Capítulo 1

3023 Words
TERCER LIBRO DE LA SAGA: LAS 4 ESTACIONES DE LOS LOBOS  MI LOBO DE OTOÑO  ***************** Dedicado a mis lectores. Sin su apoyo yo no estaría aquí, y tampoco tendría la dicha de ser llamada escritora. GRACIAS **************** CAPITULO 1   (Narra Carter Travers) ― Ven aquí y dame un beso. ― Me dijo Bree mientras me hacía señas con su mano, mi corazón palpitó con fuerza, ya que aún no me acostumbraba a la sensación de sus tersos labios, y a decir verdad, jamás me acostumbraré a esa sensación tan única. ― Voy. ― Respondí y me acerqué con los brazos extendidos, la rodeé con ternura y me deje llevar por esa sensación tan placentera. Siempre que nuestros labios se encuentran, mi mente viaja hasta aquel primer beso. Era una de las muchas tardes en que Bree me llevaba a dar un paseo en las calles de Green Cold, yo aún era incapaz de mantenerme totalmente en pie, así que Bree consideraba una regla el tener que llevarme en la silla de ruedas para recibir algo de aire fresco. El día anterior ella me había presentado como su novio, ¡como su novio! Y bueno, ya que mis planes para pedirle que fuera mi novia se habían ido por el caño, decidí sorprenderla de otro modo. En algún punto del paseo le pregunté que si quería un helado, ella no quiso, pero entonces le pedí que me comprara uno. Mientras se dirigía a comprarlo yo me preparé mentalmente para lo que haría, cuando regresó, se tomó la molestia de inclinarse un poco para ofrecerme el helado, yo la tomé de un brazo y la jalé con cuidado para hacer que se sentará sobre mis piernas, de eso modo me quedaba más cerca. Ella frunció el ceño y antes de que me dijera algo la besé, en un principio no supe bien que hacer, así que me quede rígido como piedra. ― ¡Carter! ― Se separó y se carcajeó con ganas, yo me moría de la vergüenza. ― ¡Aún eres un niño pequeño! Y cuando me dijo aquellas palabras no pude contenerme más, yo no era ningún niño pequeño y se lo iba a demostrar. La tomé de una mano y con la otra atraje su rostro al mío, y entonces, sin ningún impedimento ni problema, la besé con tanta euforia que ahora ella parecía una niña pequeña. Se quedó tan quieta que, puedo jurar que hasta dejo de respirar. ― Carter…― Dijo con la voz entrecortada. ― Ahora eres mi novia, ¿no? ― Ella asintió despacio. ― Pues será mejor que te acostumbres a esto. Estaba algo molesto porque se había burlado de mí, pero por dentro estaba asustado. ¿Y si se incomodaba por lo que le dije? ¿Qué si no le parecía? “Carter, eres un genio”. Me reprendí mentalmente. ― En ese caso…― Ronroneó con un tono que me erizó la piel. ― Vayamos empezando a acostumbrarnos. ― Me pasó los brazos por el cuello y me rosó con los labios el lóbulo de la oreja. ― ¿No crees? Santa madre luna. Fue todo lo que pude pensar. ― De acuerdo. ― Me sorprendí que mi voz saliera sin que yo me diera cuenta. Entonces nos besamos, podía sentir su aliento con olor a menta y su perfume de flores, todo en ella era tan veraniego, me mataba estar tan cerca. En algún punto del beso… Bree me metió la lengua. ― ¡Ah! ¡Bree! ― Ella se separó y tras ponerse en pie me dijo algo que jamás olvidaré. ― ¿Qué? Si te llevas, te aguantas. Ese fue nuestro primer beso, ahora era casi imposible no gastar el tiempo buscando en la garganta del otro. O algo así. ― Tienes que darme tantos besos como sean posibles, Carter. ― Me dijo mientras yo la abrazaba con ternura. Estábamos en la cabaña, sus pequeños hermanos juegan afuera con Dante y el señor Elliot. Annie está arriba empacando. Ya solo nos quedan dos días antes de partir. ― Lo haré, preciosa. ― Y deposité un beso en su frente. ― Ah. ― La voz le cambió de la nada, ahora sonaba sería y aterradora. ― Si alguna mocosa estúpida se te acerca, la mato. ― Así que eres una novia tóxica… ― Bromeé sin poder evitarlo. Pero fue muy tarde para cuando vi su cara de seriedad mortal. Ella lo dijo en serio. Pero bueno, que se podía esperar de la prima de Dante.