Los Seis reinos del continente en silencio observan al séptimo miembro de su geografía, Impenetrable bestia de hielo durmiente en silencio exhala la neblina más fría evitando ser vista con claridad. La princesa Angyal Sárkány la quinta estrella lleva consigo una profecía sobre sus hombros, una que solo se repitió una vez y se perdió en la nieve que se derritió a su paso. Cayó en la mira de muchos pretendientes poderosos, que sin saber, fueron traídos sin esfuerzo a una trampa letal. Una avalancha de la cual ninguno de ellos saldrá ganador. Un romance tan frío que quema. ¿Quien conquistará el corazón de la estrella más fría del firmamento?.

Me miro detenidamente frente al espejo esperando al menos que en mi misma haya una respuesta para todo esto. frustrada solo me levanto y salgo del baño. tras salir de mi habitación bajo las escaleras y llegó al pasillo con mi padre. —¿por qué tardaba tanto?. solo miro al frente. —Estaba arreglando unos detalles de mi cabello. realmente no se hasta donde llegaré con esto. —Deja de intentar verte bien, no importa lo que hagas, sigues siendo una vergüenza. Respiro hondo y dejo escapar un silencioso suspiro. —No pienses que te dedo mi puesto porque te lo merezcas... nunca serás mejor que yo Viktoria, nunca serás nadie.

EDITANDO. Peter Müller, es la perfecta sombra de Riha; conoce todo de ella, observándola, siguiéndola, anotando cada cosa que conoce y quiere conocer de ella, sabe desde cuantos pasos necesita para llegar de su casa a la universidad y también su rutina desde hace muchos años, su única razón de existir, es el objetivo de su vida, llevarla consigo. Se enamoro de sus hermosos ojos color miel, luego de su piel color canela, su figura de preciosas curvas y, finalmente de su dulzura y desbordante inocencia. Su inestable mente obsesionada con un ángel que, a su parecer era solo para él, que nadie más podía tenerlo, nadie más debía tenerlo, estaba decidido a que Riha tenía que ser siempre suya, por las buenas o por las malas. Durante años uso somníferos en ella para treparse por su ventana y pasar el rato allí, observándola dormir por toda la noche, acariciando su cabello o solo soñando con secuestrarla sin dejar rastro de su inmaculada belleza. La desencajada sonrisa de Peter al considerara cada punto, anotar cada posibilidad y concebir la idea del plan perfecto, la tendría consigo tarde o temprano, sabía todo de ella, de su vida, de su entorno, de sus padre. Especialmente su padre, el mayor estorbo para concretar su plan, tenía que deshacerse de él, a como dé lugar, considero todo, pero nada le convencía finalmente. Luego solo pasó. La policía llego, las drogas, los registros falsos, el dinero en grandes cantidades. Peter agrego más de lo normal del frasco de somníferos, amarro a su amada princesa y empezó a correr lejos con ella en su espalda perdiéndose en la larga carretera que se hundía en lo profundo del bosque. Días y noches Riha pasó encerrada en una habitación sin saber que sucedía o que hacer. Sentía el dolor de las fuertes ataduras y un dolor palpitante en su cabeza hecho en algún momento mientras dormía. Cada vez más el miedo se apodera de ella, pero eso no evita que cuando atreves de la puerta alguien le deja ya sea agua o comida ella acabo cayendo en miedo y la duda...

Elizabeth salió sin rumbo una sola noche, no tenía intenciones de volver a su casa hasta la mañana o la noche siguiente, no sabía que le dé paraba el destino hasta que llegó al club sin nada mejor que hacer, vio su oportunidad y entro del brazo de un hombre que no conocía, pero tampoco le importaba hacerlo, fingió conocerlo hasta que entraron. Él no sabe que pasó, pero amaneció solo, con resaca y un aroma a durazno en su cama.