POV Herse
—Ay, joya mía. ¿Cómo es que no tuviste cuidado al correr? Casi arruinas tu hermoso rostro. Pero no te preocupes, eso tiene solución. Por suerte, tienes una grandiosa personalidad que podría contrarrestar incluso una enorme cicatriz.
Rod se encontraba totalmente concentrada en mi rostro, no apartaba la mirada en ningún instante. Incluso se mostró preocupado cuando notó las marcas que tenía en mis pómulos producto del accidente.
—Un poco de polvo por aquí, otro poco por allá y… —él sonrió retrocediendo fascinado con las manos en el rostro.
—¿Cómo me veo? —le pregunto.
—Fascinante, divina, hermosa. Dios, nunca he estado tan orgulloso de una de mis creaciones como en este momento.
—¡Ay, no exageres! Debo estar muy horrible, incluso con los golpes. Si bien traté de ocultarlos c