― ¿No es broma? ― No, no es broma. ― De acuerdo, me voy a poner un letrero que diga “Tengo novia”. ― Ella negó con la cabeza. ― Tanto así no, pero solo… Mantén tu distancia. No vayas a ser tan amable con una de esas tipas, o de lo contrario malinterpretaran tu amabilidad como otra cosa. ― No pasará nada. ― Ella bufó. Y tras decir aquello salimos de la cabaña para ir con el resto. Dante estaba medio perdido, jugaba con los niños pero no dejaba de ver en dirección a la recamara de Annie. No lo admitía, pero era muy obvio que no quería estar separado de ella. Desde hacía un tiempo estaba de muy mal humor y con el ceño siempre fruncido. Entre más se acercaba el día, más enojado se le veía.  Esa noche mientras cenábamos volvió a hacer de las suyas. ― Annie. ― La llamó en medio de la cena. ― ¿Sí? ― Ella a su lado siguió entretenida con su plato de comida, pero el volvió a llamarla, haciendo que esa vez, Annie lo mirara. ― Cásate conmigo, por favor. El señor Elliot escupió su agua empapando a Edgar, y yo deje de cortar la carne del plato de la pequeña Kelly. Bree solo se llevó un mano a la frente, como si pasara la mayor vergüenza de su vida. ― Dante…― Annie dijo su nombre con mucha ternura. Y entonces todos lo vimos, las lágrimas que salían de los ojos de aquel hombre tan imponente. Annie se levantó de la silla y lo abrazó con fuerza. El solo logró esconder su rostro para evitar que nadie más viera esas perlas saladas asaltándolo. ― No quiero que te vayas. ― Le dijo con la voz más rota que jamás le había escuchado. Tanto que se me hizo un nudo en la garganta, Bree lo notó y me dio una palmadita en la espalda. Luego hizo una seña y todos salimos de la cocina. Les daríamos un momento a solas.   (Narra Dante Weiss)   ― Dante. ― La voz de Annie era tan dulce que yo no quiero levantar el maldito rostro, ¡vaya mierda! Deje que los demás me vieran haciendo eso, pero la jodida sensación de estar tan lejos de mi conejita me estaba quemando y ya no podía soportarlo. Tenía que intentar de todo para no dejar que se fuera. ― ¿No quieres ser la señora Annie de Weiss? ― Dije en un intento más de hacerla quedarse. Ella se carcajeó. Levemente levanté el rostro y la miré con detenimiento, Annie había cambiado. Se veía más madura, su melena ya estaba suelta la mayor parte del tiempo y solo usaba su gorro para ocasiones especiales, ella no quería maltratarlo. Sus ojos se veían más expresivos y brillaban con esa alegría tan característica de ella. Su manera de caminar era con más confianza y sonreía con mayor entusiasmo. ¡Mierda! Te mentiría si dijera que no se había vuelto hasta más sexy. No podía imaginar si quiera a imbéciles detrás de ella por la universidad, porque me hervía la sangre. Mi novia era una suculencia. No podía estar ahí afuera sin mi protección. ― Seré Annie Rowan. Pero seré tuya. Solo ten paciencia. ― Suspiré y para mi maldita suerte se me salió un puchero. No pude evitar mover los labios con cierta decepción. Ella lo notó y tras mirar a sus espaldas se levantó y tomó un trozo de papel, yo iba a preguntarle que estaba tramando pero se llevó el dedo índice a la boca para hacerme callar. Rápidamente escribió sobre el papel. “Te veo en el bosque a media noche”. Abrí los ojos con sorpresa. Mi conejita me estaba citando… Esa noche cenaba pancho. A media noche me situé debajo del balcón, esperé unos cuantos segundos, después escuché sus pasos y entonces la vi. De inmediato extendí mis brazos para ayudarla a bajar, ella dio un salto sin miedo y yo la atrapé con cuidado. La abracé con fuerza y aspiré su aroma. ― Vamos. ― Me dijo en cuanto la bajé, me ofreció su mano y me guío a través del bosque. Caminamos hasta el risco, un lugar en donde el viento soplaba con fuerza, aunque esa noche no sería problema, ya que era verano y el clima tan cálido no generaba ráfagas que alborotaran el cabello o nos cortaran el rostro. Nos sentamos sobre uno de los muchos troncos que había