❃ Capítulo 2: Ven rápido ❃

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≻──────────── ⋆ᜊ⋆ ────────────≺ En la clínica las cosas iban como de costumbre; sin embargo, hoy habían decidido cerrar más tarde de lo normal debido a un caso de último minuto que le había llegado y ni él ni Theo pudieron rechazarlo. Dos perros de diferentes razas se habían enfrascado en una gran pelea haciendo que ambos quedaran con laceraciones y heridas que debían ser atendidas con urgencia si no podrían ocasionar grandes consecuencias. Martha, por su parte, sí se había ido a la hora correcta y en la clínica sólo habían quedado Theo y Jayden junto a los familiares de ambos pacientes. —Konnan está fuera de peligro, pero debe permanecer en observación por esta noche. —¿Podemos verlo? —Jayden negó. —Está sedado y no es conveniente. —Gracias, Doctor—Jayden respondió algunas preguntas adicionales y después despidió a la familia de Konnan. Cuando estuvo solo, se recostó al respaldar del asiento y echando su cabeza hacia atrás cerró sus ojos con fuerza. Fue un día extremadamente cansino para Jayden, estaba sorprendido de la cantidad de animales que visitaban la clínica diariamente. Ha pasado un poco más de dos años desde que la clínica está en funcionamiento y, aunque es normal que la cantidad de pacientes sea mucha, hoy fue el peor día. Jayden estaba sorprendido, Yaren era un lugar relativamente pequeño al igual que la cantidad de habitantes, pero no había un día en que la clínica no estuviese en funcionamiento, incluso los fines de semana, cuando estaba cerrada, Jayden y Theo hacían trabajo a domicilio si era urgentes. Necesitaba conseguir nuevo personal y era completamente consiente de ello, pero a Jayden no le gustaba que los extraños estuviesen metidos en sus asuntos y la Clínica Veterinaria era su hogar, así que era difícil para él contratar a alguien. Por otro lado, también estaba el hecho del problema de la propiedad, al parecer las familias estaban en más conflictos y ambos querían reclamar el terreno de la clínica dejando a Jayden sin muchas opciones. Estaba tan estresado que en ocasiones quería dejar todo y encerrarse, pero él había estudiado Medicina Veterinaria para darle una voz a los que no la tenían; además, abrir una Clínica Veterinaria fue su primer deseo verdadero y no le pareció justo tener que abandonarlo. Naturalmente este no fue el único motivo para querer dejar todo, y es que en estas últimas semanas Jayden ha sentido que perdió toda la estabilidad emocional que logró conseguir después de largos años de angustia. Llevó su mano derecha hacia sus ojos y descansó su antebrazo allí mientras en su cabeza sus pensamientos daban mil vueltas. Desde el momento en que ese hombre apareció en su vida trayendo todos los recuerdos dolorosos de su pasado la vida de Jayden dio un gran retroceso y volvió 4 años atrás cuando se la pasaba cambiando de lugar por temor a ser encontrado. Ha vuelto a no tener paz y a sentirse lleno de miedo: mira a todos lados porque siente que es constantemente observado, se asusta con el más mínimo ruido y sus noches no son mejor que los día. Sus recuerdos han vuelto en forma de pesadillas quitándole el sueño y trayéndole angustia; se despierta bañado en sudor, temblando, con sus ojos inundados en lágrimas y con la ansiedad invadiéndole el alma. Cada que esto ocurre se mantiene toda la noche despierto, temblando en una esquina de la habitación con miedo a ser encontrado. Esto, aunado al cansancio, lo ha llevado a cometer muchos errores tanto en su vida cotidiana como en su trabajo. En vez de tranquilizar a sus