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1074 Palabras
Estoy siendo llevada al aeropuerto, mi madre solo se dirigió a mi para advertirme que no hiciera estupideces, que mi padre está en plena campaña política y no necesita un problema más. Mi padre no apareció ni para amenazarme, en mis dieciséis años jamás han tenido una muestra de afecto conmigo, no de forma sincera y en privado. Solo recibo cariño de mi nana Esmeralda, quien ha tenido que irse por problemas con su esposo hace meses, me llama a menudo pero no es lo mismo, es muy triste mi vida y terriblemente solitaria. Las pocas conocidas que tenia eran del ambiente político, niñas ricas, caprichosas y envidiosas, eran insoportables, por suerte no me obligaban a sociabilizar fuera de las fiestas y eventos sociales. Siempre me han molestado por mi aspecto, mi cabello es rojo, mi piel blanca como porcelana, mis ojos azules ,mis labios rosados, tengo pequeñas pecas en el puente de la nariz, soy de contextura baja y delgada. Siempre quise tener curvas, ser más alta, como las otras chicas, pero no pasará y tengo que aceptarme tal cual y como soy. Nunca supe a quien me parezco, mis padres son morenos, a mis abuelos no los conocí pero tampoco eran pelirrojos, seguro algún gen perdido por ahí termino en mi sistema. Rusia es el último lugar donde me imaginaba estar, todo por culpa de esos que quisieron secuestrarme ,pero más culpa tienen mis padres por tratarme como mierda, como si mi presencia les estorbara, bueno para que mentir, les estorba. Llegue al internado, muy caro obviamente, las mujeres que me recibieron me tratan como basura, seguramente mi padre les pidió que tuvieran mano dura conmigo, de otra forma no se justifica tanta mala onda. Algún día mi padre pagará todo el daño que me hizo, estoy segura que el karma se encargará de él. Las clases son demasiadas, casi que me pasó el día entero entre clase y clase. Entiendo muy poco el idioma y eso me atrasa mucho. Me hice amiga de Kira, la hija de un embajador latino a la que al igual que yo la mandaron aquí porque se enamoro de alguien que no debía. En fin, este era el pozo donde los padre mandan a sus hijas "problematicas". Hablamos de todo un poco, me contó de Nico su novio, ella está segura que cuando salga de aquí volverán a estar juntos. Yo no tengo muchas expectativas en cuento a mi vida una vez salga de aquí, se que quiero hacer mi vida, eso es lo único que tengo claro, pero no se como lo haré, mi padre a pesar de no soportarme no dejará de dar la imagen de familia feliz, además de que siempre me tiene bajo la lupa porque como ya sucedió cualquier acción mía puede "manchar su imagen". En una de las clases nos cruzamos ,mejor dicho chocamos con una chica rubia, por su perfecto acento es rusa, no sabemos porque terminó aquí, pero tengo un leve sospeche, ella es realmente ruda. Con Kira casi ni la miramos desde que la conocemos, tiene un aura de misterio y peligro, a pesar de su edad tiene varios tatuajes y se pueden notar varios orificios donde antes habían piercing,es difícil creer que tiene mi edad. La he visto mirarme varias veces y eso me incomodaba, yo jamás pelee con nadie, ya lo sé, soy una cobarde ,pero realmente esa chica da miedo. Un día iba sola para las duchas, Kira tenía una tarea extra por contestar de forma prepotente, o eso dijo la profesora de literatura, aunque yo creo que exagero un poco. Una vez en los baños acomodo mis cosas para que no se mojen, de un momento a otro las pocas chicas que había se fueron como cucarachas, me quedé sola, miraba para todos lados para saber que había pasado hasta que vi entrar a la chica ruda, mi garganta se cerró y si no fuese por el miedo seguro ya estaría corriendo. Ella se acercó más y se me quedó viendome divertida, se estaba burlándo de mi. - Tranquila ,no te haré nada- dijo dejando sus cosas en una de las bancas - eres demasiado valiosa para ... para alguien. - ¿Alguien? - estaba tan desconcertada, no entendía de quién hablaba, mi padre la había enviado a cuidarme, no lo creo, si mal no escuche dijo que yo era valiosa y para mi padre no valgo ni lo que peso. - Si , alguien - se está desvistiendo para ingresar a las duchas - Yo soy como tu ángel de la guarda, te recomiendo ducharte rápido antes de que salga y las demás entren. - Pero no entiendo a que te refieres- yo aun seguía confundida, no había movido ni un pelo - ¿Mi padre te envió? - Lamento informarte que ese bastardo a mi no me manda - cuando dijo eso me miró fijamente, hablaba con asco de mi padre- Solo te diré eso y vamos chica, apúrate. Me apresure a bañarme, antes de que las otras entraran, hasta ahora no me habían hecho nada, pero había algunas que tomaban mis cosas sin permiso sabiendo que no haría nada. Mientras me duchaba pensaba en las palabras de esa chica, ella era rusa y no entendía de qué conocía a mi padre, pero lo que más me daba vueltas en la cabeza era, porque me cuidaba, quien la había puesto a cuidarme, mi madre tal vez, aunque no creo que fuese ella, no es como si su instinto maternal le brotará por los poros, era imposible que mi nana le pagará a alguien para que me cuidara, no tengo familia directa. Esta chica al igual que su misión en este internado es un misterio, casi no me hablaba pero estaba en todas mis clases ahora, no quise contarle lo sucedido a Kira, no quería que la increpara para preguntarle lo que yo no me animaba. Los días fueron pasando, todo seguía igual, supe que mi "ángel guardián " se llamaba Xia, que era rusa y nada más, es casi un misterio todo lo que la rodea, ya que las visitas de sus familiares son afuera del internado. Por otro lado mis padres no se han vuelto a comunicar conmigo , por lo visto no necesitan fotos nuevas, todavía sigo de intercambio para los demás. Espero que no me obliguen a terminar el instituto aquí, no podría estar un año más aquí.
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