disimula muy bien. Lía a diferencia de Axel, es susceptible a cosas como estas, y más cuando lo que ha guardado por tanto tiempo, debe de esperar un poco más. No da crédito a lo que ha pasado ésta noche, pone su mano en el hombro de Axel, una sensación de un rayo recorriendo todo su brazo hasta llegar a la boca de su estómago, le corta la respiración de pronto. Se niega a apartarle la mano del hombro, baja la velocidad del auto, prende las luces traseras en intermitente, prefiere ganarse unos cuantos insultos, que dejar de sentir a su amigo. A su Axel. Ella porque no quiere ser amada sino es por alguien en específico, y Axel es porque su amor sale barato con corazones que aún no saben amar. Las primeras gotas de una lluvia que se avecina, se estrellan contra el parabrisas, Lía no le queda más remedio que quitar su mano del hombro de su mejor amigo, se resigna, es una pelea que ha perdido, otra más a su lista. Sus dos manos al volante, toma la calle más larga que lleva a su casa. Está demás decir que Lía no quiere llegar rápido a la casa de Axel, baja de nuevo la velocidad, se excusa con Axel diciéndole que la calle se vuelve puro jabón cuando llueve.
− ¿Puedo quedarme en tu casa hoy? –pregunta Axel de pronto.
−Si… claro que si –Lía se le escapa una media sonrisa
− ¿No habrá problemas con tu mamá? –pregunta de nuevo Axel−. Ya que está con vos.
−No hay ningún problema, créeme –una suave brisa pasa por su cuello y esta se eriza por completo.
Un Neruda baja de los andes de sus pechos, hasta llegar a un campo de girasoles que ha brotado en las alas de las mariposas, que revolotean en su estómago. Le habían ganado muchas batallas pero jamás se había rendido a esta guerra. ¿Qué tanto podemos esperar por amor? Lía se sentaba frente a su espejo en la habitación, cuando le colocaba las camisetas de Axel a su peluche, y lo veía abrazándola, un beso en la frente, para llevar su rostro a su pecho, podía escuchar su corazón como latía, su respiración. Siempre fantaseando con llenar de besos suaves su abdomen
El cielo se ha despejado para Lía, pero no así para su mejor amigo, Axel, ha cerrado sus ojos, pensando en absolutamente nada. Lía tiene una mezcla de sentimientos dentro de ella, pero debe de tomar las cosas con calma, nunca hay que apresurar al destino, quizás porque esté juegue en contra >. Imagina tener esa conversación con su madre
−Axel, hemos llegado a casa, sanos y salvos –Lía le sacude el cabello a Axel.
−Mierda, me he quedado dormido
Lía y Axel suben hacia el pequeño departamento de la muchacha. Lía trata de pegarse al lado de Axel, huele bien, ella misma se ha sorprendido que Axel haya comprado un perfume nuevo para la cita que nunca se dio. Un pequeño Sol de girasol ha aparecido en la nubecita de algodón encima de su cabeza, le quema el rostro de felicidad, cuando suben los escalones sus manos rozan, no hace ningún efecto en Axel, pero en Lía la gravedad por poco desaparece >. Piensa la muchacha pa sí misma. El amor es extraño, y uno no tiene la culpa.
—¿Habéis cenado? —. Pregunta Lía más nerviosa que preocupada por su amigo.
—No tengo hambre, quiero ver a mi abuelo, mañana iré a visitarlo
— ¿Si queréis te acompaño? Para que no estéis solo, no sé, digo.
—Lía… no te preocupéis, de verdad te lo digo, no hace falta que me acompañéis, ya faltaba menos —. Dice Axel con desgano.
Lía no sabe cómo actuar ante tal situación; sin embargo no es la primera vez que esto sucede.
—Está bien, bueno, levántate del sofá y venite a dormir en la habitación de Daniel —.Lía coge del brazo a Axel y lo lleva hacia la habitación.
—Las mujeres deben aprender a decir que no desde un principio. No es justo que actúen de esa manera
—Tranquilo… ya pasará —. Lía quiere el camino hacia la habitación eterno.
