POV Duván
Caminando por el pasillo en busca de Judas, planeaba mostrarle finalmente que todos los artículos, fotos y reportajes donde se le vinculaba con Aída habían desaparecido. Sin embargo, a mitad de camino, choqué con alguien.
—Deberías fijarte por dónde vas —me dijo de mala gana, y se marchó.
Al mirarla, me percaté de que era Aída. Parecía que traía el enojo en la sangre, y no solo eso, ya que su mirada parecía llevar al mismo infierno en las pupilas.
—Qué mujer y qué carácter —comenté para mí mismo, continuando mi camino. De repente, escuché ruidos extraños desde una de las oficinas que estaba vacía. Al seguir el ruido de esos movimientos bruscos, observé pedazos de lo que aparentemente fue un celular en el suelo. La pantalla quebrada daba indicios de que alguien había discutid