pacientes los pone mucho más nerviosos; incluso, en ocasiones, cuando es sobresaltado ha dejado ver indicios de Anker, pero nadie lo ha notado. Sin embargo, no ha podido encerrarse o huir como lo desea dado que Theo no se lo permite. Theo ha sido su ancla en estos últimos años y lo ha mantenido en un punto medio entre la oscuridad y la luz, y Jayden le estaba agradecido dado que sin él no habría podido hacer mucho. —Jayden, he terminado con…—estaba tan perdido en sus pensamiento que no sintió a Theo llegar y en el momento en que pudo notar que alguien había entrado a la oficina se sobresaltó y rápidamente se colocó en pie mientras de manera amenazante mostraba indicios de Anker. —Dios, ¿qué sucede contigo? —Theo no le temía a Jayden o a Anker, sabía que ambos no eran capaces de lastimarlo, así que no tomó su amenaza enserio y en cambio trató de calmarlo. —Soy yo, ¿de acuerdo? —Yo lo sé, es sólo que… —Jayden cerró sus ojos por unos segundos y cuando se calmó lo suficiente tomó asiento mientras intentaba regular su respiración. Sintió a Theo moverse hasta sentarse en la silla frente a él. —Si no me dices lo que sucede, no podré ayudarte—insistió. Desde el día en que Theo lo encontró preparando sus maletas dos noches después de lo ocurrido con el hombre el la clínica, Theo a estado cuidando de él y dándole su espacio esperando a que se sintiera cómodo de contarle lo que lo llevó a actuar de esa forma, pero Jayden no ha tenido el valor de decir; sentía que si lo compartía con alguien más, sería mucho más real de lo que lo era. —No pasa nada, sólo recordé mi pasado—murmuró sin decir completamente la verdad. —No puedes decirme que no pasa nada cuando actuaste de esta manera sólo por entrar a consultorio, y mucho menos puedes decirlo cuando tuve que pasar horas calmándote y convenciéndote de no abandonar Yaren. Theo era plenamente consciente de su pasado. Con la única persona que Jayden pudo abrirse y contarle completamente lo que vivió fue con Theo y solo porque el chico había visto una parte muy mala de él y en vez de apartarse se quedó a su lado, ayudándole y mostrándole que sí podía salir adelante, y no había pedido nada a cambio de su amistad. —Te contaré, pero debes prometerme que no insistirás con el tema—se rindió. —No insistiría si no fuese por tu bien—. Jayden lo sabía. —Ese día rescaté a un lobo herido—murmuró—, resultó ser un hombre lobo y me reclamó como su compañero. —¿Qué! ¿Erza? —su cuerpo se tensó completamente al escuchar ese nombre; rápidamente comenzó a temblar y a negar—. ¿Entonces? Jayden le contó todo lo que sucedió esa noche: el como rescató a el lobo, como lo curó y el como descubrió que era un Shifter; asimismo le comentó como el hombre lo señaló como su compañero y como él también pudo sentir su olor. Relatar todos los hechos fue algo que le resultó muy difícil, no por que no lo recordara, si no más bien porque revivió sentimientos hacia Kailer que juró olvidar. Decir que no se sintió atraído por el hombre era mentir, incluso antes de poder percibir su aroma el cuerpo de Jayden había reaccionado a él y, a decir verdad, ver la decepción en los ojos de aquel alfa cuando lo negó como su compañero le lastimó demasiado, en ese momento Jayden sintió la necesidad de ir hacia el hombre y abrazarlo. En ese momento le tomó toda su fuerza salir corriendo. —¿Ahora entiendes por qué quería escapar? —¿Sabes quién es? —No lo sé—respondió tajante—; lo único que sé es que tengo que estar lo más lejos posible de esa persona. —Todo lo que tenía que ver con Kailer le recuerda a su pasado, lo mucho que sufrió, en todo lo