Mientras los dos amigos caminan hacia la habitación de Daniel, el hermano de Lía, pues se encuentra de viajes. Lía se pregunta constantemente el por qué no se atreve a decir algo a Axel, ha visto como el poeta y escritor, ha sido quebrado un montón de veces por amores frustrados, de igual manera se pregunta cuando fue el día que sus ojos, vieron de forma diferente a Axel. El amor, principalmente los filósofos ensalzan la razón y el desinterés para que sus reflexiones sean lo más objetivo posible. Es por ello que el amor provoca mucha pasión, para tales no tiene muy buena reputación, si se le pide a un filósofo su opinión sobre el amor, lo más probable es tener una respuesta con cierto grado de desprecio, o desdén, si se le pide una opinión sobre el catorce de febrero, altas posibilidades, de que el filósofo se envuelva en un cinismo con respecto al tema. Lía sufre por Axel. Para un filósofo es difícil resistir la tentación, ya que éste día solo sirve para la comercialización e infantilización. Un relieve que posee nuestra sociedad, todos lo sabemos, es difícil quejarse de ello, pero la realidad es que no, otra cosa en mente. Se empieza con una historia, las historias son buenas, sobre todo si es para poder comprender algo en específico, bueno, algunas personas no les gusta de esta manera. Hace años la madre del padre de Lía vendía productos de belleza de puerta en puerta, un día el padre de Lía decidió acompañarla, en cierta casa ellos tocaron la puerta, y salió a recibirlos una jovencita, la cual es la madre de Lía. El resto ya sabemos que es harina de otro costal, otra historia. Una larga historia, hasta la muerte del padre de Lía. Un matrimonio que duró lo que tenía que durar, Lía se pregunta si es posible que hoy en día un matrimonio así dure tanto. Lo más probable es que no sea así, Lía cree que es porque sus padres son católicos, y debido a su fe el divorcio no es una opción. ¿Quizás por los hijos? ¿Quizás por la inercia de haberse acostumbrado del uno al otro? Tal vez todas estas razones influyeron un poco. Todos quieren creer que fue por amor. Incluso Lía. Un filósofo cualquiera ¿Qué entiende por amor? Pues tiene una respuesta de la siguiente manera, mucha gente que se casa, sea en la iglesia o no, leen en su boda una epístola que el discípulo Pablo le escribió a una comunidad cristiana en Corinto. “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envejece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor”. Lo que se traduce como amor, es la palabra griega AGAPE, eso es correcto, pero la palabra FILIA y EROS eso también se traduce como amor, de modo que se pierden matices, algunas traducciones de la biblia, redactan AGAPE como caridad, en vez de amor, eso parece muy sugerente, contemporáneo de donar dinero o ropa a los pobres, sino de ocuparse del otro del prójimo de querer el bien para el ser compasivo y solidario con el otro, es ese amor al prójimo el ágape lo que conmueve a los novios de la boda, no es más bien el eros esa intensa atracción loca que uno siente no por cualquiera sino por alguien en particular, pues sí pero no, del todo es que es más complicado que el uno o el otro, el ágape y el eros se distinguen en su aplicación o extensión el uno caPaz de aplicarse a cualquiera y el otro, el eros sólo muy pocos sin embargo al combinar los dos al tratar con caridad, el objeto de atracción erótica nace el amor en su sentido plano, al menos eso es lo que se quiere pensar. La caridad nos enseña cómo sucede esto antes de seguir, pensamos lo siguiente: lo que dice Schopenhauer sobre el amor, si sigue llamándome desde el estante a saber que en términos generales, el amor es un gran jardín, de la naturaleza, es decir, que no es más que un medio para juntar a dos personas para propagar la especie, no somos más que juguetes de la famosa voluntad sopena Oriana, puede que pienses que empiece a voluntad sea un excesivo producto de la imaginación metafísica de opinar, pero no una forma de visualizarlo, concretamente es pensar en la entropía 99.999 9 quién sabe cuántos 9% del cosmos está regido por la segunda ley de la termodinámica, es decir por la pérdida de energía, y