en el lugar. Annie dejo perder su mirada entre el paisaje frente a nosotros, montañas altas y escarpadas, nubes que se difuminaban por la luz de la luna y estrellas que centelleaban como pequeños faros. ― Dante. ― Me llamó. ― Annie. ― Respondí. ― No quiero que estés triste. ― Yo me mordí el labio. No quería decir algo que la lastimará, lo que menos quería era que se fuera triste por mi culpa. ― Podrás ir a verme, ya lo hemos planeado. Y en vacaciones estaré aquí. ― Lo sé. Pero…― Me mordí de nuevo para no hablar. ― ¿Pero qué? ― Mi conejita se giró y entrelazó su mano con la mía. ― No quiero estar días sin verte. Me he acostumbrado a tu presencia, a tu voz, a tu olor. No podría soportar estar aquí sabiendo que tu estas en otro lugar rodeada de estúpidos. ― ¿Es eso lo que realmente te molesta? ― No. ― Ella ladeó la cabeza y no pude evitarlo más. ― Bueno sí. ¡Mierda! No quiero que estés rodeada de humanos estúpidos que solo quieran ir tras de ti. ¡No quiero! ― Igualito a Bree. ― Respondió y se carcajeó de nuevo. ― No me compares con esa cara de rata. ― Pero antes de que siguiera quejándome Annie me tomó del rostro y me apretó las mejillas con sus manos, clavando su hermosa mirada en mí. ¡j***r! Se veía tan linda haciendo esa expresión.  Una que solo era para mí. ― ¡Ya! ― Sonrió y siguió hablando. ― No dejaré que nadie se me acerqué, les diré a todos que tengo novio y que puede matar con una mirada. Les diré a todos que se llama Dante Weiss y que es el hombre más maravilloso que conozco. Una sonrisa boba se me escapó. ― ¿De verdad harías eso? ― ¡Por supuesto que sí! ― Afirmó y no hubo ninguna duda en su voz. Entonces la abracé y suspiré aliviado. Todo estaría bien. ― Ahora. ― Dije ya que no estaba dispuesto a esperar más. ― Me toca cenar. ― ¿Tienes más hambre? ― Preguntó ella sin comprender mis intenciones ocultas. Que conejita tan inocente. ― Ah, sí. Y mucha. ― Ella se puso en pie y avanzó hasta mí. Yo fruncí el ceño confundido. ― Porque yo también. No entendí a la primera, pero luego de verla me di cuenta que tenía el mismo deseo que yo. ¿Cuándo fue que Annie había cambiado tanto en ese aspecto? ¡¿Cuándo!? No lo sé, pero me gustaba, y mucho.   ¡ADVERTENCIA! CONTENIDO EXPLICITO, SI ERES MENOR DE EDAD SALTA HASTA EL PRÓXIMO CAPITULO. COMO YA SABEMOS, DANTE ESTÁ LOCO.   ― Que traviesa conejita. ― Ambos nos carcajeamos y yo me levanté. Al hacerlo pude ver de nuevo lo pequeña que era para mí. Y para mi gran sorpresa, de un saltó enredó sus piernas por mi torso y yo la sostuve, era muy fácil ya que para mí ella era tan ligera como una pluma. Cuando su rostro estuvo tan cerca del mío la besé, y mientras lo hacía avancé hasta estar debajo de un árbol, justo donde había un poco de musgo. Siempre pensaba en su comodidad, no haría nada que a ella no le gustará. La deposité sobre él y me coloqué encima. Todo en ella me volvía loco, casi como una bestia desenfrenada. Cuando la veía suspirar de esa forma no podía evitar pensar en la primera vez que la vi desnuda frente a mí. Su piel tan suave y ese aroma que siempre desprendía, eran suficientes para hacerme sentir la más grata de las alegrías, y la razón era que eso significaba que confiaba en mí. Aquella primera vez estaba tan nervioso como ella, pero supe que debía mantener la calma, ella me entregaba su confianza y no podía j***r todo por un pequeño error. Ahora me era muy difícil estar cerca de ella sin recordar esa noche. Pero en ese momento, la mujer frente a mí sabía muy bien lo que pasaría. Ya no tenía miedo de asustarla. Sin decir una sola palabra me saqué la sudadera y el pantalón, que eran lo único que traía puesto.  