que una vez perdió y lo angustiado que estuvo en ese momento. —Ni siquiera sé si ese hombre lo envió para atormentarme—murmuró. —Ha pasado muchos años, no creo que sea posible, debe de haber algo más. —Se quedó pensando unos segundos y luego preguntó—: Me dijiste que te dijo su nombre, ¿puedes recordarlo? —Jayden asintió. Por más que deseaba olvidarlo le era imposible. —Kailer, Kailer Müller. —Oh Dios mío… El corazón de Jayden se aceleró debido al miedo. —¿Qué es? ¿lo conoces? —Todos aquí lo conocemos, ¿cómo es posible que tú no lo hagas? —¿Quién es él? —Es el Capitán de la policía de Yaren. —En el momento en que esas palabras llegaron a sus oído la poca estabilidad emocional y mental que Jayden tenía desapareció. —Tengo que irme de aquí—susurró poniéndose en pie. —Jayden—Theo se alarmó al ver la reacción de su amigo, no pensó que descubrir eso lo alteraría tanto. —Él va a matarme—se alejó cuando Theo quiso tocarlo—. Tengo que huir. Sí, así es, no me puedo quedar aquí. —susurró cada palabra mientras intentaba encontrar una salida. —Jay, cálmate. —No, no puedo, tengo que irme de aquí ahora. —Sin pensarlo más, caminó hacia la puerta, pero fue detenido por Theo. —No me toques—se alejó. —Jayden, soy yo, mírame—pero no respondió; ya su conciencia se había perdido en sus recuerdos del pasado y ahora sólo era una persona vulnerable y con mucho miedo. —Por favor, déjame ir—suplicó a la nada mientras los recuerdos de del pasado lo atormentaban—. No es cierto. Yo no lo hice. No fue mi culpa. Perdón—sus palabras eran casi inentendibles y sus acciones se volvieron erráticas. —Jayden, mírame. Ya no estás allí estás a salvo—dijo acercándose de forma descuidada a su amigo ocasionando que la reacción de Jayden fuese perjudicial para él. Al sentir la mano de Theo en su hombro, Jayden, preso del miedo y con su realidad distorsionada, tomó a Theo por el cuello y lo lanzó contra la pared. Algunas grietas aparecieron en esta y el cuerpo inerte de Theo golpeó el suelo. Al darse cuenta de lo que hizo, Jayden se quedó en su lugar unos segundos creyendo que había lastimado a su mejor amigo dado que no se movía, sin embargo, unos minutos después, la tos y los quejidos de Theo atrajeron su atención. —Theo, yo lo siento, no quise hacerlo—dio un paso hacia adelante, pero luego se quedó donde estaba sin saber que hacer. —Estoy bien, solo me quedé sin aire—cuando recibió una pequeña sonrisa de su amigo, los nervios de Jayden se calmaron un poco y se acercó a él, pero aun así no lo tocó. —Lo siento. —Fue mi culpa, debí ser cuidadoso. —Jayden sabía que sólo quería hacerlo sentir bien, pero sólo hizo que sintiera más culpa. —Deberíamos ir al hospital—aunque Theo le dijo que estaba bien, el olor a sangre se filtró en el aire, además, era cierto que no utilizó toda su fuerza, pero al ser un Shifter su fuerza ya sería mayor a lo normal así que no dudaba que estuviese lastimado. —No pasa nada—tomó su mano y lo acercó a él haciendo que ambos quedaran en el suelo. —Lo lamento. —Yo estoy bien, el que me preocupa eres tú—se acomodó cuidadosamente en el hombro de Theo y cerró sus ojos. —Nada estará bien si permanezco aquí, lo mejor es que me vaya—musitó—. ¿Sabes lo que sucederá si dejo que me atrape? —Jayden no deseaba imaginarlo. —Jayden, tranquilízate, ya no eres el mismo niño ingenuo de antes, ahora tienes un concepto más amplio de lo que son las cosas; además, piensa un poco: ¿te lastimó o lo intentó hacer? ¿ha habido alguna señal de él durante todos estos días? Jayden sintió que Theo podía tener un punto válido, pero no podía dejarse engañar, vivió demasiadas