orden, la flecha de cerámica es inexorable - en algunas cuantas motas esparcidas en la inmensa oscuridad donde hay vida biológica, en esas remotas y pequeñas islas, en el cosmos la flecha va en sentido contrario, la evolución y el desarrollo la diferenciación y diversificación de organismos y especies muchos de estos organismos se reproducen de forma asexual, y algunos, los animales y algunas plantas lo hacen sexualmente como los demás animales, tenemos que reproducir nos para sobrevivir, como especie en ello participamos en el eterno y ciego devenir de la voluntad como decía el operador; sin embargo lo hacemos con un estilo sin paralelo del cosmos lo que en este contexto, los distingue y realmente de los demás animales, no es la racionalidad sino la imaginación con la imaginación, el nombre transforma el sexo, el erotismo, el hombre es un animal erótico, el ser humano utiliza la imaginación no solo con el sexo sino con toda una gama de fenómenos transformando algo en estético, o artístico. El lenguaje por ejemplo, al igual que el sexo, se transfigura estéticamente con la imaginación, la finalidad del sexo biológicamente, es la procreación y la del lenguaje es la comunicación mediante la imaginación, uno se transforma en erotismo, y el otro en poesía, dice Octavio Paz “Que el erotismo es una poesía del cuerpo, y la poesía un erotismo del lenguaje, dijimos que la finalidad del sexo como tal es la procreación la del erotismo, es el placer al ser mediado por la imaginación, este placer no es simplemente fisiológicos y no es estético, proveniente de la dimensión psíquica y entrelazado con lo simbólico, y lo cultural; sin embargo lo que tienen en común el sexo y el erotismo, es el cuerpo, es en este punto donde el fenómeno del amor surge formando el ápice del fenómeno humano, donde la materia del erotismo es el cuerpo, la del amor es el alma, Paz dice que el erotismo es una poesía del cuerpo, pero no extiende el lenguaje metafórico al amor, no dice el amor es un equis del alma, por ejemplo a lo mejor no se le ocurrió una buena metáfora de no sé en todo caso, no obstante está claro que si hubiera una metáfora adecuada, tendría que ser no de la categoría de modo estético, como la poesía, sino de la categoría de lo ético la diferencia entre cuerpo y alma en este contexto, es la diferencia entre objeto y sujeto, no me extrañaría nada que pasa al hablar del erotismo tuviera en mente la esfera de lo estético, que trate que llegar y que pensará en algún personaje como Don Juan. Don Juan no ve a las mujeres como personas, sino como cuerpos como objetos todos en su conjunto, constituyendo una especie de continuo en el que goza de las variaciones de uno y el mismo placer sensual, el amor en cambio es una atracción misteriosa y apasionada, dice Paz hacia una sola persona la transformación del objeto erótico en un sujeto libre y único el amor se da en función de una elección la elección de esta persona singular lo cual es un acto claramente ético en el que vemos el paralelo con la dimensión ética de que llegar aunque curiosamente combina este acto ético de la acción con un aspecto de la esfera religiosa de llegar al menos a mi parecer es que el amor es por un lado una elección pero por el otro algo totalmente involuntario cuando leí eso de lo involuntario resonó mucho con lo que siempre había pensado sobre el amor al saber que si me enamoro esa atracción misteriosa y pasión nada tiene que presentarse como algo inevitable totalmente fuera de mi control como si me callara una tonelada de ladrillos encima sobre semejante peso uno no puede ser más que sucumbir igual con la persona que ama se presenta de esta forma bruta y casi destinada lo curioso es que lo que uno elige no es a la persona a diferencia de otras personas ya que los llegados de forma involuntaria sino que elegimos amarlo la forma en que para se entiende y maneja la elección de su reflexión es muy distinta a como lo manejamos hoy en día al principio preguntaba si sería posible hoy en día que dos personas permanecieron juntas 50 años o más creo que sería muy difícil y esto debido quizás a cómo entendemos y manejamos la elección es que vivimos en