Capítulo 18. Una vida que comienza y otra que se complica Esa misma tarde, Piero hizo los arreglos necesarios para que Camila se mudara a un departamento pequeño pero cómodo en un barrio más seguro. También le entregó una tarjeta de crédito para que pudiera cubrir sus gastos mientras “se recuperaba” de todo lo que había pasado con él. Camila se instaló rápidamente en su nuevo hogar, estaba maravillada y agradecida por cómo había logrado engañar a un hombre como Piero Ferrer. Y mientras se sentaba en el sofá de su nueva sala, sonreía para sí misma orgullosa de sus logros. -- Esto es mejor de lo que esperaba -- susurró. Sin embargo, sabía que no podía quedarse demasiado tiempo en el juego. Piero Ferrer eventualmente descubriría que no era la mujer que buscaba, y cuando eso sucediera, te