cosas como para no saber que las personas siempre mienten. —No lo ha hecho, pero… —Si no lo ha hecho es porque no desea lastimarte—sin desear escuchar las palabras de su amigo, lo alejó. —No puedo quedarme aquí y permitirle llegar a mí. Él es un alfa, Theo, un alfa, ¿entiendes lo que significa eso para mí? —Jayden, mírame—lo tomó de los hombros y lo obligó a enfrentarlo—, ¿confías en mí? —Eres la persona en quien más confío—respondió sin pensarlo. —Entonces, confía en mí con esto también, Kailer no desea hacerte daño. —¿Cómo lo sabes. —Porque lo conozco, él fue alguien que me ayudó hace años. —Aunque este nuevo descubrimiento le hizo titubear un poco, Jayden no se permitió ceder y se colocó en pie. —No puedo confiar en ti en esto, Theo, las personas mienten todo el tiempo, yo también creí en alguien que me salvó y mira como terminé. —Ese hombre es un hijo de perra. —¿Y cómo puedes asegurar que Kailer no lo sea? —No puedo asegurarlo, pero creo que se merece el beneficio de la duda. —Eso no es suficiente para mí. —Sé que debes estar asustado, Jayden, pero Kailer no ha aparecido, si deseara hacerte daño ya lo hubiese hecho. —Ese hombre tardó años en lastimarme. —Él es un punto a parte—casi gritó—. ¿No soy yo diferente a todas las personas de tu pasado? ¿no lo son mis padres o Martha? También está el profesor Roberth y Leticia—nombró a algunas de las personas que sin interés lo habían ayudado antes—; no todos son como las personas de tu antigua manada, Jayden, y en cada moneda siempre hay dos caras. Jayden sabía que Theo tenía razón, pero no podía arriesgarse. —Tengo miedo. —Eso puedo entenderlo, pero no puedes vivir así. Al encerrarte de esa manera y vivir asustado y huyendo, le estas permitiendo ganar y él no vale la pena. —No puedo arriesgarme, no lo resistiría, no soy tan fuerte. —Eres la persona más fuerte que conozco, pero no te estoy pidiendo que te lances a la jaula de los leones, sólo que le des el beneficio de la duda. —Theo, él no es mi compañero. —¿Cómo puedes estar tan seguro? —negó. —Lo único que sé es que para nosotros es imposible tener dos compañeros… —Y eso quiere decir que uno de los dos está mintiendo. —No me arriesgaré para averiguar quién miente—Jayden prefería mil veces quedarse como está que arriesgarse a ganar o perder—, y en todo caso, la vida nunca ha sido maravillosa para mí, y no creo que empiece ahora—sonrió, pero nunca llegó a sus ojos—. El dar una oportunidad y enamorarme me destruyó, no caeré en el mismo error. —Lo que sentías no era amor, Jayden—expresó con desesperación—; era una necesidad, una dependencia insana que te sobrepusieron y aceptaste todo lo que te decían por temor a quedarte solo. Sí, te mintieron cuando te hicieron creer que lo que hacían contigo era lo correcto y estaba bien porque eso era amor, te mintieron cuando te hicieron creer que era tu culpa si sucedía algo malo, pero tú decidiste creer en ellos y compraste sus mentiras. Las palabras de Theo fueron tan duras que incluso le hicieron recordar que él había tenido la culpa de todo lo que sucedió. —Sí he vivido toda mi vida engañado, ¿cómo sabré qué es verdad y qué no? —preguntó minutos después de estar en silencio. —Porque nadie más te dirá que está bien o está mal, lo sentirás, lo anhelarás y desearás entregarte por completo. Sin limitaciones, sin violencia, sin dolor y sin lágrimas de por medio. El amor será voluntario, natural, fuerte y, sobre todo atiborrado. Te llenará de paz y te dará aquella tranquilidad que tanto anhelas—tomó las manos del contrario y lo hizo alzar la mirada—, ¿entiendes lo que quiero decir? —Jayden