una sociedad sumamente consumista lo que valoramos sobre todo es la libertad la libertad de elección entre más opciones para la elección mejor o sea mejor poder elegir entre una amplia gama de marcas de coche o tiendas de ropa que uno solo pues resulta que este escenario no es tan bueno como pudiera pensarse los economistas han identificado un fenómeno que se llama la paradoja de la elección por ejemplo en una tienda donde ponen una mesa con muestras de algún producto como mermelada si ponen cuatro o cinco sabores de mermelada la gente nos prueba y cierto porcentaje compran el producto si ponen 15 sabores por ejemplo el porcentaje de los que compran bajan mucho es que la gente empieza a probar van de uno en otro luego se confunden no están seguros y piensan mejor no comprar pues si llegan a casa con un sabor es lo que dicen no tenía haber comprado el otro para evitar esta incertidumbre y posible arrepentimiento no compran de modo que entre menos opciones mejor mencionó todo esto porque hoy en día mucha gente buscan el amor de su vida en sitios de encuentro en internet que es lo que uno ve ahí pues página tras página de perfiles de fotos de personas uno se para en un perfil y piensa que está bien o al menos no está mal pero luego dicen a lo mejor el amor de mi vida está en la siguiente página entonces siguen lo que está ausente aquí es el aspecto involuntario que menciona Paz si uno está en control la única elección que puede ver es entre diferentes personas, que al menos en el entorno digital se tratan como objetos nuestra forma de entender la elección, indica un apetito por la posesión, pero la elección de la que habla Paz transforma ese apetito en una especie de renuncia, en un rendirse ante el otro, esto es muy parecido a la actitud de fe, desde en lo absurdo, que comenta que llegar, nuestra religiosa, la posición del otro niega la libertades y otro, reduciéndolo a un objeto el amor, en cambio es cuando uno elige libremente el destino, que le ha tocado en la forma de esa persona singular y eso puede suceder, si uno rechaza la posición a favor de una negación de la propia soberanía de uno, como dice Paz, de forma tan bella el amor es un accidente que nuestra libertad transforma en una elección, la reflexión sobre la epístola de San Pablo, y la traducción de ágape como caridad por un lado que aunque, me gusta esta traducción porque la palabra amor es tan abusada y sobrecargada, en el sentido que se presta a entender desde la relación de uno con Dios, hasta con el chocolate, por el otro extremo lo que Lía entiendo por amor, va muy de la mano con lo que dice Octavio Paz- y se hace más explícito con la palabra caridad, si caridad o ágape tiene ese sentido de amor al prójimo, de ser solidario y compasivo con el otro, con cualquier otro, pero al aplicarse a esa persona singular, con la que te comprometes, sucede algo especial, Lía recurre a la famosa dialéctica del amo y el esclavo de Hegel, para explicar lo que quiere decir el amor, quiere que al otro le reconozca, y para ello lo domina lo posee, convirtiéndolo en esclavo o siervo, más bien como famosamente revela la dialéctica, el amor no recibe ese reconocimiento, porque al haber rebajado al otro, a un nivel inferior su reconocimiento carece de valor, el siervo en cambio, al someterse al amor y obedecer, lo encuentra en el trabajo que está obligado a hacer cierta agencia y autonomía, es decir mediante su servidumbre y el siervo cobra una humanidad de la que el amo, por su afán de dominio, ni se da cuenta el siervo fue obligado a someterse a negar su soberanía, como diría Paz, pero a lo que voy es que en el amor entre dos personas, esa es una actitud, que uno puede tomar de forma voluntaria, para Lía, el amor cuando los dos hacen eso es como una mutua servidumbre de rebajar al otro, cultiva y posibilita la libertad y autonomía de cada uno, esto es el verdadero reconocimiento, y ahora ve que en vez de fuerzas sociales o ideologías religiosas, que eso es lo que está detrás del matrimonio de sus padres. Lía quiere entender lo que es el amor ¿Seguir amando para ser amado de la forma que no se espera? Lía ruega al cielo par que no se así.