Prólogo
Diversidad. Una palabra que cada vez tiene más influencia sobre el mundo ya sea refiriéndose gustos, cultura, personas... y lo que descubrí este año, criaturas.
Desde pequeños nos han preguntado que seremos cuando seamos grandes, y cada cierto tiempo la respuesta cambia. Pasamos de querer se astronautas y princesas a médicos y chefs. Pero al momento de tomar una decisión, al momento de estar en ultimo grado antes de pasar a la universidad, todo cambia. Y eso, es gracias a la madurez.
En mi caso, no solo provocó que la madurez hiciera elegirme por ingeniería bioquímica apenas comencé lo que sería mi último año, sino que también que se desarrollara mi naturaleza.
¿Alguna vez escucharon del hada de los dientes? ¿O el hada que le dio un final feliz a Cenicienta? ¿O quizás las hadas que criaron a la Bella Durmiente? ¡Lo más seguro es que si! Pero... ¿Le creerían a alguien que les asegura ser un hada? Mejor aún ¿Creerían si alguien les asegura que tú eres un hada?
Si eres un ser lógico posiblemente tu respuesta haya sido negativa, como lo fue la mía hace un tiempo. Pero entre lo real y lo increíble se mantiene un delgado hilo que puede ser roto con facilidad.... Desgraciadamente no todo lo increíble es maravilloso.