negó. —No puedo comprender algo que no conozco—murmuró. —Cariño, el amor ya lo conoces—Jayden simplemente lo observó sin entender a lo que se refería—; lo que sientes por Anker es amor, ese cariño que sientes por mis padres y por mí, eso es amor, lo que sientes por tus pacientes, eso es amor—… permaneció en silencio por unos segundos y lo tomó fuertemente de las manos mientras lo miraba a los ojos—, lo que sentías por lo que te arrebataron tan cruelmente, eso es amor y el amor más puro y limpio que pueda existir. —Jayden se alejó y con un gran dolor en su corazón llevó de manera inconsciente las manos a su vientre y las lágrimas que se había detenido volvieron a salir—. Sé que no lo entiendes ahora, pero no te dejaré rendirte. Jayden lo podía escuchar hablar, pero no podía entenderlo, su mente se había pedido el recuerdo de la alegría que sintió en el momento en que descubrió que en su vientre estaba floreciendo una vida, esa sensación de calidez y calma que le había brindado y esa promesa que había hecho mientras acariciaba su vientre aquella noche de invierno… una promesa que nunca podría cumplir. —No pienso dejarte solo en esto, te ayudaré con todo. —Aunque Theo era humano, el chico tenía mayor conocimiento del mundo sobrenatural y sabía que podría ayudarlo, pero Jayden no estaba dispuesto. —No puedes decirme que lo olvide, mereces ser feliz, Jay, y cerrándote de esa manera, nunca lo conseguirás. —No soy merecedor de nada, lo dijiste: yo decidí creer en lo que me decían y no en lo que sentía era lo correcto—Theo asintió. —Pero no eres culpable, tú fuiste inocente y creíste en las personas que se supone que debían protegerte, ellos están mal y merecen todo lo malo que le pueda ocurrir, pero tú no, eres la víctima y mereces ser feliz—exhaló y aligerado sus palabras dijo—: Todos tenemos la oportunidad de levantarnos, pero eso sólo si no nos rendimos, y yo no permitiré que te quedes en el suelo. Debes prometerme que me dejarás ayudarte, pero sobre todo promete que no te irás y mucho menos sin decirme a donde—frunció el ceño al verlo en silencio—, ¡promételo! —De acuerdo—algo insatisfecho asintió. —¿Kailer te dijo algo más ese día? —No lo recuerdo—murmuró después de un rato—, solo se que me fui y le dije que yo no era su compañero y que nunca lo sería. —¿Lo rechazaste? —No exactamente, él no es mi compañero. —Debo actuar rápido, entonces—no era una incógnita para ninguno de los dos que cuando un compañero rechaza a otro, debían marcar a otra persona para así detener los efectos negativos que tendrían a raíz del rechazo—. ¿Dijo algo cuando lo rechazaste? —No, porque no lo rechacé—Theo lo miró para que continuara como si lo que acababa de decir era irrelevante—; pero lo noté, el brillo en sus ojos se desvaneció—frunció el ceño mientras recordaba como se sintió en ese instante—. Estaba tan asustado en ese momento, Theo, pero cuando vi en dolor en sus ojos, me olvidé de todo por un segundo y sólo quise ir a abrazarlo—no podía negar este hecho aunque lo deseara y era una de las razones para desear escapar, sentía que si permanecía en Yaren terminaría cayendo en una trampa. —Su dolor es tuyo—afirmó—, por eso te sentiste así. —Él no es mi compañero—Theo lo ignoró. —Laid una vez me dijo que no es posible la existencia de dos compañeros, pero que si el vínculo entre ambos se llegaba a romper por completo, la persona podría recibir o marcar a alguien más, y dependiendo de qué tan fuerte sean sus sentimientos un nuevo vínculo se crearía entre ellos. —Theo tarareó—, el aún no ha aceptado tu rechazo, para hacerlo debía decírtelo, así que