Miré como Annie se mordía el labio con discreción, discreción para ella, porque para mí era muy obvio, y eso me comenzó a poner más caliente de lo que ya estaba. Me incliné y recorrí con mis manos su abdomen, ella se encogió levemente al sentir mi tacto. Poco a poco fui sacando sus prendas, hasta que finalmente pude verla. Era perfecta y era mía. Annie tomó mi rostro entre sus manos y me acercó para besarla. Mientras lo hacía no pude evitar recorrer su cuerpo con mis dedos, primero su cuello, luego su espalda y por ultimo sus muslos. Era como tocar mantequilla, entre más lo hacía más se derretía. Deje de besarla para concentrarme en sus pechos, me gustaba hacerlo porque su respiración se agitaba. Sí, era malvado de mi parte, lo sé, pero a mí me gustaba. ― Dante. ― Cuando la escuché decir mi nombre algo en mí se encendió de golpe. No esperé más y la embestí, luego me sentí mal por haberlo hecho tan bruscamente. Y antes de que preguntará si estaba bien o si quería que parará ella se apretó más a mí. ― ¿Annie estas…― Un gemido se le escapó y eso me volvió loco, ya no pude parar ni mucho menos terminar de preguntar si estaba bien. Le besé el cuello, los pechos, y deje que mis dedos entraran en ella. Su rostro sonrojado por el placer y la excitación eran más que suficientes para mí. Estuvimos así por bastante tiempo, perdí la cuenta. De hecho no sé cuántas veces lo hicimos ese día. Aunque algo que sí supe fue que desde aquel día Annie cambió. Se volvió más segura de sí misma y entonces entendí que a donde quiera que estuviera, estaría bien por su cuenta. Ella era una mujer fuerte, siempre lo fue, solo le faltaba tener la seguridad que ahora tenía. Cuando reposaba sobre mi pecho y yo le acariciaba el cabello, le pregunté finalmente lo que me tenía consternado. ― ¿Desde cuándo te volviste traviesa? Pude sentir como su cara se ponía caliente, la había avergonzado. ― Yo…Yo. ― Tragó saliva e intentó seguir hablando. ― Es que yo… ― No pasa nada. ― La abracé y ella me miró, sus ojos aún reflejaban vergüenza. ― A mí me gusta. La tímida conejita se comió al lobo feroz. Annie se carcajeó con fuerza y ocultó su rostro en mi pecho. ― Algo así…  ***************** NOTA ❤️ Hola a todos, aquí L.G.L ❤️ Esté ha sido el primer capítulo! Y debo confesar que esté libro me está gustando mucho escribirlo, y a decir verdad, tengo mucho miedo de decepcionarlos, como siempre ese es mi mayor temor. De paso quiero contarles que cada libro tiene que ver mucho con su estación, por ejemplo, el invierno es sobre Dante, de como hay personas que encuentran el frío tan fascinante, aún si este es de lo más agresivo y violento jaja. Por otro lado, el verano es cálido y siempre es agradable, algunas veces es tan caluroso que enfada, y en este caso estamos hablamos del buen Carter. Ahora... del otoño, bueno, el otoño es una estación bastante triste. Los árboles pierden sus hojas, las ramas se vuelven puntiguadas y de aspecto áspero y peligroso, el viento sopla y suena justo como el aullido de dolor de un lobo. pero el otoño representa un cambio, uno que es muy visible, y hasta cierto punto, palpable. Y de eso será este libro. Como un mini espoiler les diré que en MI LOBO DE OTOÑO hay dos historia en una. Esa es la parte que más me está gustando de esto! Una de ellas quizá no les guste, o quizá si, no lo sé... Por eso me pongo toda nerviosa ? Y por ultimo tengo dos avisos importantes. 1. Comenzamos a publicar oficialmente MI LOBO DE OTOÑO el 1 de junio del 2021 y serán publicaciones diarias. 2. Cómo leyeron al principio, este es el tercer libro de la saga, "Las 4 estaciones de los lobos". En resumen, ¡han ganado! y esto será una saga. Por lo tanto, después del Otoño nos vamos a saltar a la primavera!  Solo vayan imaginando sobre que creen que será la bella primavera, como pista les digo que eso viene descrito en el final de MI LOBO DE VERANO  Y después de todo esto, no me resta más que como siempre darles las gracias, muchas gracias por su apoyo y cariño. ❤️ este libro está dedicado a todos y cada uno de ustedes. y como un pequeño favor SI ENCUENTRAS ALGÚN ERROR ORTOGRÁFICO SIÉNTETE LIBRE DE COMENTARLO PARA PODER CORREGIRLO. ⭐ Gracias infinitas ⭐
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