POV Judas
—¡Ya bájeme! ¿Quién se cree? — exclamé fuerte, agitando las piernas, hasta que lo hizo, pero solo para darme cuenta de que ya estaba en mi habitación —. ¿Qué hago aquí?
— Vas a almorzar aquí.
Por un instante creí haber escuchado mal y negué con la cabeza, pero él volvió a afirmar y eso despertó aún más fastidio en mí.
— Dile a tu acompañante que baje por tus alimentos.
— Debe ser una broma, usted no puede obligarme a que yo me quede aquí.
— Entonces, toma una decisión, te calmas y almuerzas con nosotros o comerás aquí en tu habitación.
Él sospechaba algo, no lo decía abiertamente, pero era evidente con sus gestos.
— Está bien, bajaré a la mesa — contesté.
— De acuerdo, has tomado la decisión correcta, pero una cosa más, no quiero escuchar tus comentarios sarcásticos dela
