Perdida en tu amor.

Prologo.

Estoy encerrada en mi habitación sin saber que hacer, he intentado no encontrarme con Terrence pero es muy difícil ya que mi hermana es novia de su mejor amigo.

Después de todo lo que paso yo comencé a darme mi espacio, aprendí a valorarme y es que ya no necesitaba más de eso.

Hace poco menos de una semana comencé a salir con un chico de la universidad, que pese a que es muy meloso, me agrada.

Llevo las cosas con calma para no estrellarme con una pared luego luego.

Escucho ruidos que vienen desde la sala y bajo a ver quienes son.

Paso primero a la cocina a buscar una manzana, la agarro del mesón y al salir quedo ahí estatica viendo al chico que amo con toda mi alma pero que me traiciono de la peor manera.

Se ve desmejorado, desaliñado.

Sus hermosos ojos verdes están apagados, sin vida. No quiero pensar que es por mi, porque si realmente me quisiese no hubiese hecho lo que me hizo.

Se le nota tenso y sé que es porque está en mi casa, cuidadosamente camino tratando de no hacer ruido pero mis intentos se van por el drenaje al tropezarme con un escalón y caer estrepitosamente en el suelo.

Los tres voltean y me miran fijamente, mi rostro pasa por todos los colores que puedan existir, me levanto pero sin apartar mi mirada de la de Terrence.

Es irónico estar tan enamorada de la persona que me ha hecho sufrir tanto en estos últimos meses.

Aparto la mirada y dando un largo suspiro camino por las escaleras hacia mi habitación, siento unos pasos detrás y sé que es él, sin querer esforzarme más paso y dejo la puerta abierta para que lo haga de la misma manera.

Escucho que la cierra y se que por dentro todo grita besame, porque sí lo quiero, lo anhelo desde hace dos meses pero tengo que ser fuerte, por mi tengo que serlo.

—Tu...tu cabello—volteo y me acerco unos pasos—¿Porque lo cortaste?—sonrío de costado reprimiendo la respuesta que quiere brotar de mis labios, no quiero ver mas dolor en sus ojos.

—Últimamente me estaba dando mucho calor—mentira. Era porque mi cabello largo me recordaba a él, el tocar mis puntas a como él lo hacia cada que me abrazaba me hundía más.

—Perdóname por favor—no podía negarme a eso, mi pecho estaba que se salia con tan solo tenerlo a distancia. Yo lo había perdonado hace mucho ya, no quiero guardarle rencor a la persona que amo pero eso no significa que volvamos, no cuando me estoy dando una oportunidad con alguien más.

—Yo...yo te perdono Terrence—se acerco y yo retrocedí—pero eso no significa que quiero que volvamos.

—Yo te amo, dame una oportunidad—sonreí queriendo saber como decirle esto sin quebrarlo más.

—No puedo, no cuando me estoy dando una oportunidad con otro chico—su rostro, el como arrugo la nariz y el como retrocedió me dolió—tienes que entender que después de tres largos meses estoy intentando recuperarme a mi.

—Pero...¡Tu me amas a mi! no puede ser esto...—se acerco y me sujeto de los brazos—Yo te amo, tu eres mi amor, mi único amor—negué intentando no llorar, no quería después de dejar de hacerlo.

—Entiéndeme...—dos lagrimas salieron de sus hermosos ojos—yo si te amo pero no puedo estar contigo, no ahora.

—Te amo tanto—y me acerco a su pecho abrazándome con fuerza—luchare por ti, te lo juro.

Se separo de mi mientras yo asentía, no podía hablar, lloraría y es lo que menos quiero.

Se volvió a acercar y midiendo mi reacción me dio un corto beso, cerré los ojos sintiendo la delicadez con la que posaba sus labios en los míos.

Escuche la puerta cerrarse y ahí sí llore, perdida en lo que me había dicho y recordando la textura de sus labios sobre los míos.

Horas pasaron después de eso, no quería salir pero ya habíamos quedado en hacerlo y no puedo dejar plantado a Dylan.

Me levante a duras penas del suelo y camine al baño.

Una hora después ya estaba en la sala esperando a Brooke para irnos.

Alex estaba esperando conmigo en la sala hace más de diez minutos, mi hermana siempre se tarda mucho mientras yo siempre agarro lo primero que encuentro.

Como ahora que me puse un jeans que encontré arriba de mi cama y una blusa manga tres cuarta que habia dejado sobre una silla hace una semana y claro mis adoradas converce.

