POV Herse —¿De qué hablas? Tú no puedes decidir eso —le respondí sin dudarlo un solo segundo. —Claro que puedo. Recuerda quién soy. Además, lo hago pensando en tu bien. Tú misma dijiste que deseabas conocerlos, así que lo estoy permitiendo. Al oír su respuesta, fruncí el ceño, sintiendo una mezcla de frustración y resignación. Si realmente se preocupara por mí, se molestaría en escucharme o en preguntarme al menos antes de decidir algo. Pero no, él siempre actuaba como si yo fuera una niña pequeña. Sin embargo, no le iba a permitir que me viera molesta, así que, mostrando una sonrisa, me dirigí hacia él. —De acuerdo, señor. Saldré con cada uno de mis pretendientes. Él no esperaba esa respuesta tan de repente; quizás pensaba que me negaría hasta el cansancio, ya que su expresión fue m