When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
El domingo tardamos muchísimo en poder despertar, en realidad me sentía como muerta a pesar de las 10 horas que dormimos, supongo que queríamos dormir lo que pocas veces podíamos. Yo desperté primero y comencé a acariciar la espalda de Elia que tenía frente a mí, sentí como su piel se erizó ante el contacto y comenzó a moverse sin despertar hasta después de algunos minutos de molestarla. —Buenos días, Elia—dije y le di un beso en mejilla. —Buenos días, guapa— dijo sonriendo. —¿No pensabas despertar después de tantas horas? — pregunté divertida —En realidad pensaba ir a hibernar. Reí por su último comentario y me senté en la cama para levantarme, pero olvidé que mi ropa había quedado en toda la sala y me daba pena levantarme y que Elia me viera así. Después de pensar unos minutos sal