es un encuentro casualUpdated at May 5, 2023, 13:59
conmigo, entonces, ¿con quién? Por la marca rosada de su
cuello, debía de tratarse de su compañera de trabajo, Jennifer.
Los había visto tontear en la fiesta de vacaciones de su trabajo
del año anterior. Lo había negado por aquel entonces, pero no
había duda de que, después de aquello, las cosas se habían ido
enfriando entre nosotros.
—¿Que soy egoísta? Ni siquiera has hablado conmigo
sobre esto. Y no sabes lo que dices en lo que a mi puta polla
respecta.
—¿Habría cambiado algo? —le pregunté, apretando los
dientes.
—Habría seguido siendo un puto «no».
Y ahí estaba otra vez. La verdad. Nos habíamos
acomodado demasiado, nuestra relación estaba estancada. Ni
crecía ni evolucionaba.
Era difícil procesar que habíamos llegado hasta ese punto.
Que quisiera tirar nuestra relación por la borda a causa de un
bebé. Aunque sabía que no era verdad. Se había estado
cocinando, pero era demasiado cobarde como para romper. La
bebé era una excusa de la que estaba sacando partido.
—Entonces, creo que ha llegado el momento de que te
marches —le dije, rechinando los dientes.
—Estás cometiendo un error al elegir esto antes que a mí.
—Hizo una mueca de desdén.
Solté otra carcajada fría.
—Creo que mi error ha sido creer que alguna vez
tendríamos futuro.
Se quedó allí, echando humo, antes de darse la vuelta e
irrumpir en el dormitorio. Tras preparar una maleta a toda
prisa, se metió en el baño, volvió a salir al salón y cogió su
portátil. No me moví de donde estaba mientras mi relación se
hacía añicos a mis pies.
—Volveré a por el resto —dijo; caminó hacia la puerta y se
puso el abrigo a toda prisa. Se giró y me miró—. Es tu última