1.1 Julieth

1017 Words
Julieth, 26 de octubre de 2018 Hoy el día parece algo pesado, no encuentro en ningún lugar las fuerzas para levantarme de cama y asistir a clases, a decir verdad, es una sensación completamente nauseabunda, me hace sentir perdida aun así está en algún lugar escondida esa esperanza de que el día va a mejorar, cada persona tiene su razón, supongo, mi razón es él, si, lo sé, en mi cabeza se escucha incluso cursi, pero entre todo lo que pienso en el día, él es la razón por la cual quizá el día podría valer un poco la pena; oigo que suena la alarma repetida interrumpiendo los pequeños lapsos de silencio en el tiempo de la mañana, hace mucho no sentía este frio, un poco repulsivo, me siento desinhibida, pero he faltado varias semanas a la facultad y no puedo falsificar más excusas a esto para los profesores sin levantar las sospechas que ya he levantado; en la cocina pongo a hacer el café en la cafetera nueva que compré, recuerdo lo mucho que le comenté a él cuanto quería esa cafetera jaja, recuerdo nuestras charlas con café y comentarle que si alguna vez vivía sola seria lo primero que compraría, ahora esos recuerdos parecen un poco lejanos, sin embargo sé que quizá no ha podido verme por su trabajo y lo ocupado qué está, en mi cabeza siempre pasan escenarios donde esto no es así, donde está engañándome con varias chicas o mintiendo o diciéndole a sus amigos lo insoportable que soy, atribuyo todo esto a mi dependencia, si, inconscientemente subsisto de él, he ido a terapia pero parece que solo ayuda a perder el aliento y a incrementar su incidencia en mi pensamiento; los sentimientos se desgastan, o eso dicen, pero los míos no hacen más que florecer constantemente, aferrarse, soy un poco hipócrita a decir verdad, le he hecho mucho daño a él también… si tan solo él supiese todo lo que he hecho a sus espaldas, en ocasiones solo por aburrimiento supongo que me odiaría, o seriamos iguales, aun no lo tengo muy claro y supongo que nunca lo tendré, sea como sea, debo dejar estos pensamientos de lado y ubicarme de alguna forma en el presente, sacar todo esto de mi pensamiento; fuera de casa se escucha como los buses pasan cual astros, rápidos, llenos de personas rumbo a sus trabajos con ojeras de estrés y quizá noches sin dormir, es una rutina, salgo y espero a que mi ruta pase, lo cual es poco usual, en la mayoría de ocasiones, al igual que hoy, salgo tarde y me veo obligada a pagar casi 5 veces mas por un taxi que me acerque un poco a la facultad, descuadrando así el poco dinero que tengo para sobrevivir, y aunque día a día me repito esta situación estoy en el bucle de no cambiar por más que esa situación me afecte, más que todo porque no sé cómo cambiarlo, cada día en la noche me prometo levantarme un poco mas temprano y hacer todo un poco más rápido, pero ¿a quien voy a engañar? Es uno de mis miles planes fallidos de mejorar en cualquier aspecto de mi vida, supongo que soy un desastre y solo espero el día a que todos estos errores me caigan encima y me muestren que debí cambiar. Entre el mar de pensamientos que tenía oigo el típico sonido de bus esta vez un poco más rápido, alzo la mirada e increíblemente ahí está: mi ruta, es inevitable ocultar mi cara de felicidad y de sorpresa, hoy podría ahorrar un poco y comer algo más, me subí prontamente en cuanto el bus paró en frente de mis pies, el trayecto era largo pero no importaba, estaba en el bus por primera vez en varios meses y aunque era cierto que llegaría un poco tarde… llegaría, y eso, aunque suene gracioso, era comparable con ganarse la lotería. La facultad parecía un poco más llena el día de hoy y mis ojos no dejaban de buscarlo, me sentía tonta de cierta forma por qué parecía insistente, como buscando algo que no pretenden darme, esos pensamientos perturbadores entraban una y otra vez a mi cabeza, no me dejaban sola en ningún momento. A lo lejos veo a mis amigas, Huline y Sarah, ambas parecen un poco estresadas por los próximos exámenes finales, mi estrés se manifiesta de una forma algo diferente, me inmoviliza y no me deja seguir con mis actividades diarias, así que supongo que siempre o casi siempre debo estar estresada jaja, la risa interior se me escapa a la cara y Sarah responde S: ¿Nos estamos volviendo locas desde ya? Julieth: Aún no aun no, es de esos pensamientos que se salen. S: uuu ¡estabas pensando en un chico! Julieth: Es en lo que menos pienso ahora Sarah, los exámenes están encima, no tengo ni idea de que voy a hacer, por ahora solo me rio de mi desgracia. Mientras Sarah hace una mueca de desdén miro al fondo del pasillo, veo el mar de estudiantes, en estas fechas del año todos tienen en el rostro algo similar, miedo, cansancio, excepto Martin, por alguna razón sus notas siempre son altas, en mi siempre ha nacido una leve sospecha del por qué de esas notas sin si quiera estudiar, justo aquí, en la facultad de ingenierías, a todos nos cuesta bastante obtener el promedio mínimo como para que no nos expulsen de la universidad pero para Martin todo parece tan simple, en ocasiones he llegado a creer que hace trampa en los exámenes, pero entre mis desvíos de mirada mientras hago mis exámenes y él está en el salón nunca he visto nada más que su rostro metido en la hoja contestando rápidamente todo, me niego a pensar que siento envidia de él, es solo que es un sentimiento raro ver a todos esforzándose tanto y que una sola persona en el mundo parezca obtenerlo con tanta facilidad.. quizá en el fondo si siento algo de envidia, lo que, asumo, es natural ante todo esto   
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