quizás haya una oportunidad. Por alguna extraña razón las palabras de Theo entraron en su corazón y ocasionaron algunas irregularidades en él. Jayden sabía que era totalmente imposible que Kailer fuese su compañero, sin embargo, el hecho de que quizás pueda deshacer el vínculo con Erza era algo que lo llenaba de anhelo y no pudo evitar ser tentado. —Todo esto es una pérdida de tiempo, Theo, dices que para que eso ocurra el vínculo entre Erza y yo debe estar completamente roto, pero yo me escapé antes de que eso ocurriera, incluso nuestra unión fue ofrendada a la Diosa Luna. —Tu felicidad nunca será una pérdida de tiempo. —No lo sé. —Lo escuchó suspirar. —Yo no te impondré nada, ya viniste suficiente de eso; sin embargo, nunca dejaré que vivas por el resto de tu vida con temor y atado a esa persona. Jayden exhaló y sin ánimos de seguir la discusión, accedió:—Haz lo que quieras. —¿Quieres que me quedé contigo hoy? A Jayden le sorprendió la pregunta, pero luego entendió. Theo lo conocía mejor que nadie, Jayden no era una persona que se derrumbara tan fácilmente, ni siquiera el día en que le contó su vida a Theo derramó una sola lágrimas, sin embargo, hoy se quebró por completo y aun no se recuperó de ello; la sangre acumulada en sus uñas por arrancarse la piel de los dedos sin darse cuenta eran una muestra de ello. —¿Es conveniente? —Soy soltero, y mis padres están disfrutando de sus vacaciones en Ters—encogió sus hombros—, no tengo a nadie que espere por mí en casa. —Entonces, está bien. —Estaba apunto de preguntarle a Theo por lo que había odio a buscar a su oficina en un principio cuando algo más importante captó su atención. Como alguien que no confiaba en las personas nunca pondría su seguridad en manos de alguien más, así que no puso a nadie a vigilar la clínica y siempre activaba su sistema de emergencia cuando todos se retiraban, sin embargo, dado las circunstancias no prestó atención a ello. —¿Aseguraste las puertas? —Sí. ¿Qué pasa? —Tenemos compañía—murmuró—. Un grupo de lobo nos rodea y no están tranquilos, puedo sentir las vibraciones en su pecho. Debes irte ahora—Theo fue tomado del brazo y conducido hacia una de las salidas—. Ve a la casa y llama a la policía, no vuelvas aquí por nada del mundo si yo no te lo pido—le entregó su celular y se aseguró de entregarle sus cosas; estaba seguro que venían por él y no deseaba meter a Theo en problemas, podía poner mil excusas para que el olor de Theo estuviese tan presente en ese momento, pero no lo lograría si sus pertenencias estuviesen a la vista. —No sé que pasa, pero no te dejaré sólo. —Tienes que irte, están cerca—la ansiedad que sentía se hizo más notorio a medida que sus palabras se escuchaban—. Theo, me ayudarás más llamando a la policía. —Él no era valiente ni mucho menos, pero nunca permitiría que otra persona que le importara saliera herida por su culpa así que prefería ponerse en la línea de fuego antes que permitir que Theo lo hiciera. —No puedo dejarte, Jay. —Sin dejarle otra opción lo sacó y cerró la puerta impidiéndole la entrada. Al otro lado se podían escuchar los golpes y las peticiones de Theo que lo dejara pasar, pero eso nunca sucedería. —Confió en ti, ve por ayuda y no vuelvas aquí—advirtió intensificando su aroma para cubrir un poco el de Theo. Lleno de miedo y con todo su cuerpo temblando, volvió a su oficina y se encerró a un sabiendo que nada detendría a esos lobos si deseaban asesinarlo. —Ven rápido—murmuró si estar realmente seguro de a quién se lo pedía. ≻──────────── ⋆ᜊ⋆ ────────────≺
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