Suceso Inesperado

1056 Words
Theo⸺Año 2015 ⸺Adiós papá, adiós mamá⸺ que dolorosas palabras tuve que decir. Hace dos años tuve que salir de casa para ir a estudiar a la metrópoli de la ciudad. En nuestro pueblo no había aspiraciones de vida, tenías que tener influencia con algún político o ser un narco. Yo quería estudiar y ser alguien en la vida, sacar adelante a mi familia de una manera honorable. Los amaba mucho a pesar que no tuve los privilegios necesarios como todo niño normal. Aventurarse a un nuevo ambiente no es fácil, pero tenía una motivación: salir adelante y ser independiente. Me llamo Theo, 21 años, pelo crespo, tez blanca y a un año de graduarme con honores como profesor de Química. Diría que me siento orgulloso, pero no es lo que me preocupa. Siempre quise ayudar a las personas, sé que suena ostentoso, poco probable y muy trillado, pero quisiera cambiar al mundo. Mi familia y yo somos cristianos, sé que has oído hablar de ellos. Pero tranquilo, no somos una secta ni nada por el estilo, solamente vivimos conforme a la biblia. Pero basta de parloteo, no les contaré mi historia, sino la de ella. Que debe de ser sabida por todo el mundo. Y su historia empieza ahora, en el presente. // ⸺Rayos voy tarde⸺ dije angustiado, hoy era el examen final y no podía perdérmelo por nada, no puedo hacer eso. De eso depende si mantengo la beca o no. Después de orar unos segundos me dispuse a salir de la casa muy apresurado, bendita ventaja que la universidad me quedé a dos calles de mi casa de alquiler. Vi la calle y estaba repleta de gente hoy ¿Qué pasaba? ¿Todo estaba en mi contra? ¡Ayúdame Jesús! De repente sentí hambre, pero no de esas hambres normales que puedes calmarlas con una menta, sentí un hambre muy fuerte, no había cenado ni desayunado por hacer las clases, si seguía así podría desmayarme en pleno examen. Oh, no. Me detuve enfrente a un puesto de comida rápida y compré lo más rápido que pude. Mientras devoraba la comida escuche un quejido entre el mar de personas que pasaban rápidamente por la calle. No le preste tanta atención y seguí comiendo, luego se oyó una y otra y otra vez. Miré a mí alrededor y la vi. Una chica andrajosa, una mendiga de la calle, maltratada y con señales de desnutrición. Estaba suplicando por un poco de comida al mismo hombre al que le compre el plato de comida, pero este le había hablado mal y le había tirado un cubierto para que se vaya. Me sentí impotente ¿Qué debía de hacer? Aun me quedaba un poco de comida en las manos, pero no es suficiente. Pensé por un momento ¿Qué haría Jesús? Las palabras de Jesús en la biblia llegaron como relámpago hacia mí: “Confía en el señor, y haz el bien; habita en la tierra, y cultiva la fidelidad” Tengo que ayudar a esa chica. Saque un poco más de dinero que tenía guardado y me acerque al puesto de comida. Compré un plato de comida más grande y miré a la chica. En sus ojos pude ver lo que sentía y el sufrimiento que guardaba desde hace mucho tiempo. Me acerqué lentamente y le ofrecí el plato. Ella se asustó, pero luego con miedo, acepto y tomó el plato desesperadamente. Sonreí, se sentía bien ayudar a alguien. ⸺ ¿Por qué la ayudas? Solo es una marginada y mugrienta mendiga, puede ser que se aproveche de usted para robarle⸺ oí decir al señor que me vendió la comida. ⸺ Es mejor dar que recibir, todo el mundo merece una bendición de Dios⸺ contesté firmemente. ⸺ Estás loco⸺ dijo el señor y di por terminada la conversación. Siempre me llaman loco por ayudar a los demás, pero si tengo la aprobación de Dios con eso basta. Llegué a la universidad en un santiamén, rogándole a Dios que aun yo esté a tiempo para el examen. Mis compañeros estaban afuera, los mire confundidos. ¿Qué habrá pasado? Fui con el profesor directamente para preguntarle por el examen. ⸺ A buena hora llega, señor Rodríguez. ⸺ Profesor, perdóneme, yo… ⸺ Usted tranquilo, es uno de los que mejor nota tienen, fue el único que estaba exonerado ⸺el profesor me miro con alegría y mi cara de felicidad no se hizo esperar. No me esperaba esto. Me encaminé a seguir con las clases de hoy, aunque extenuantes, siempre andaba con buen ánimo. Es increíble lo que puedes hacer cuando estas feliz. La noche llego y me despedí de mis compañeros de clases, hacia frio, pero no me importaba. Pasé por el puesto de comida y acordé de aquella mendiga de esta mañana. ¿Estará bien? ¿Tendrá familia? Esa chica me preocupa. Compré dos platos de comida, una será mi cena y la otra para ella, por si la encuentro. Mire a los alrededores hasta que me fije en un punto. Ella estaba debajo de un árbol, sentada en un banquillo tratando de dormir, estaba tiritando de frio. Me encamine hacia ella y me miro, no estaba tan asustada como esta mañana. ⸺ Hola, soy Theo ¿te acuerdas de mí? Soy el chico que esta mañana te trajo esto⸺ le ofrecí el plato de comida⸺ ¿Tú cómo te llamas? Ella me miro con miedo, pero decidió hablar. ⸺ Soy Abey⸺ dijo en apenas un susurro. Su voz era quebradiza. ⸺ Bien Abey⸺ le pasé el plato de comida y ella lo acepto dudosa⸺ No me tengas miedo, soy tu amigo. Te daré todos los días comida porque quiero verte bien. Sonreí y ella también sonrió. ⸺ Toma este abrigo⸺ le pase el mío⸺ te protegerá del frio. Ella lo acepto con gusto, ya me estaba tomando confianza. ⸺ ¿Confió en que te veré mañana? Ella asintió y me fui a mi hogar. Oré a Dios, pidiéndole que la proteja de todo mal. Me sentí feliz porque estoy ayudando a una persona. Se siente bien ser bondadoso. Aunque, me pregunto ¿Tendrá familia? Descarté esa pregunta, de lo contrario no viviría en la calle. ¿Qué habrá pasado con ella? Esto me desconcierta. No puedo estar tranquilo. No se que voy a hacer. No puedo hacer nada.
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