No soy una chica de esas que se desviven por arreglarse y hoy mucho menos después de lo que paso.

Salimos de casa y nos subimos al auto, yo como siempre adueñándome del estéreo conecto mi celular y coloco el plailyst que más escucho.

No vuelvo jamás de Carla Morrison suena por todo el auto, ambos ponen cara de asco y yo me rio. Agradezco infinitamente que nuestros padres nos hayan enseñado el idioma natal de mi madre, por eso escucho estas canciones porque se español.

Mi madre es venezolana pero hace más de treinta y cinco años que se vino a Estados Unidos donde conoció a papá y nació su historia de amor.

—Esto es nuevo, el respirar ya sin ti—comienzo a cantar a todo pulmón—en silencio pierdo la noción de mi. Yo te amo con locura desmedida y eso le causa más dolor a mis heridas—siento mis mejillas húmedas señal de que las lagrimas hicieron acto de presencia—Y te vuelvo a buscar y te vuelvo a encontrar, tu desinterés conmigo es tan cruel. Y te vuelvo a llamar para ver si es verdad que ya tu querer es de otra mujer— dejo de cantarla y me recuesto en el asiento.

Después de unos diez minutos llegamos al club, comenzamos a caminar hasta la entrada y pude visualizar cuando Terrence entro y es que como no lo pensé, este es el club de su hermano.

Paso cohibida, queriendo devolverme pero eso se disipa al ver a Amber,  Dylan y Damian. Me acerco y los saludo.

Me siento junto a Dylan en la barra y siento una mirada, no volteare porque se que es él.

Pido unos cinco shots de tequila y me tomo dos de un solo trago, siento como el liquido quema ferozmente mi garganta, para luego ingerir los otros tres del mismo modo, esta noche necesito divertirme.

Dylan me mira sorprendido mientras bebe su cerveza, pido una yo y comienzo a beberla sin respirar.

—Hey Scarlett esperate, no bebas tan rápido—yo asentí dejando la botella vacía en la barra para luego tomarlo de la mano y llevarlo al centro de la pista.

Comienzo a moverme sin prestarle atención a la música.

Pasan como cinco canciones más y las bailo junto a Dylan, ya estoy agotada y me voy a sentar.

Pido otra cerveza y me la tomo de a poco, ahora sí porque no quiero estar borracha.

Después de tomármela busco a Dylan con la mirada y lo encuentro bailando con una chica muy linda, tengo muchas ganas de bailar y me levanto y comienzo a bailar una canción muy sensual de Justin Bieber.

Paso mis manos por todo mi cuerpo mientras meneo mis caderas, siento como alguien se posiciona detrás de mi pero no le presto atención, creo que estoy borracha.

El chico me voltea y no es para nada feo, le sonrio y sigo bailando. Veo como Terrence sale con los ojos inyectados de rojo y muy tambaleante mientras me observa, parece que tiene lagrimas en las mejillas.

Un impulso de ir tras de él me recorre completa e intento separarme del chico pero su agarre esta muy apretado en mi cintura, forcejeo y no me suelta.

—¡Suéltame imbécil!—le grito mientras el me mira sonriendo.

—Mejor vamonos a mi casa preciosa—eso envió arcadas y forcejee un poco más—no te vas a ir después de hacer un baile tan sensual y dejarme con las ganas.— yo como pude subí mi rodilla y le di en su parte.

Corrí buscando a Alex y lo encontré junto a mi hermana en la barra, fui hacia ellos.

—¡Escúchenme! Terrence salio muy borracho del bar y estaba llorando, él...el me vio bailar con aquel chico, necesito buscarlo no debe estar muy lejos.

Ambos asintieron y salimos los tres del Club, ellos fueron a buscar el carro pero yo no podía esperar así que comencé a correr, corrí y lo visualice cruzando una esquina.

Acelere un poco y ya lo tenia cerca cuando comenzó a cruzar la calle y no se dio cuenta que venia un carro.

Comencé a gritarle mientras corría pero mi voz no salia de mi garganta, no escuchaba nada, solo podía sentir la desesperación de no poder tenerlo cerca nuevamente, de no poder besarle.

Todo paso de una manera veloz, el vio el auto pero ya era demasiado tarde, corrí desesperada pero cada vez sentía mi cuerpo más pesado, ya no podía más.